¡Vaya que el aguacate sigue dando sorpresas! Quizás los consumidores sepan que es una fruta cremosita sabrosa, nutritiva y reconocida por su gran semilla. Pero algo poco conocido, es que en algún tiempo se pensó que era una drupa, frutas que tienen una semilla grande como el melocotón, pero no es así, el aguacate es una baya.
¿Por qué importa si es drupa o baya? Es información científica que ayuda a los expertos a entender mejor su cultivo. Pero más allá de los datos biológicos de esta fruta, hay otro dilema que preocupa a los productores.
El consumo de aguacate sigue creciendo en los Estados Unidos, pero desafortunadamente también los retos en su producción. Particularmente por el uso del agua. Dado que el aguacate es un árbol que requiere mucha agua y se produce en una región donde el agua está restringida y es cara.
De ahí que es imprescindible investigar y encontrar nuevas herramientas para un cultivo más sustentable.
Datos oficiales de Statista.com indican que en 2001 en los Estados Unidos, el consumo anual de aguacate por habitante era de 2 libras al año y para 2020 aumentó a 9 libras anuales por habitante.
California es a nivel nacional el productor principal de aguacate, con una producción estimada en 411 millones de dólares anuales, según el Servicio Nacional de Estadísticas Agrícolas.
Estudios de División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California UC ANR indican que el árbol de aguacate tiene un sistema de raíces poco profundas que se necesita regar con poca agua pero frecuentemente y necesita agua de buena calidad. En los días más cálidos del verano, se debe regar cada 7 ó 10 días y con un sistema de goteo, el árbol puede necesitar de 45 a 60 galones de agua por día dependiendo de la zona climática y de las características del suelo.
En California, el principal bastión aguacatero está concentrado en los condados de San Diego, Riverside y Orange en donde el agua es cara y restringida. “Esta región enfrenta incertidumbre en el suministro de agua, por la reducción obligatoria en el uso del agua y el aumento en el costo, sostiene Ali Montazar, experto en Irrigación de UC ANR. “Y aunque el uso eficiente de riego es prioridad, el agua es el insumo más importante para la producción de aguacates”.
Ali Montazar, asesor en el manejo de riego de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, está a cargo de ejecutar la investigación. El objetivo es crear herramientas que ayuden a mejorar las prácticas de riego de los productores en el sur de California, el bastión aguacatero del estado.
En colaboración con la Comisión de Aguacates de California se llevarán a cabo investigaciones de campo en seis áreas de cultivo de aguacates Hass, ubicados en los condados de San Diego, Riverside y Orange. Además, se añadió a este estudio al condado de Orange con el propósito de capturar mejor el amplio rango de microclimas y sistemas de cultivo de toda la región.
La investigación consiste en desarrollar “coeficientes de cultivo”, son datos técnicos que ayudarán a los productores de aguacate a determinar cuál es el riego óptimo para sus cultivos en base a una multitud de factores como: tipo de tierra, salinidad, características del dosel arbóreo, orientación de los surcos, pendientes y prácticas para el manejo de agua y más.
“Los agricultores no tienen muy claro la cantidad de agua que los cultivos necesitan ante esas condiciones”, manifestó Montazar.
Entre otros datos de información, el experto incorporará el uso real de agua en los huertos experimentales – incluyendo la información más reciente de los sensores de humedad del suelo y temperatura del dosel arbóreo. Son mediciones que ayudarán a garantizar que los agricultores no rieguen ni más ni menos de lo que realmente requieren los cultivos. Mucha agua puede provocar una enfermedad devastadora del aguacate conocida como pudrición de la raíz, causada por el patógeno de la planta Phytophthora cinnamomi.
La investigación incluye la labor de divulgación para que una vez que se identifiquen cuáles son las mejores prácticas para cada área, también se den a conocer a toda la comunidad agrícola. “Desarrollar y adoptar estas herramientas de información puede ayudar a resolver los problemas de calidad y cantidad del agua y reforzar la sustentabilidad económica no solo en la región aguacatera del Sur de California, sino además en Kern y Tulare condados en donde ya están surgiendo nuevas plantaciones de aguacate”, explicó Montazar.
Para finales del 2022 se espera dar a conocer los resultados de la investigación y sus recomendaciones preliminares.
Mike Hsu es el autor original de este artículo en inglés.