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Agricultura y Recursos Naturales

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El consumo de aguacate crece, pero los retos para su cultivo también

Las nuevas herramientas para los productores de aguacates tomarán en cuenta la inclinación del terreno accidentado de sus huertos. Fotografía por Ali Montazar.

¡Vaya que el aguacate sigue dando sorpresas! Quizás los consumidores sepan que es una fruta cremosita sabrosa, nutritiva y reconocida por su gran semilla. Pero algo poco conocido, es que en algún tiempo se pensó que era una drupa, frutas que tienen una semilla grande como el melocotón, pero no es así, el aguacate es una baya. 

¿Por qué importa si es drupa o baya? Es información científica que ayuda a los expertos a entender mejor su cultivo. Pero más allá de los datos biológicos de esta fruta, hay otro dilema que preocupa a los productores.

El consumo de aguacate sigue creciendo en los Estados Unidos, pero desafortunadamente también los retos en su producción. Particularmente por el uso del agua. Dado que el aguacate es un árbol que requiere mucha agua y se produce en una región donde el agua está restringida y es cara.

De ahí que es imprescindible investigar y encontrar nuevas herramientas para un cultivo más sustentable.

Datos oficiales de Statista.com indican que en 2001 en los Estados Unidos, el consumo anual de aguacate por habitante era de 2 libras al año y para 2020 aumentó a 9 libras anuales por habitante.

California es a nivel nacional el productor principal de aguacate, con una producción estimada en 411 millones de dólares anuales, según el Servicio Nacional de Estadísticas Agrícolas.

Estudios de División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California UC ANR indican que el árbol de aguacate tiene un sistema de raíces poco profundas que se necesita regar con poca agua pero frecuentemente y necesita agua de buena calidad. En los días más cálidos del verano, se debe regar cada 7 ó 10 días y con un sistema de goteo, el árbol puede necesitar de 45 a 60 galones de agua por día dependiendo de la zona climática y de las características del suelo.

En California, el principal bastión aguacatero está concentrado en los condados de San Diego, Riverside y Orange en donde el agua es cara y restringida. “Esta región enfrenta incertidumbre en el suministro de agua, por la reducción obligatoria en el uso del agua y el aumento en el costo, sostiene Ali Montazar, experto en Irrigación de UC ANR. “Y aunque el uso eficiente de riego es prioridad, el agua es el insumo más importante para la producción de aguacates”.

Cambios extremosos, registrados en los últimos años a consecuencia del cambio climático y sus efectos negativos como: sequías, incendios, y enfermedades, amenazan su producción. Y para ayudar a esta importante industria a encontrar soluciones, el Departamento de Agricultura de California en coordinación con la Comisión de Aguacates han destinado fondos para encontrar soluciones.

Ali Montazar, asesor en el manejo de riego de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, está a cargo de ejecutar la investigación. El objetivo es crear herramientas que ayuden a mejorar las prácticas de riego de los productores en el sur de California, el bastión aguacatero del estado.

Ali Montazar, asesor de riego y manejo del agua de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, visita un huerto de aguacates en el condado de San Diego para ayudar a resolver problemas de riego y salinidad. Fotografía cortesía de Ali Montazar.

En colaboración con la Comisión de Aguacates de California se llevarán a cabo investigaciones de campo en seis áreas de cultivo de aguacates Hass, ubicados en los condados de San Diego, Riverside y Orange. Además, se añadió a este estudio al condado de Orange con el propósito de capturar mejor el amplio rango de microclimas y sistemas de cultivo de toda la región.

La investigación consiste en desarrollar “coeficientes de cultivo”, son datos técnicos que ayudarán a los productores de aguacate a determinar cuál es el riego óptimo para sus cultivos en base a una multitud de factores como: tipo de tierra, salinidad, características del dosel arbóreo, orientación de los surcos, pendientes y prácticas para el manejo de agua y más.

“Los agricultores no tienen muy claro la cantidad de agua que los cultivos necesitan ante esas condiciones”, manifestó Montazar.

Entre otros datos de información, el experto incorporará el uso real de agua en los huertos experimentales – incluyendo la información más reciente de los sensores de humedad del suelo y temperatura del dosel arbóreo. Son mediciones que ayudarán a garantizar que los agricultores no rieguen ni más ni menos de lo que realmente requieren los cultivos. Mucha agua puede provocar una enfermedad devastadora del aguacate conocida como pudrición de la raíz, causada por el patógeno de la planta Phytophthora cinnamomi.

La investigación incluye la labor de divulgación para que una vez que se identifiquen cuáles son las mejores prácticas para cada área, también se den a conocer a toda la comunidad agrícola.  “Desarrollar y adoptar estas herramientas de información puede ayudar a resolver los problemas de calidad y cantidad del agua y reforzar la sustentabilidad económica no solo en la región aguacatera del Sur de California, sino además en Kern y Tulare condados en donde ya están surgiendo nuevas plantaciones de aguacate”, explicó Montazar.

Para finales del 2022 se espera dar a conocer los resultados de la investigación y sus recomendaciones preliminares.

Mike Hsu es el autor original de este artículo en inglés.

Posted on Wednesday, March 30, 2022 at 8:34 AM
  • Adaptado al español por: Norma De la Vega

Una idea loca: un poco de estrés podría ser bueno para los nogales

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Cuando se trata de irrigar los nogales, la mayoría de los cultivadores de California creen que se necesita empezar temprano para mantener los árboles saludables y productivos durante todo el largo y caluroso verano. Pero de acuerdo con los resultados sorprendentes de un experimento a largo plazo realizado en una plantación nogalera de Red Bluff, los cultivadores pueden mejorar la producción si se abstienen de regar hasta más adelante en la temporada y miden directamente las necesidades de riego de los árboles.

Los resultados obtenidos por los investigadores de la Universidad de California podrían ayudar a los granjeros a optimizar el uso de agua.

“Es algo revolucionario”, señaló el productor de nogales Hal Crain, quien abrió las puertas de su huerto a los investigadores para hacer las pruebas de optimización de riego. “Tengo claro que se puede mejorar la calidad y producción de la nuez aplicando agua en base a lo que el árbol quiere y necesita, en lugar de regar cuando está caliente en el exterior y la tierra está seca. Eso es importante para los cultivadores de nogales y para toda la industria agrícola”.

La familia de Hal Crain ha cultivado nueces durante 55 años.

Cambiando el paradigma

Crain es la segunda generación de granjeros cuya familia ha cultivado nogales durante 55 años en los condados de Butte y Tehama. Al igual que la mayoría de los productores de nogales, Crain siempre ha iniciado el riego a principios o mediados de mayo cuando los días empiezan a calentarse y los árboles a echan las hojas.

“Esa es una práctica normal para probablemente el 90 por ciento de los productores de nueces de California”, mencionó Crain, mientras caminaba entre los árboles en una soleada tarde. “La teoría es que cuando se riega temprano, se preserva la humedad profunda en el suelo, la cual los árboles necesitan para sobrevivir el calor del verano”.

Pero no es así como funciona, según muestra la investigación. En cambio, los árboles que crecen en suelos saturados a principios de la temporada no desarrollan las raíces profundas que necesitan para prosperar.

“Con toda el agua allí en la superficie, las raíces más bajas sufren”, explicó Bruce Lampinen, especialista en el manejo de huertos de Extensión Cooperativa de UC del Departamento de Ciencias Botánicas de UC Davis de. “Los árboles terminan con un sistema de raíces muy superficiales, el cual no les sirve cuando tratan de extraer humedad del suelo más adelante”.

Lampinen había sospechado que los nogales estaban obteniendo mucha agua en la primavera.

“Mucho de los síntomas que vemos, como la hojas amarillas y varias enfermedades pueden ser explicadas por el exceso de riego”, dijo Lampinen.

Así que Lampinen hizo lo que los científicos hacen: preparó un experimento. Hace cinco años, con fondos de la Junta de Nogaleros de California y del Departamento de Agricultura de EUA, unió esfuerzos con Ken Shackel, profesor de ciencias botánicas de UC Davis y Allan Fulton, asesor de riego de Extensión Cooperativa de UC. Juntos, encabezaron a un equipo de científicos que realizaron pruebas de riego en el rancho de Crain. 

“Hal es un socio excepcional”, manifestó Fulton. “Los granjeros deben hacer muchos ajustes durante un experimento como este, con investigadores entrando y saliendo del huerto a todas horas. Él tuvo que trabajar en torno a nuestra gente y horario de nuestros tratamientos de agua. Siempre está dispuesto a experimentar con tecnología y a aprender nuevas cosas y compartir lo que aprende con otros cultivadores. Hal completa el círculo”.

Una nuez dura de cascar

¿Cuándo es el mejor tiempo para regar? Los investigadores dicen que la respuesta la tienen los árboles. Los científicos usan cámaras de presión, las cuales son aparatos de aire a presión que miden una hoja o un brote pequeño para saber cuán duro está trabajando una planta para extraer humedad del suelo.

“No porque el suelo luzca seco significa que la planta está sufriendo”, indicó Shackel, quien se especializa en fisiología de las plantas. “Las cámaras de presión te permiten preguntar al árbol cómo se siente — es algo así como tomar la presión arterial de una persona — lo cual es una forma más exacta de medir las necesidades de riego de una planta”.

El profesor Ken Shackel y el especialista de Extensión Cooperativa de UC, Bruce Lampinen, prueban la cámara de presión en la nogalera de UC Davis.

Durante los últimos cinco años, el equipo ha aplicado diferentes tratamientos de riego a cinco blocks de árboles. Un block obtiene un riego normal y temprano. Los administradores del huerto de Crain empiezan a regar los otros blocks cuando los árboles alcanzan diferentes niveles de estrés por falta de agua de acuerdo con las lecturas de la cámara de presión.

Los árboles que experimentan un estrés moderado son los que mejor se desempeñan. El riego usualmente inicia a mediados o finales de junio, varias semanas después de que empieza el riego normal.

“Te puedes dar cuenta solo con mirar ese block que los árboles están más sanos”, manifestó Crain, parado debajo de un dosel de árboles frondosos y verdes. “Y, estamos empezando a ver una mayor producción y calidad de nueces”.

La interpretación del estudio

La investigación está ayudando a los científicos a asesorar a los granjeros sobre el riego.

“Mi mayor aprendizaje en saber cuándo empezar a regar es un factor muy importante para la salud de tus árboles”, apuntó Lampinen.

Las cámaras de presión — algunas veces llamadas bombas a presión — pueden costar más de tres mil dólares y ya están desarrollo versiones de alta tecnología.  

“Yo les digo a los granjeros que una bomba a presión se paga sola aun si solo la usan una vez al año para determinar cuándo deben empezar a regar”, añadió Lampinen.

Crain está ciertamente convencido.

“Cuando riegas basado en las necesidades de tus árboles, optimizan el agua”, dijo Crain. “En general no estoy usando menos agua, pero el agua que uso está produciendo más alimentos. Esas son buenas nuevas para cualquiera”.

Esta historia fue publicada originalmente en la edición de otoño del 2018 de la revista Outlook, la revista de los exalumnos de la Facultad de Agricultura y Ciencias Medioambientales de UC Davis.  

Posted on Tuesday, November 6, 2018 at 2:32 PM

La hermosa y saludable pitaya crece en el sur de California

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El granjero Arian Williams atiende con éxito 16 acres de aguacates en el área de Temecula conocida como De Luz, pero él y su esposa llegaron al Festival de la Pitaya de la UC, realizado el pasado mes de agosto, para ver si existe un potencial comercial para la producción de esta fruta.

"Nos estamos llevando unas muestras ahora para probarlas”, dijo Williams.

Vanessa Caballero, la esposa de Williams, se mostró entusiasmada sobre la posibilidad. "Me encanta como lucen las pitayas y no hay muchas que se cultiven comercialmente ahora", señaló.

Las diferentes variedades de pitayas producen frutos que son blancos, rosados y un intenso rojo.

La visita al campo del Centro de Investigación y Extensión South Coast de UC en Irvine incluyó presentaciones con bases científicas sobre estrategias de riego, control de taltuzas, manejo integrado de plagas y el impacto del nematodo agallador de las parras y del cactus de pitaya. Nativo de América Central, este cultivo se ha hecho popular en Asia y el Medio Oriente. La mayor parte de las frutas que se venden en EUA son importadas.

El asesor de Extensión Cooperativa de la UC, Ramiro Lobo, descubrió que el hermoso cactus que da fruto crece bien en el clima del Sur de California. La pitaya se da bien en las regiones donde se producen los aguacates, pero usan mucho menos agua. También son excelentes plantas para jardín, agregando un toque especial a la vez que producen frutos.

Gary Tanizaki, investigador asociado, explica sobre un sistema de riego que se está probando, el cual incluye seis regímenes diferentes de riego.

El fruto de la pitaya empieza con una flor grande y llamativa que florea durante la noche y que contiene las partes masculinas y femeninas. En muchas de las variedades más populares, las anteras (las partes masculinas que contienen el polen) y el estigma (la parte femenina que necesita ser polinizada) están separadas por una distancia que previene que los polinizadores nocturnos, como las mariposas nocturnas, hagan consistentemente la conexión.

Las flores de la pitaya contienen partes masculinas y femeninas. Sin embargo, el espacio entre estas limita la polinización natural. El asesor de UCCE, Ramiro Lobo, recomienda a lo s granjeros que po

Para que se logre un cultivo abundante y uniforme, Lobo sugiere que se lleve a cabo la polinización manual. El polen se puede colectar agitando una flor sobre un tazón o cortando las anteras con unas anteras sobre una taza. Lobo guarda el polen en el congelador hasta la noche o las primeras horas de la mañana cuando el cactus florea. Luego toma un poquito con una brocha para maquillaje barata y la espolvorea ligeramente sobre el estigma de las flores. 

“Es fácil y solo toma unos segundos por flor", mencionó Lobo. "Si no lleva a cabo la polinización manual termina con frutos muy pequeños. Y no hay uniformidad".

El asesor de UCCE para granjas pequeñas y líder de investigación sobre pitayas, Ramiro Lobo, muestra un fruto de la pitaya.

La polinización manual también permite que los granjeros hagan una proyección más exacta de su cosecha de pitayas y trabajen con anticipación con las compañías que comercializan la fruta. Lobo señaló que lleva consigo un contador mecánico que presiona conforme poliniza las flores. Cuarenta días más tarde, el número preciso de pitayas estarán listas para ser cosechadas.

Un tractor remolca a un grupo de participantes del Festival de la Pitaya hacia las parcelas de trabajo del Centro de Investigación y Extensión South Coast de la UC.
Namh Quinn, asesora de interacción entre la vida urbana y silvestre de UCCE, hace una demostración sobre técnicas de control de taltuzas.
El granjero Arian Williams (izq) y su esposa Vanessa Caballero están considerando agregar pitayas a su plantación de 16 acres de aguacates, en Temucula.
En EUA la pitaya se vende algunas veces como ‘fruta dragón' por su exterior espinoso y su pulpa encendida.
La plantación de pitaya en el Centro de Investigación y Extensión South Coast de la UC, en Irvine.
El vaquero verde, Chad Morris, cultiva verduras y administra un puesto de granjeros en San Diego y está experimentando con algunas líneas de cultivo de pitaya.
Posted on Thursday, September 14, 2017 at 9:12 AM
  • Author: Jeannette E. Warnert. Adaptado al español por leticia irigoyen.

MásRiego para la agricultura que se adapta al clima y la seguridad alimentaria en Guatemala

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Meagan Terry (izq), investigadora de UC Davis para el Laboratorio de Innovación Hortícola en Guatemala, con asesor guatemalteco y un joven miembro del grupo. (Fotografía por Beth Mitchman).
Conectar a nueve mil hogares rurales de Guatemala con estrategias mejoradas para el manejo del agua y agricultura climáticamente inteligente es el objetivo del nuevo proyecto de un equipo de expertos de UC Davis, con el fin de incrementar la seguridad alimentaria y reducir la pobreza en las zonas montañosas del occidente de Guatemala.

El proyecto, llamado MásRiego, tiene como objetivo incrementar el ingreso de los granjeros y el uso de estrategias enfocadas en el clima, incluyendo el riego por goteo, la recolección de agua de lluvia, una labranza reducida, el uso de mantillo y la rotación de cultivos diversos. Para permitir a los granjeros adoptar estas prácticas, el equipo no solo proveerá entrenamiento sino también la creación de sociedades para incrementar el acceso de los granjeros a financiamiento de micro créditos que tanto necesitan y equipo de riego.

“La oportunidad para impactar las vidas de tantos granjeros a esta escala es emocionante”, dijo Beth Mitcham, directora del Laboratorio de Innovación Hortícola y especialista de Extensión Cooperativa de la UC en el Departamento de Botánica. “Estamos tomando lecciones aprendidas de nuestras investigaciones previas, en Guatemala, Honduras y Camboya, y formando un equipo para ayudar a más granjeros a pequeña escala para que apliquen nuestros hallazgos y usen de manera exitosa estas prácticas innovadoras”.

El nuevo proyecto es parte de la iniciativa global del gobierno federal acerca del hambre y seguridad alimentaria conocida en inglés como Feed the Future. El proyecto representa una inversión adicional de 3.4 millones de dólares en el Laboratorio de Innovación Hortícola de la Agencia Estadounidense para la misión del Desarrollo Internacional en Guatemala dirigido por UC Davis.

El equipo internacional del proyecto también incluye a representantes de la Universidad del Estado de Kansas, Universidad Estatal Técnica y Agrícola de Carolina del Norte, Centro de Paz Bárbara Ford de Guatemala, la Universidad Rafael Landívar de Guatemala y la Escuela Panamericana de Agricultura, Zamorano, en Honduras.

“El aprendizaje compartido entre estas tres universidades estadounidenses y las universidades en Honduras y Guatemala será enriquecedor para todas las instituciones participantes”, señaló Manuel Reyes, profesor de investigación de la Universidad del Estado de Kansas, quien es parte del equipo. “Me parece satisfactorio que estas instituciones académicas hagan una inversión intelectual entre los grupos marginados de las zonas montañosas del occidente de Guatemala y a cambio, aprendan de ellos también”.

Ayudando a los jóvenes a imaginar un futuro en la agricultura

El nuevo proyecto MásRiego se enfocará en ayudar a los granjeros, particularmente a mujeres y jóvenes, a sembrar cultivos de alto valor en parcelas muy pequeñas de tierra (200 metros cuadrados como mínimo), en los departamentos de Quiché, Quetzaltenango y Totonicapán en las zonas montañosas del occidente de Guatemala.

Al asociarse con grupos juveniles locales y escuelas de agricultura, el equipo podrá preparar mejor a los estudiantes para realizar trabajos en las áreas de la agricultura comercial y extensión agrícola con conocimiento sobre la conservación resistente al clima y prácticas sobre el manejo del agua.

“Nuestro equipo local está entrenando a jóvenes y empresarios para que vean en la agricultura una oportunidad económica y no solo un trabajo agotador”, indicó Meagan Terry, especialista junior de UC Davis, quien administra el proyecto en Guatemala para el Laboratorio de Innovación Hortícola. “Se pueden imaginar un futuro en la agricultura, con prácticas innovadoras para crear productos con un valor agregado o sembrar cultivos de alto valor para mercados especializados”.

Conforme los patrones de lluvia varían con los cambios climáticos, se espera que los granjeros de esta región se enfrenten a una creciente competencia por el agua. Prácticas como la recolección de agua de lluvia, riego por goteo y agricultura de conservación serán más necesarias para los granjeros a baja escala.

Miguel Isaías Sánchez usando el riego por goteo y una torre de agua e información ofrecida en entrenamientos de MásRiego. (Fotografía de Beth Mitcham).
Lecciones enfocadas en el clima de la agricultura de conservación y riego por goteo

En investigaciones previas, el Laboratorio de Innovación Hortícola ha descubierto que la combinación del riego por goteo con prácticas de agricultura de conservación puede ayudar a cultivar pequeñas parcelas con éxito, sin tener que sufrir una reducción de producción significativa. Estas prácticas mejoran la estructura de la tierra, la retención de humedad y la salud en general de la tierra.

Además, las mujeres granjeras que participaron en los estudios del Laboratorio de Innovación Hortícola en Camboya, Honduras y  Guatemala favorecieron el uso de estas prácticas por otra importante razón: la reducción de trabajo en relación al control de yerbas, la preparación de los arriates para verduras y el riego manual.

“Sueño que las vidas de muchas mujeres, jóvenes y sus familias sean mejores a causa de 'MásRiego' y toda la ciencia detrás de este trabajo”, manifestó Reyes. “Con lo que respecta a la investigación, estamos aprendiendo sobre cómo mejorar este conjunto de prácticas para que puedan adaptarse globalmente. Estoy convencido de que si esto funciona, se podrán cultivar tierras en pendientes empinadas si la calidad de la tierra no se degrada o si en su lugar se enriquece”.

Estas lecciones, así como los hallazgos del reporte del programa “Advancing Horticulture” sobre el sector hortícola de Centroamérica, estableció las bases para este nuevo proyecto. El Laboratorio de Innovación Hortícola forma sociedades entre investigadores agrícolas en los Estados Unidos y en l países en vías de desarrollo, para conducir investigaciones sobre frutas y verduras que mejoren el nivel de subsistencia en los países en vías de desarrollo. El programa cuenta actualmente con tres oportunidades de subsidios para investigaciones (three research grant opportunities) para investigadores de EUA: uno enfocado en tomates, otro en chabacanos y el tercero en sistemas

Posted on Monday, September 19, 2016 at 7:52 AM

Lo que se consume en California no ayuda a ahorrar agua

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Una taza de lechuga usa solamente un galón de agua pertinente a la sequía.
¿Puede usted ayudar a combatir la sequía de California consumiendo solamente alimentos y bebidas que requieren de poca agua para su producción?

Bueno, como dice el viejo refrán, el diablo se ocupa de los detalles. En un reporte reciente, Daniel Sumner, director del Centro de Cuestiones Agrícolas de la UC, en Davis y la asistente de investigación, Nina M. Anderson exponen los detalles sobre este tema para ayudarnos a entender mejor el impacto que nuestras elecciones alimenticias puede tener en la conservación de nuestra preciada agua de California.

Para empezar, no todas las gotas de agua son iguales porque no todos los usos del agua tienen un impacto en la sequía de California, según explican los investigadores.

El agua y la sequía

Así que, ¿cuál agua tiene que ver con la sequía en California? Definitivamente se pueden incluir al agua de superficie y subterránea que se utilizan para el riego agrícola, así como el agua que se usa con propósitos urbanos, incluyendo industrias, comercios y residencias.

Y aquí hay varios ejemplos en los que el agua no está directamente relacionada con la sequía de California:

-- El agua usada en otro estado para cultivar alimento para animales que consume el ganado de California;

-- Agua usada en otro estado para producir crías de ganado que luego es trasladado a California para su consumo como alimento y,

-- La lluvia que cae en pastizales de California que no son irrigados. (Estudios muestran que los pastizales de pastoreo que no son irrigados en realidad descargan más agua hacia arroyos y ríos que los pastizales que no son de pastoreo, dijeron los investigadores).

La lluvia que cae sobre los pastizales de California que no son irrigados no es pertinente a la sequía del estado.
En pocas palabras, el agua que impacta a la sequía de California incluye toda la que se utiliza para regar, pero excluya el agua de lluvia de los pastizales de California que no son irrigados así como cualquier agua que provenga de fuentes de fuera del estado y termina relacionada con alimento para ganado o las crías de ganado que eventualmente son importado por granjeros y rancheros de California.

Asimismo, la cantidad de agua que se absorbe en la tierra después de la irrigación de los cultivos no cuenta, y esa cantidad se puede cuantificar para cada cultivo.

Comparación del uso de agua para varios alimentos

Creo que ya se está dando una idea; este análisis sobre el agua que se usa para alimentos es complicado. Para este reporte, los investigadores examinaron cinco productos provenientes de plantas y dos de animales: almendras, vino, tomates, brócoli, lechuga, leche y bistecs.

Para determinar la cantidad exacta de agua que puede atribuírsele a cada alimento, los investigadores primero calcularon cuánta agua se debe aplicar para cultivar una porción de cada cultivo o producto de origen animal. Luego le restaron la cantidad de agua que no es relevante a la sequía de California, llegando a una segunda cifra sobre la cantidad de agua pertinente a la sequía usada para cada alimento.

Ellos proporcionaron una gráfica excelente (Ilustración 3) que hace ver esto más claro, comparando el agua total aplicada con el agua relevante a la sequía de California usada en los siete productos alimenticios.

La leche y bistecs se colocan a la cabeza con el total de agua usada: una taza de leche requiere 68 galones de agua y un bistec de tres onzas requiere un total de 883.5 galones de agua.

Pero cuando solo tomamos en consideración el agua pertinente a la sequía, una taza de leche requiere 22 galones de agua y ese filete de tres onzas solo 10.5 galones de agua. Recuerde, para poder evaluar el uso de agua pertinente a la sequía de California, necesitamos restar el agua de lluvia de los pastizales que no son irrigados y el agua que se aplica fuera del estados para la cría de ganado o alimento que eventualmente serán importados por productores de California.

“Increíblemente, una porción de bistec requiere mucho menos agua que una porción de almendras o un vaso de agua o copa de vino y casi lo mismo con una porción de brócoli o tomates estofados”, escriben Sumner y Anderson.

¿Aún sigue escéptico? Lea el reporte en la edición de enero-febrero de “Update”, el boletín de la Fundación Giannini de Economía Agrícola en http://bit.ly/1XKZxxC.

¡Buen Provecho!

Posted on Monday, April 4, 2016 at 3:08 PM

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