BAKERSFIELD (UC) - El desayuno es la comida más importante del día; sin embargo, las investigaciones muestran que muchos estudiantes, especialmente los adolescentes entre 15 y 18 años de edad llegan al salón de clases con el estómago vacío.
“Comer un desayuno saludable antes de empezar a aprender es muy necesario, porque el cerebro funciona mejor después de haber consumido alimentos nutritivos”, señala Margaret Johns experta en nutrición de Extensión Cooperativa de la Universidad de California. “Cuando el cuerpo no recibe alimento antes de empezar a funcionar ocurre que los órganos vitales, como pulmones y corazón, absorben toda la energía, y le roban la energía que el cerebro requiere para funcionar adecuadamente”.
Añade que son muchos los estudios que han demostrado que los niños que comen un desayuno saludable obtienen un mejor rendimiento en la escuela. “Mejoran en las matemáticas y mejoran en la lectura; el desayuno no tiene porqué ser complicado, se puede servir pan tostado de grano entero con mantequilla de cacahuate y un poco de jugo de naranja. No se tiene que cocinar mucho para ofrecer a su niño un desayuno saludable”, enfatiza Johns.
De acuerdo a información del sitio BreakfastFirst.org, una iniciativa que busca ayudar a estudiantes en California a alcanzar todo su potencial y a las escuelas a aprovechar al máximo recursos federales para mejorar los desayunos escolares, el hambre no sólo representa un obstáculo para el aprendizaje, sino además está comprobado que no desayunar tiene una relación estrecha con problemas de obesidad.
Debido a la importancia que tiene el desayuno, tanto en el aprendizaje como en el crecimiento saludable de los niños, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) creo hace varios años el Programa de Desayunos Escolares que ofrece a los estudiantes de familias de bajos recursos inscritos en escuelas públicas, alimentos gratuitos o a bajo costo; este programa tiene el propósito de asegurar que todos los niños consuman alimentos saludables antes de iniciar sus clases.
Sin embargo, según indica la experta, la impuntualidad es un obstáculo para este programa.
“Es un problema grande cuando los padres no llevan a sus niños a la escuela a tiempo aun cuando los niños están inscritos en el programa de alimentos gratis o a precio reducido. Ocurre que si los padres no llevan a su niño a la escuela a tiempo, el niño no comerá”, enfatiza la Johns.
En California, miles de escuelas ofrecen a sus estudiantes el programa de desayunos; sin embargo, las estadísticas estiman que 2.3 millones de estudiantes que son elegibles para recibir este beneficio no lo están recibiendo. Se recomienda a padres interesados en obtener más información sobre el Programa de Desayunos Escolares que visiten la oficina en la escuela de sus niños para informarse acerca de los requisitos para participar.
Y para los padres que prefieren dar a sus hijos el desayuno en casa, Johns sugiere seguir los lineamientos de la Guía de Alimentos para los Estadounidenses que recomienda una alimentación rica en frutas y verduras, granos enteros y productos lácteos sin grasa o bajos en grasa, y evitar alimentos ricos en grasas o grasas saturadas.