Campañas como las del Centro de Investigación de Peso y Salud de la Universidad de California están reduciendo en las escuelas el consumo de golosinas, bebidas y comidas que contribuyen a la obesidad de infantil, que afecta de manera particular a niños latinos. Pero la investigadora Gail Woodward-López señala una tendencia preocupante.Woodward-López: “En muchas de las comunidades latinas, los padres están protegiendo mucho a sus niños; piensan que la actividad física les va a hacer daño. Dicen: ‘Ah, pero mi pobre niño está un poco gordito, no puede correr; hace mucho calor’”.
Según Woodward-López, la actividad física como parte del currículo en las escuelas es vital para contrarrestar la epidemia de sobrepeso infantil que amenaza el futuro de California. Ella pide que los padres de familia cooperen en esa misión.
Woodward-López: “Tienen que darse cuenta que les están haciendo daño que no suden. Y que caminar a la escuela les hace bien. Correr la milla les hace bien; eso es crítico para su salud”.
La obesidad cuesta al estado cerca de 29 mil millones de dólares.
De la Universidad de California, Alberto Hauffen.
Apr 5, 2006