La costumbre de comer entre comidas

Jun 13, 2002

VENTURA-(UC)— A diferencia de lo común en nuestros países latinoamericanos, muchas familias en los Estados Unidos acostumbran comer entre comidas. Numerosos estudios realizados con miras a comprender el impacto en la salud de este hábito han aportado resultados que no concuerdan unos con otros, por lo que expertos de este país llevan debatiendo esta cuestión por muchos años.

 

“El mejor consejo por el momento es cuidar lo que se come (por ejemplo, consumir más frutas, verduras, frijoles y alimentos hechos de granos integrales, en vez de alimentos procesados y con muchas calorías), tomar desayuno y comer únicamente cuando se tiene hambre”, recomiendan las especialistas en nutrición y asuntos de la familia y del consumidor de Extensión Cooperativa de la Universidad de California. A la larga, desarrollar y mantener estos hábitos alimenticios probablemente será de mayor beneficio que preocuparse sobre la cantidad o calorías que se come.

 

Algunos hallazgos apuntan a ventajas cuando se acostumbra consumir un número mayor de comidas al día, siempre y cuando se consuman menos alimentos en cada una que cuando se comen las tres comidas tradicionales. Por otra parte, otros investigadores han descubierto indicios de un vínculo entre el sobrepeso y comer más veces durante el día.

 

Otros especialistas concluyen que consumir una cantidad mayor de alimento, aunque se distribuya en menos comidas al día, aumenta el riesgo de desarrollar sobrepeso, problemas del corazón y diabetes. Apuntan otros que quienes desayunan todos los días pueden perder más peso cuando se ponen a dieta que quienes evitan el alimento mañanero.

 

Además de llegar a conclusiones tan variadas, los resultados obtenidos en estudios sobre el tema a veces no se aplican de manera uniforme. Por ejemplo, un grupo de especialistas encontró una relación entre un menor peso y un número mayor de comidas al día. Sin embargo, los resultados se aplican a los hombres mas no a las mujeres.

 

Otros estudiosos consideran que seguir ese patrón alimenticio ayuda a reducir la capacidad del estómago, posiblemente permitiendo a la larga saciar el hambre con una cantidad menor de alimento. Basan sus conclusiones en un estudio en el cual se observó una reducción de capacidad estomacal del 27-36% al cabo de un mes de una alimentación muy baja en calorías.

 

Es notable también que los resultados de ciertos estudios pueden ser difíciles de duplicar en la vida real, como el que comparó a personas cuyo consumo se dividía en 3, 9 y 17 comidas al día.

 

Se encontró que cuanto más se distribuía la misma cantidad de alimento durante el día, mejor eran los niveles de colesterol en la sangre, no sólo en cuanto al nivel total sino gracias a un nivel menor del colesterol LDL, el considerado más dañino.

 

Las especialistas de Extensión Cooperativa advierten que si al intentar aplicar los citados resultados a la vida real y comer con mayor frecuencia durante el día, se sube de peso, en vez de mejorar la salud, aumentaría el riesgo de desarrollar problemas del corazón. Concluyen que lo importante es asegurarse que la cantidad total que se coma sea tal que no cause sobrepeso, cantidad que puede entonces distribuirse en varias comidas durante el día, incluso más de tres.

 

En otros estudio, los investigadores dieron una comida con muchas calorías a un grupo de personas y luego les dieron un bocadillo entre comidas, también alto en calorías, aunque no tenían hambre todavía. Pensaron que así comerían menos a la hora de la cena. No sólo no fue así, sino que cenaron a la hora acostumbrada aunque habían consumido anteriormente más alimento de lo normal. Aparentemente, comer entre comidas por costumbre, aunque el cuerpo no pida alimento, lleva al consumo excesivo, lo que contribuye al sobrepeso.

 

Las especialistas enfatizan que el único alimento cuyo consumo es recomendable, aunque no se tenga hambre, es un desayuno saludable, como avena con fruta y leche sin grasa. Apuntan que muchas personas con sobrepeso no desayunan. Sin embargo, al comparar el peso perdido en tres meses por dos grupos de personas, lograron perder bastante más peso quienes desayunaron cada día que quienes no lo hicieron. Esto sugiere que evitar desayunar aumenta la tendencia a escoger alimentos con más calorías durante el resto del día que si uno desayuna.

 

En lo que se realizan más estudios y se ponen de acuerdo los expertos, conviene poner en práctica la recomendación de las especialistas de asegurarse de que el patrón alimenticio que se siga incluya muchas verduras, frutas, granos integrales y un buen desayuno, así como evitar comer si no se tiene hambre.


By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager