Los casinos tras la clientela hispanoparlante

May 4, 2012

BAKERSFIELD (UC)- La industria de los casinos de juego está interesándose más en los gustos de los inmigrantes latinoamericanos: con mayor frecuencia les ofrecen espectáculos con celebridades que gozan de gran popularidad entre la comunidad latinoamericana. Pero, en cierto modo, eso preocupa a una especialista de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.

“Están realmente motivando a estas familias inmigrantes a que apuesten su dinero”, advierte Margaret Johns, asesora en asuntos del consumidor y bienestar familiar de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.

Los casinos usan carteleras publicitarias, anuncios por radio, televisión y periódicos para atraer clientes hispanoparlantes ofreciéndoles conciertos con artistas famosos, peleas de box, “noches latinas” y todo tipo de atracciones.

“Si sólo fueran a admirar el espectáculo y luego se fueran a sus casas, sería otra cosa. Pero la naturaleza humana no siempre reacciona así”, señala Johns.

Las investigaciones arrojan datos preocupantes de la creciente adicción a los casinos. Enviciarse en apostar lleva a las personas a actuar de manera irracional y pone en peligro su bienestar y el de sus familias, según investigadores del Programa de Estudios de las Apuestas de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

Datos recabados entre el 2008 y 2010 por ese centro de estudios indican que casi el 83 por ciento de personas de ascendencia hispana habían apostado en algún tipo de juegos de azar.

Aunque en la mayoría de los casos no se reportan mayores consecuencias, en algunas personas el apostar puede ocasionar efectos de cierta gravedad que no sólo pueden afectar su salud sino también sus relaciones interpersonales, familiares, sociales y profesionales.

La adicción patológica a los juegos de azar es una afección caracterizada por una compulsión a seguir apostando sin autocontrol, acompañada por otros síntomas de daños a la salud física y mental, como fatiga excesiva, migrañas y hasta problemas cardiovasculares.

En casos extremos, los adictos experimentan cambios en su comportamiento y eso puede resultar en violencia doméstica o tendencias suicidas, según los investigadores de UCLA.  

Se calcula que el 25 por ciento de los que se catalogan como apostadores patológicos recurren al crimen para sustentar su adicción a las apuestas.

Ese problema está aumentando entre los asiáticos y los latinos, los dos grupos étnicos de mayor crecimiento en Estados Unidos. Los expertos piensan que podría ser más severo entre los inmigrantes hispanos; son quienes menos recurren a programas de ayuda psicológica diseñados para rehabilitar a personas con problemas de adicción.

La industria de casinos está enfocando con más interés sus campañas comerciales en ambos grupos. Por ejemplo, aparte de los conciertos y otros eventos especiales que atraen a multitudes de inmigrantes latinos, promocionan incentivos para que vayan a sus casinos a manera de pasatiempo de fin de semana.

“Los casinos les ofrecen comida y transporte gratis”,  explica Johns. “Y, en realidad, lo que están consiguiendo es que la gente gaste más de lo que les permiten sus posibilidades económicas”.

Se ha encontrado que eso ocurre aún entre quienes sólo van a los casinos para presenciar el espectáculo deseado. Luego de la función, más de la mitad de esos clientes se dejan llevar por otros trucos de mercadotecnia de la industria de las apuestas.

“Los casinos se diseñan con colores cálidos y atractivos. Y todo ese ruido que hace pensar que sus clientes están ganando bastante dinero”, anota Johns. “Y los clientes ni siquiera se dan cuenta de que están seduciéndolos para que gasten su dinero”.

Ante el potencial económico que representa la creciente población de inmigrantes hispanos, más casinos recurren a los espectáculos populares. Así obtienen cuantiosas ganancias, como descubrieron algunos casinos de Nevada que estaban a punto de cerrar a causa del estancamiento económico.

Los expertos en mercadotecnia suelen decir que la lealtad es una característica notable entre los latinos, como consumidores, en lo que se refiere a la compra de productos y servicios.

Por eso los casinos buscan maneras de complacerlos, ofreciéndoles lo que a ellos les gusta. Contratan a cantantes y otras celebridades populares en México y otros países latinoamericanos. Así, usualmente llenan sus locales con espectadores hispanoparlantes.

Dentro de los casinos se encuentran letreros con invitaciones como, “juegue blackjack en su propio idioma” y los guían a “mesas bilingües” de apuestas.

Aunque los latinos apuestan menos dinero que los asiáticos, lo hacen con mayor frecuencia y suelen ir en grupos, especialmente cuando van atraídos por espectáculos con artistas famosos. Sin embargo, la creciente popularidad de los casinos como medio de diversión entre inmigrantes latinos, amenaza con destruir su bienestar familiar, lamenta Johns.

“Yo no digo que usted no debería ir a un casino, de vez en cuando, para divertirse”, aclara Johns. “Pero debe darse cuenta de que su dinero se queda en los casinos. Una persona común y corriente no va a hacerse rica apostando en los casinos”.

Quienes frecuentan los casinos con la esperanza de obtener grandes ganancias, tarde o temprano se encuentran con una dura realidad, según ella.

“Todos queremos ganar bastante dinero sin tener que trabajar tanto. Pero, desafortunadamente, los únicos que están ganando bastante dinero en los casinos son los dueños de los casinos”.

En el 2007, la industria de los casinos en Estados Unidos obtuvo ganancias superiores a 92,270 millones de dólares, según las cifras más recientes. En California, se apostó aproximadamente $7,700 millones en casinos operados por tribus indígenas en el 2006; $1,700 millones en esas apuestas fueron en el condado de San Diego.

Johns recalca el impacto que ese tipo de adicción puede tener en las relaciones familiares de quienes se aficionan a los casinos.

“Si uno mira a los grupos de inmigrantes que se han sobrepuesto a la pobreza y tenido éxito en este país, uno encuentra que lo lograron trabajando y realizando sacrificios juntos, como familia”, remarca la especialista de Extensión Cooperativa de la UC. “Y, como familia, deben concentrarse en lo que es mejor para toda la familia, en vez de desperdiciar lo que tienen”.

A medida que se popularizan los casinos de juego, las autoridades reportan un aumento en los índices de criminalidad, según el reporte “El Juego en el Estado Dorado” (Gambling in the Golden State-1998 Forward), del Buró de Investigaciones del California.

Los delitos atribuidos a los apostadores patológicos “aumentan entre los residentes de la localidad y se asocia con crímenes que generan dinero para apostar o pagar deudas contraídas al apostar”, cita el reporte comisionado por la Oficina de la Procuraduría de Justicia de California.

Citando estadísticas nacionales del FBI, el reporte indica que en los condados en que operan casinos, seis años después de haber comenzado a operar los robos y otros daños a la propiedad aumentaron 8 por ciento y los crímenes con violencia 10 por ciento.

Por otro lado, una encuesta nacional realizada en 1999 encontró que un tercio de personas adictas al juego fueron arrestadas por crímenes ligados a ese problema.

Como resultado, una agencia del gobierno de California ofrece información, en inglés y español, para ayudar a vencer la adicción a las apuestas. A continuación, algunas recomendaciones del Departamento de Programas contra el Alcohol y Drogas de California:

Si piensa que apostar está convirtiéndose en algo más que un juego para usted, intente seguir estos consejos para moderar su hábito de juego.

  • Piense en el dinero que pierde como consecuencia de su entretenimiento.
  • Considere cualquier dinero que gane como un bono.
  • Determine una cantidad límite de dólares y no la sobrepase.
  • Determine el tiempo dedicado al juego y no lo sobrepase. Váyase cuando alcance su límite, ya esté ganando o perdiendo.
  • Piense que lo más probable es que pierda, y acepte esa pérdida como parte del juego.
  • No pida dinero prestado para apostar.
  • No deje que el juego interfiera con su familia, amistades o trabajo o se convierta en sustituto de estos.
  • No intente recuperar lo perdido. Lo más probable es que pierda aún más intentándolo.
  • No use el juego como un método para sobrellevar el dolor físico o emocional.
  • Conozca los síntomas preventivos de un problema con el juego.

 

Algunos de los síntomas en quienes están sucumbiendo a la adicción son:

  • Juegan para no acordarse de sus preocupaciones o para reducir la depresión o la soledad
  • Necesitan apostar cantidades cada vez más grandes de dinero para mantener la emoción
  • Se alejan de la familia, los amigos o las actividades habituales
  • No dan cuenta de espacios de tiempo perdidos
  • Su estado de ánimo cambia si ganan o si pierden
  • Descuidan sus necesidades personales o la salud
  • Se sienten ansiosos después de jugar
  • Mienten cuando se les pregunta por sus hábitos de jugar
  • Usan el fondo de jubilación o canjean una póliza de seguro para costearse el juego

By Alberto Hauffen
Author - Sr. Public Information Representative