Científicos descubren la capacidad de regeneración de las secoyas

Apr 7, 2011

BERKELEY – (UC) - Quienes tienen la suerte de pararse bajo el refrescante y frondoso dosel de las majestuosas y milenarias secoyas del Norte de California, podrían preguntarse qué fue lo que posiblemente motivó a los primeros pobladores de Estados Unidos a talar estos gigantes sin restricción alguna.

¿Les parecía infinita la expansión de los bosques? ¿Estaban desesperados los primeros pobladores por contar con trabajo y seguridad económica? ¿Acaso desconocían cuánto tiempo le toma a una floresta crecer hasta alcanzar el esplendor de una catedral?

De hecho, no podrían haber conocido mucho sobre la regeneración de un viejo bosque de secoyas taladas. En la historia escrita del mundo, este proceso nunca ha sido observado. Sin embargo, hoy día, los científicos han avanzado mucho en el entendimiento del proceso de regeneración de los bosques de secoyas de California gracias a la previsión y esfuerzos de Emanuel Fritz, el ya desaparecido profesor de silvicultura de la Universidad de California en Berkeley.

En 1923, Fritz y su colega, Woodbridge Metcalf, se toparon con un matorral de secoyas jóvenes en un bosque que había sido talado alrededor de 1860, y el cual se encontraba ubicado a 100 millas al noroeste de San Francisco.

*file114566*"Apenas podíamos creer lo que vimos", escribió tiempo después Fritz. Los científicos obtuvieron acceso al bosquecillo de un acre con el fin de estudiar el segundo crecimiento de un árbol y el desarrollo de un bosque. Fritz creyó encontrarse ante "el mayor y más viejo bosque de segundo crecimiento de la región entera de secoyas". Y por eso lo llamó la Parcela Maravillosa.

Décadas de información

Fritz contaba los árboles cada década, indicaba en un mapa sus ubicaciones, medía el diámetro de sus troncos y calculaba su altura y el volumen. El descubrió que, mientras que el número de árboles en la parcela se reducía, el diámetro promedio de los árboles y la altura y el volumen calculados se incrementaban.

A comienzos de la década de 1920, las compañías madereras no daban ningún valor a los bosques talados. Sin embargo, Fritz fue un gran promotor de un segundo crecimiento sostenible de las secoyas para la producción de madera. El entendía muy bien que los viejos bosques eran un recurso limitado, y estableció sus parcelas de investigación sabiendo que en 30 a 50 años, los silvicultores estarían haciéndose preguntas sobre el manejo del segundo crecimiento de árboles. El estudio de Fritz ayudó a demostrar la sorprendente y potencial regeneración de las especies.

"He estado en la parcela casi todos los años desde 1923 y espero llevar a cabo la que parece será la última de mis mediciones en 1963", escribió Fritz en 1960. En realidad, el científico llevó a cabo sus mediciones hasta 1983, cuando tenía 97 años de edad. Después de que Fritz muriera en 1988, científicos continúan con su legado ya que siguen registrando la información cada década desde entonces.

Silvicultores preservan la parcela de investigación

La Parcela Maravillosa ha cambiado de dueño muchas veces. La primera vez que Fritz tomó medidas, el propietario de la parcela era Casper Lumber. La propiedad fue transferida luego a Union Lumber y Georgia-Pacific. Fritz siempre tuvo acceso a la parcela y los propietarios nunca talaron los árboles. En el 2003, la propiedad fue transferida al Fondo de Conservación y luego al sistema de parques estatales de California como parte del parque estatal Mendocino Headlands.

Los silvicultores de Georgia-Pacific, muchos de ellos graduados del programa de silvicultura de UC Berkeley, recopilaron la información en la parcela cada diez años hasta que los profesores de silvicultura John Stuart y Jerry Allen, de la Universidad Estatal de Humboldt, se hicieron cargo de esta tarea en 1995, y en 2005, Greg Giusti se pasó a ser investigador líder.

"No quería que se rompiera la cadena", dijo Giusti, asesor de silvicultura de Extensión Cooperativa de la UC para los condados de Mendocino y Lake. “Recluté voluntarios de Save the Redwoods League, de Mendocino Land Trust y de los parques estatales de California para darle continuidad a la investigación".

La inspección hecha por Giusti en 2005 reveló algunos cambios desde la evaluación anterior. Descubrió que 70 de los árboles originalmente contados en 1923 seguían en pie y registró 17 nuevos árboles jóvenes.

"Esto representa una reducción significativa de los 112 árboles que había en la parcela en 1995, muchos de los cuales fueron derribados durante una tormenta en 1998", señaló Giusti.

En 1998, una tormenta de viento creó aperturas en el denso dosel de la parcela que permitió el arraigamiento de una nueva generación de secoyas por primera vez en más de un siglo. La altura promedio de los árboles en el 2005 era de 198.5 pies y el diámetro de 39.9 pulgadas.

Además de entender la producción de madera en la Parcela Maravillosa, Giusti está interesado en estudiar el hábitat asociado con los bosques centenarios. Sus investigaciones serán invaluables para quienes se preocupan por la conservación de las secoya.

"La Parcela Maravilla sirve como ejemplo de lo que tendremos con el tiempo y ese ejemplo es prometedor", dijo Giusti. “Los árboles están enormes, pero sólo son unos bebés a sus 100, 120 o 150 años. Tienen el potencial de vivir durante un milenio”.

“Ya se puede sentir esa calidad de catedral cuando caminas entre ellos. El aire cambia. La forma en la que el aire se mueve a través del bosque es diferente. Empieza a sentirse como un bosque que ya lleva años", indicó Giusti.

En inglés.


By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager