VISALIA – (UC) - El cuerpo de su bebé está cambiando rápidamente. A usted le encanta ver como su hijito crece y se transforma cada día y su anhelo es que tenga una vida sana.
En el mes del Día del Niño, instituido con el propósito de velar por el bienestar de los menores, una experta de la Universidad de California le dice qué hacer para fomentar en sus hijos los buenos hábitos alimenticios que necesita para crecer sano, fuerte y estar listo para cuando empiece la vida escolar.
Cathi Lamp, especialista en nutrición de Extensión Cooperativa de la Universidad de California en Davis, dice que es importante enseñar a los niños desde muy temprana edad, a partir de los nueve meses de edad, a consumir una variedad de alimentos; y para lograrlo los padres necesitan tiempo y paciencia.
La especialista afirma que los niños aprenden a comer nuevos alimentos explorándolos, de tal manera que los padres no deben espantarse si los niños hacen un desastre al tocar los alimentos, probarlos o intentar llevárselos a la boca por primera vez, ya que todo esto forma parte del aprendizaje.
“El niño siente temor natural de probar alimentos nuevos y por eso es importante permitir que los niños se familiaricen con nuevos alimentos desde temprana edad. Algunos niños requieren ver los alimentos hasta más de quince ocasiones antes de que incluso se animen a tocarlos o ponerlos en su boca. Deje que su niño lo vea a usted comiendo ese alimento que usted quiere que él coma. También permita que el niño toque el alimento, pero no lo obligue a comérselo si no quiere; si el niño rechaza el alimento la primera vez que lo prueba, eso no significa que nunca lo va a comer”, señala la especialista.
Ella indica que los seres humanos aprendemos a comer el tipo de comida que nos gusta en nuestros hogares durante nuestra niñez. “El padre debe tener en cuenta que no todas las comidas que le sirva a su hijo le van a gustar, pero con el tiempo, el niño aprenderá a disfrutar esa comida, de la misma manera en que nosotros los adultos aprendimos a saborear la comida cuando estábamos creciendo”, enfatiza Lamp.
Y sugiere algunas actividades que ayudarán a los padres a fomentar hábitos saludables en sus hijos de una manera divertida y gratificante:
La gráfica de las semillas
Una dieta saludable incluye los cinco grupos de alimentos: las frutas, verduras, granos integrales, carnes y frijoles y productos lácteos sin grasa. “Una alimentación sana requiere de frutas y verduras, productos lácteos como leche y yogur, granos como los frijoles, garbanzos, lentejas, alimentos de granos enteros como la avena o tortilla y las carnes sin grasa como el pollo o el pescado que son muy buenas para mantener a los niños sanos. Pero también hay que ofrecerles bebidas saludables como el agua, leche y jugos disueltos. Por ejemplo, al jugo de naranja póngale la mitad de agua, y evite que sus niños consuman sodas, bebidas deportivas o saborizadas,” indica Lamp.
Una forma de enseñar a los niños a comer alimentos que no han comido antes es llevando un registro de los alimentos que su hijo va probando. Y podría empezar dibujando una gráfica de las semillas de las frutas o verduras nuevas que su hijo ha ido incorporando paulatinamente a su alimentación. Por ejemplo, elija frutas o verduras que tengan semilla y cada vez que el niño pruebe un alimento nuevo, pegue la semilla a una hoja o cartulina. Y si el niño ya sabe sostener el lápiz, pídale que dibuje la forma de esa fruta o verdura.
“Llevar un registro de las nuevas frutas y verduras que sus niños han ido probando ayudará a que los pequeños se sientan orgullosos de sus logros. Es una forma de premiarlos por probar nuevos alimentos. Además, podrá medir sus avances pues usted quiere que su hijo tenga una dieta variada y aprenda a disfrutar de una amplia variedad de frutas y verduras puesto que cada una de ellas contiene diferentes nutrientes”, señala la experta.
Cocinar juntos es divertido
En la sociedad actual, el tiempo apremia y siempre estamos apurados; sin embargo, para ayudar a los niños a explorar los alimentos necesitamos hacer un alto para involucrarlos en el manejo, planeación y preparación de los alimentos.
La especialista sugiere realizar las siguientes actividades:
- hablar con los niños sobre sus comidas favoritas;
- planear juntos la cena;
- ir al mercado con los niños y dejar que ellos ayuden a elegir sus frutas y verduras favoritas;
- Platicar con los pequeños de los colores que tienen los alimentos, especialmente si el niño está empezando a aprender a hablar de los colores y las formas de las frutas y verduras. Su hijo se divertirá al tiempo que aprende.
“Recuerde que debe involucrar a sus niños en la planeación y preparación de las comida pues entre más familiarizados estén con los alimentos más dispuestos van a estar para probarlos", agrega Lamp. "Deje que el niño se tome el tiempo que necesita para explorarlos; permita que primero toque el alimento con las manos. No lo fuerce nunca a comérselo si no quiere, pero déjelo participar. Por ejemplo permita que le ayude a rebanar una fruta o verdura con un cuchillo de plástico”, dice la especialista
Establezca rutinas
Lamp dice que las rutinas ayudan a los niños a sentirse seguros pues saben qué esperar y les permiten cambiar de una actividad a otra de una manera fácil y paulatinamente. Por lo tanto, es importante que el desayuno y la cena tengan una hora fija todos los días. Por ejemplo, cuando los niños empiezan la escuela, van a encontrar que la comida escolar es diferente a la que acostumbran comer en casa. La transición a la comida escolar será más fácil para aquellos niños a quienes se les ha enseñado, poco a poco, a tener una alimentación variada y balanceada.
No premie a sus hijos con comida
La especialista en nutrición indica que uno de los errores más frecuentes que cometen los padres es premiar a sus hijos con alimentos, por lo general poco saludables. “Es mejor demostrarle a los niños que los ama dándoles un abrazo, dedicándoles tiempo, o realizando actividades divertidas como cantar juntos. El pasar tiempo con los hijos es mejor que recompensarlos con productos dulces o salados. No use la comida para premiar a los niños”, recalca Lamp.
La especialista indica que cuando los niños tienen entre 1 a 3 años de edad y no comen mucha carne, una fuente natural de hierro, los niños necesitan obtenerlo de otros alimentos.
El hierro es un nutriente importante en la dieta humana pues es el encargado de llevar oxígeno a la sangre, y las personas con deficiencia de hierro pueden sufrir anemia.
“Los niños necesitan fuentes de hierro y los padres deben buscar cereales, fortalecidos con hierro, que no tengan tanta azúcar. Hay que poner atención a la etiqueta que describe el valor nutritivo de los alimentos", recomienda la nutricionista. El cereal debe contener 45 por ciento o más de hierro. Además hay que dar a los niños fríjoles que son una fuente natural de hierro. "Es recomendable servir junto con los frijoles jugo de naranja porque la vitamina C ayuda al cuerpo a absorber mejor el hierro de los frijoles”, indica Lamp.
Finalmente, la especialista recuerda a los padres que la mejor forma de educar a los hijos es con el ejemplo. “Sus niños quieren ser como usted; ellos aprenden observando e imitando a los padres”, subraya la especialista.