Investigadores prueban nuevas técnicas para mejorar el sabor del tomate

Mar 16, 2010

SANTA CLARA – (UC) – Los pequeños agricultores enfrentan todo tipo de retos, desde el alto costo de la tierra y las plagas hasta la necesidad de abastecer la creciente demanda de frutas y verduras en un mercado cada día más sofisticado. Y para continuar con su importante misión, los productores cuentan con la ayuda de científicos de la Universidad de California que buscan constantemente técnicas nuevas para que el campo produzca más con menos.

En California hay más de 75 mil ranchos agrícolas que emplean aproximadamente unos 650 mil trabajadores cada año. Es  gracias a los trabajadores agrícolas, la mayoría de ellos inmigrantes mexicanos, que California ocupa el primer lugar en la nación en la producción de alimentos. Y son precisamente los agricultores a pequeña escala, quienes conforman el 85 por ciento de la agricultura de todo el estado y generan la mayor parte de esta riqueza.

Con motivo de la Semana Nacional de la Agricultura, que se celebra del 14 al 20 de marzo, un investigador de la Universidad de California experto en granjas a pequeña escala dio a conocer los avances de un estudio para mejorar el sabor del tomate.

Aziz Baameur, de Extensión Cooperativa de la UC en Santa Clara, dijo que en los últimos dos años ha estado experimentando con nuevas técnicas de cultivo que ayudarán a mejorar el sabor del tomate, a la vez que contribuirá en el ahorro del agua.

Su labor es importante porque en los Estados Unidos el tomate es la fruta de mayor consumo.  Datos del Departamento de Agricultura, indican que el 28 por ciento de los estadounidenses comen por lo menos un platillo al día que contiene tomate. De hecho, este país ocupa el segundo lugar en producción mundial de tomate, después de China. A nivel nacional, la producción anual del tomate, fresco y procesado, genera más de 2 mil millones de dólares al año. 

Por otra parte, esta fruta también ha generado un mayor número de quejas en torno al sabor. “Mucha gente que compra tomates en el supermercado no está muy contenta pues no encuentra el sabor que éste tenía en el pasado; entonces tiene sentido trabajar para mejorarlo,” afirmó Baameur.

El especialista indicó que en base a estudios que ya se han hecho se está experimentando con una nueva técnica de irrigación que reduce la cantidad de agua que se usa en el riego. Se ha encontrado que el exceso de agua y fertilizante son dos de los factores responsables de que el tomate no obtenga su sabor óptimo.

“Lo que  estamos buscando es usar menos agua en tomates de diferentes variedades, primero para comprobar si es factible, y segundo, para ver si la calidad del tomate decae o mejora y si esto impacta el nivel de producción”, dijo Baameur.

El investigador indicó que esta técnica es sólo aplicable a los pequeños productores porque se enfoca en la calidad y no en la cantidad. “Este es un método excelente para los productores en pequeña escala, no para agricultores que cultivan dos mil acres; es una técnica para productores que necesitan entablar y mantener una relación con sus consumidores”, señaló Baameur.

El asesor agrícola agregó que hasta ahora, los estudios indican que la reducción del agua afecta la producción de algunas variedades de tomate. Sin embargo, la calidad en términos del sabor, nutrientes y color parece aumentar, “el resultado es una fruta más comible, y más agradable al paladar”, dijo  Baameur. Agregó que en el futuro, los beneficios de este estudio podrían extenderse a otros cultivos.

Al especialista se le preguntó si tenía algunos consejos para que el consumidor aprenda a seleccionar los mejores tomates, pero no tuvo una respuesta concreta. Aclaró que no hay manera de saber cuál fruta tiene mejor sabor hasta que no se prueba, pues no basta con la inspección visual.

 “El sabor de los tomates depende de varios factores y tiene que ver con la variedad porque el tomate es una de las frutas más diversa en cuanto a formas, colores y tamaños; pero desafortunadamente, muchos de los tomates que consumimos han sido cultivados con mucho fertilizante y agua y eso afecta el sabor", dijo Baameur.

El investigador brinda asesoría a productores a pequeña escala en temas como irrigación, nutrientes, manejo de pesticidas orgánicos, fertilidad, calidad del agua, y se ha especializado en crear cursos para pequeños productores, muchos de ellos inmigrantes. De hecho, algunos cursos han sido traducidos al cantonés y español.  

Es una labor  importante puesto que la agricultura apoyada por la ciencia  ha hecho que California continúe siendo líder nacional en producción. Aquí es donde se producen más de 400 productos que genera un ingreso superior a  36 mil y millones de dólares anuales.

Baameur indicó que los agricultores a pequeña escala enfrentan muchos retos en estos días de crisis económica. Sin embargo, señaló que tienen a favor que el consumidor se ha vuelto más sofisticado y quiere saber cómo y dónde se producen los alimentos que consume; esto ayudará a la producción local y, por ende, a los pequeños agricultores. 


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By Norma De la Vega
Author - Broadcast Communications Specialist III