Jun 11, 2009
DAVIS (UC)- En mayor o menor grado, la zozobra causada por la prolongada crisis económica está impactando las relaciones familiares en muchos hogares. De no tomarse precauciones, los niños podrían ser los más afectados, advierte una especialista de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.
"Las familias que están atravesando por dificultades financieras tienden a enfrentar una serie de eventos que irremediablemente impactan de manera negativa a los niños", indica la doctora Lenna Ontai.
El bienestar emocional de los niños empeora a medida que se deterioran las relaciones entre sus padres, como está ocurriendo en muchas familias como consecuencia de la inestabilidad económica que ha elevado las tasas de desempleo en todo el país.
"Cuando los padres comienzan a discutir y a mostrar aversión uno al otro, esos pleitos irremediablemente perjudican también la relación de cada uno de ellos con sus hijos", agrega la especialista en desarrollo infantil y bienestar familiar.
El impacto social del caos en las relaciones familiares puede ser grave.
"Comenzamos a ver más violencia, drogadicción, alcoholismo, más hábitos de comportamiento peligroso y todas esas cosas que luego se reflejan en los niños", dijo Ontai.
Algo similar se documentó en Estados Unidos entre un gran número de familias a raíz de la llamada "Crisis Granjera", que hace unos 30 años causó estragos económicos en los estados primordialmente agrícolas.
De esa crisis surgieron lecciones valiosas. Por ejemplo, que las adversidades económicas se superan mejor mediante la unión familiar.
"En los estudios realizados en los últimos 30 años se ha comprobado que la mejor manera en que una familia realmente puede superar una crisis es básicamente manteniéndose unida y trabajando como equipo", anota Ontai. "Los adultos en el hogar deben enfocarse en mantener una relación positiva entre sí, sin importar si hay dinero o no lo hay".
Como paso inicial, Ontai aconseja analizar y tratar de encontrar soluciones a los problemas financieros de una manera realista y, hasta donde sea posible, con optimismo.
"Debemos entender que estamos pasando por tiempos bastante estresantes, que tenemos que trabajar juntos para superarlos. Eso, en sí, tiene un gran efecto protector para los niños", dijo.
Ontai asegura que la cohesión familiar ayuda incluso a comprobar que el dinero no es indispensable para obtener la felicidad.
"Las familias que entienden eso, que pueden encontrar maneras de divertirse con sus hijos sin gastar dinero, son las familias que mejor salen libradas de crisis económicas", añadió. "Aproveche las actividades recreativas que no cuestan dinero y hágalas en familia; eso es muy importante".
Pasar tiempo reunidos en familia es mucho más importante para el bienestar de los niños, según la especialista, porque les ayuda a sentirse seguros del apoyo emocional que ellos necesitan recibir de sus padres.
"Lo más importante que los padres pueden dar a sus hijos es parte de su tiempo; 10, 15 minutos caminando juntos, paseando en bicicleta o jugando con una pelota. Cualquiera de esos pasatiempos realmente ayuda al niño y a toda la familia en tiempos difíciles", sostiene Ontai.
En las actividades recreativas que involucran la actividad física, los adultos podrían ser los más beneficiados de ese tiempo compartido con la familia. Ontai señala que quienes practican actividad física de manera regular tienden a gozar de mejor salud física y mental; y eso les ayuda a estar mejor preparados para encontrar soluciones para todo tipo de problemas.
" Así que, respire profundo, aprenda a relajarse y encontrará que puede enfrentar los tiempos difíciles de una manera más positiva", concluyó la especialista en bienestar infantil y familiar de la UC.
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