LOS ANGELES – (UC) -- Cuando a los niños menores de cinco años les da sed, por lo general buscan algún envase parecido a algo que hayan bebido en el pasado, según lo explica Cheryl Wilen, asesora para el control de plagas de Extensión Cooperativa de Universidad de California en el Condado de Los Angeles.
Esto incluye las botellas y latas de refrescos gaseosos, y los vasos de cartón y de vidrio. Aunque que el Departamento de Reglamentación de Pesticidas de California no ha reportado ningún caso de envenenamiento por pesticidas en niños desde 2000 (2005 es el último año del que se tiene información disponible), en años previos, los incidentes de este tipo ocurrieron cuando los niños ingirieron pesticidas guardados en recipientes inadecuados.
Por ejemplo, una niña de dos años, tomó insecticida que su abuela había diluido y vertido en una botella para beber y un niño de cuatro años tomó de una botella de agua en la que un vecino había diluido un pesticida que contenía diferentes ingredientes.
También, un niño de dos años se enfermó de gravedad cuando tomó un insecticida que había sido guardado en un recipiente para jugo. Por fortuna, todos estos niños se recuperaron.
“Los pesticidas, aún aquellos descritos como orgánicos, nunca se deben usar en torno a los niños, y los recipientes de comida y bebidas nunca deben usarse para guardar pesticidas”, dijo Wilen.
La experta recomienda usar utensilios de medir que sean exclusivamente para los pesticidas con el fin de evitar el contagio de los alimentos. Todos los pesticidas y líquidos de limpieza se deben almacenar fuera del alcance de los niños, de preferencia en gabinetes bajo llave o fuera de la casa. La línea directa del Centro Nacional para el Control de Envenenamientos (800-222-1222) puede proporcionarle información, pero si sospecha que ocurrió un envenenamiento con pesticidas, lleve al niño de inmediato con un doctor. De ser posible, proporcione a su doctor el nombre del producto tóxico.