Los trabajadores inmigrantes ayudarán a prevenir el agroterrorismo en Estados Unidos

Sep 15, 2005

(UC) DAVIS- La mano de obra inmigrante siempre ha sido vital en la agricultura de Estados Unidos. Ahora, con la ayuda de la Universidad de California, podría ser una importante arma secreta para proteger las fuentes de alimentos de posibles ataques terroristas.

 

“Eso es realmente importante porque sabemos que los terroristas han contemplado atacar los sistemas de abastecimiento de alimentos”, explicó Jerry Gillespie, aludiendo al papel que los trabajadores agrícolas jugarán en un proyecto a nivel nacional para prevenir actos de sabotaje en la producción y distribución de alimentos.

 

“No podremos tener éxito en proteger los sistemas alimentarios del país sin la ayuda de los trabajadores”, añadió Gillespie, director del Instituto Occidental  para la Seguridad y Protección de Alimentos con sede en el plantel de la Universidad de California en Davis.

 

Se calcula que sólo en los campos agrícolas de California laboran entre 50,000 y 75,000 trabajadores inmigrantes, en su gran mayoría originarios de México.

 

El proyecto pide que se implementen programas de capacitación de trabajadores del sector agropecuario y de la industria de alimentos procesados. Se espera que ellos ayuden a detectar y reportar incidentes relacionados con el agroterrorismo, como se le llama a esa preocupación surgida a raíz de los ataques perpetrados el 11 de septiembre del 2001 por extremistas musulmanes contra estadounidenses en Nueva York y Washington, D.C., y que cobraron miles de vidas.

 

Especialistas de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC y del instituto concluyeron recientemente un programa piloto de capacitación en el que participaron 57 trabajadores hispanoparlantes de cinco granjas lecheras del área de la Bahía Norte y el Valle Central de California.

 

El estado tiene más de 2,100 lecherías que, aparte de su importancia en la nutrición de la población, emplearon a cerca de 434,200 californianos y produjeron ingresos de más de 5,300 millones de dólares en el 2004. Esto superó a todos los otros rubros agropecuarios de California y representó el 21 por ciento de toda la leche producida en Estados Unidos.

 

Todas las otras granjas dedicadas a la cría de ganado como fuentes de alimento recibirán el mismo grado de interés ya que, igual que las lecherías, son también potencialmente vulnerables a la introducción deliberada de virus y enfermedades infecciosas capaces de aniquilar a esa industria. Según Gillespie, eso podría prevenirse con la ayuda de los trabajadores.

 

“Sobre todas las cosas, es muy importante que estén atentos a cualquier cosa inusual”, señaló Gillespie, quien espera también que los trabajadores den mayor atención a la presencia de individuos y vehículos extraños en las proximidades de granjas y otras fuentes de alimentos.

 

“Queremos que aprendan a reconocer indicios muy tempranos de enfermedades como la fiebre aftosa (foot and mouth disease)”, dijo Gillespie acerca de la enfermedad bovina que en la década pasada causó conmoción en las industrias ganaderas de Inglaterra, Canadá y Estados Unidos.

 

En California operan aproximadamente 78,500 granjas que en total producen más de 350 cultivos comerciales, lo que representó alrededor de 31,800 millones de dólares para la economía estatal en el 2004. Luego de las lecherías, los rubros con más ganancias fueron los viveros de plantas, producción de uvas, almendras y ganado de carne, según el Servicio Nacional de Estadísticas Agrícolas.

 

El programa de prevención de agroterrorismo también se pondrá en vigor en fábricas y plantas procesadoras de alimentos, centros de distribución y cualquier operación importante del sistema de producción y abastecimiento de productos alimenticios.

 

El programa de capacitación en español incluye clases  en granjas y otros centros de trabajo y la distribución de historietas ilustradas con formato tipo fotonovela que son tan populares en México, teniendo en cuenta que el 80 por ciento de los trabajadores agrícolas en California son inmigrantes mexicanos.

 

“Muchos de ellos hablan español como idioma principal”, dijo Gillespie. ”Y ellos serán increíblemente importantes en ser los primeros en responder a cualquier fechoría que pueda llevarse a cabo en las granjas, plantas procesadoras o cualquier otro sector del sistema alimentario.”

 

El Instituto Occidental para la Seguridad y Protección de Alimentos de la UC ha estado coordinando las medidas preventivas tomadas por agencias locales, estatales y nacionales para poner a salvo a la agricultura de atentados terroristas.

 

California, debido a su gran población y su enorme producción agrícola, “es tan importante para todo el país y para el mundo entero que su seguridad es una gran preocupación y tenemos que tomarla muy en serio”, afirmó Gillespie. “No sólo las industrias agrícolas podrían resultar afectadas; todos seríamos afectados”.

 

California supera en producción agrícola a Texas, Iowa, Nebraska y Kansas, sus competidores más cercanos.

 

Gillespie recalcó el impacto que pueden tener los trabajadores que reciban el adiestramiento del programa de capacitación creado por la UC para prevenir el agroterrorismo.

 

“Realmente no hay nadie que pueda detectar inmediatamente ese peligro mejor que los trabajadores de granjas, cultivos agrícolas o plantas procesadoras. Es un frente de defensa muy importante”, concluyó el director del Centro Occidental para la Seguridad y Protección de Alimentos de la UC.

 

En inglés


By Alberto Hauffen
Author - Sr. Public Information Representative