RIVERSIDE-(UC)— Durante el verano muchos adolescentes buscan trabajo y ésto brinda una excelente oportunidad para los padres de encauzar la vida económica de sus hijos. Los comentarios del joven y cómo usa del dinero que gana revelan si va por el camino del éxito o si aun tiene que aprender y adquirir las costumbres necesarias para forjarse un futuro financiero seguro.
“Entre los estadounidenses, 40% reportan gastar más de lo que ganan”, precisa Karen Varcoe, especialista en asuntos del consumidor de Extensión Cooperativa de la Universidad de California. “Además, 20 por ciento de los empleados encuentran difícil llevar a cabo sus actividades laborales normales por preocupaciones económicas”.
Hay quienes piensan que los adolescentes son demasiado jóvenes para preocuparse por cuestiones relacionadas con el manejo del dinero. La realidad, según Varcoe, es que en el 2004, los jovencitos entre 12 y 19 años de edad gastaron 169 mil millones de dólares.
El uso de tarjetas de crédito por este segmento de la población va también en aumento. Reporta la especialista que 33por ciento de los estudiantes de preparatoria ya se vale de ellas. En vista de que en Estados Unidos únicamente 32por ciento de los padres hablan con regularidad acerca del manejo del dinero con sus hijos, es probable que la mayoría de los jóvenes no sepan cómo usar una tarjeta de crédito de manera responsable. Corren el riesgo de arruinar su historial crediticio aún antes de iniciar la vida laboral de adulto, dificultar su compra de un auto o casa y de cerrar las puertas a la posibilidad de buenos empleos.
Los padres no deben esperar que las escuelas enseñen a sus hijos a cuidar y administrar el dinero. Apunta Varcoe que la gran mayoría de los estudiantes entre 16 y 22 años de edad (71%) nunca ha tomado un curso de finanzas personales en las aulas.
Evite que sus hijos se conviertan en uno de tantos adultos que nunca llegan a lograr sus principales metas en la vida por no planear para el futuro. Aproveche la participación de los muchachos en trabajos veraniegos para guiarlos en cuanto al buen manejo del dinero. Como padre de familia, ¡es su responsabilidad!