(COACHELLA) -UC--La Universidad de California, en colaboración con la Universidad Estatal en San Bernardino, ofrece a las granjas pequeñas en el Valle de Coachella un nuevo programa, la Iniciativa para los Pequeños Agricultores (Small Farm Initiative), cuya meta es brindarles información acerca de cultivos alternativos, mercadeo especializado de productos que aún tienen poca demanda, cooperativas y riesgos económicos.
Los dueños de granjas a pequeña escala en esa región se enfrentan a retos poco comunes. Durante el verano, el calor extremo que con frecuencia sobrepasa los 115º Fahrenheit causa estrés en los cultivos de verduras tiernas, hace necesario el enfriamiento inmediato para la postcosecha e imposibilita la venta directa de productos en puestos en caminos y carreteras.
“Muchos de los cultivos que siembran los propietarios de granjas pequeñas son extremadamente perecederos y deben ser enfriados sin dejar pasar más de una hora de cosechados”, precisa José Aguiar, asesor agrícola de Extensión Cooperativa de la Universidad de California en Riverside. “Como no tienen muchos productos ni trabajadores, es bastante problemático”.
En el invierno, el clima templado atrae a una multitud de personas que escapan de regiones con clima frío. La creciente población compite con las granjas por la provisión limitada de agua del valle, dando pie a la urbanización acelerada y aumentando el valor de las tierras. Terrenos en el desierto que hace apenas unos años tenían un valor de $6,000 por acre ahora comúnmente se venden por $50,000 por acre. Dado que la mayoría de agricultores a pequeña escala cultivan en terrenos alquilados, el aumento en el valor de la tierra fomenta un estado de inseguridad y contribuye a que no estén muy dispuestos a invertir en la granja.
Los granjeros de Coachella se encuentran lejos de los mercados agrícolas tradicionales del sur de California y, por lo tanto, se necesitan ideas novedosas de mercadeo para que los pequeños cultivadores puedan competir con los grandes consorcios agrícolas en el valle.
Para ayudar a los agricultores con esta situación, dos instituciones educativas establecieron el programa Iniciativa para los Pequeños Agricultores en el Centro para la Iniciativa Empresarial del Inland Empire (CSUSB Inland Empire Center for Entrepreneurship), con sede en la Universidad Estatal de Califoria en San Bernardino y gracias a una subvención de $200,000 del Departamento de Agricultura de los EE.UU. Estos fondos permitirán aumentar los servicios de asistencia, desarrollar innovadores programas de mercadotecnia y compartir recursos para ayudar a los agricultores que más lo necesitan en el Valle de Coachella y de otras zonas de los condados de San Bernardino y Riverside, región conocida como el Inland Empire.
El nuevo programa podría beneficiar a agricultores como Doug Adair, quien administra una granja de cinco acres de dátiles orgánicos en Thermal. El compromiso de Adair a la producción orgánica presenta más retos en cuanto al control de plagas y la nutrición de las plantas. Aguiar le recomendó que plantara chícharo de vaca o garbanzo tropical (cowpea) como cultivo de cobertura puesto que este tipo de planta absorbe nitrógeno del aire y lo transforma en fertilizante.
“Estos garbanzos pueden ayudar a controlar la maleza y brindan nitrógeno y materia orgánica, por eso los granjeros que siembran muchos cultivos diferentes están muy complacidos con el sistema”, apunta Aguiar.
Adair usa una variedad de métodos para el mercadeo de sus dátiles, incluso un puesto en el mercado de granjeros en Alhambra, ventas por correo y un innovador programa, “Alquile la Madre Naturaleza” (Rent Mother Nature) en el cual los consumidores pagan por el “alquiler” de una palmera datilera durante el año y reciben los dátiles de “su palmera” cuando sean cosechados en octubre.
Otro agricultor que ha recibido ayuda de asesores de Extensión Cooperativa de la Universidad de California a lo largo de los años es George Torres, quien comenzó trabajando en labores de riego mientras que su esposa cosechaba quimbombó (okra). Juntos, iniciaron labores independientes, alquilando primero parcelas pequeñas para cultivar su propia okra y luego comprando 10 acres y alquilando 30.
Torres habla jovialmente de los muchos logros y retos de su carrera como agricultor. Como resultado de su experiencia, se ha convertido en maestro de la diversificación.
“Si planto seis cultivos y cinco no se dan, por lo menos uno se da bien”, señala Torres. Eta Takele, especialista en economía agrícola de Extensión Cooperativa de la Universidad de California e investigadora de este proyecto, apunta que la diversificación juega un papel importante en estabilizar el ingreso de las granjas pequeñas y es, por lo tanto, una herramienta clave para controlar mejor la posibilidad de pérdidas económicas.
Torres atribuye mucho de su éxito a la ayuda y entrenamiento que recibió de Extensión Cooperativa por medio de Aguiar y Butch Durazo, quien anteriormente ocupara el puesto de Aguiar.
“Antes, yo tenía un complejo de inferioridad por ser un pequeño agricultor”, apunta Torres. “Butch aumentó la confianza que tenía en mi mismo. Me enseñó cómo buscar soluciones. Si no fuera por él, no hubiera sobrevivido”.
Torres, quien recientemente invitó a comer a su flamante casa a un grupo de asesores agrícolas, ha logrado más que sobrevivir. Con su ingenio, aprendiendo de sus errores y estando dispuesto a escuchar a quienes saben más, la familia Torres es un modelo del Sueño Americano. Este mismo resultado es el que quisieran compartir Takela, Aguiar y Peggy Mauk, consejera de horticultura subtropical, con más agricultores del Valle de Coachella y del Inland Empire.
Como parte de las actividades proyectadas, los asesores de granjas de Extensión Cooperativa de la UC encuestaron a agricultores locales para determinar sus necesidades. Su estudio reveló que los cultivadores a pequeña escala necesitan mercados cercanos, por lo que organizaron seminarios para enseñarles cómo buscar y conseguir otras opciones de mercadeo, menos comunes, a nivel local. Además, Joe Elizondo, director del Centro para la Iniciativa Empresarial del Inland Empire , ha estado desarrollando una prometedora estrategia de mercadeo, buscando una colaboración entre agricultores locales a pequeña escala, el programa de almuerzos escolares Farm-to-School del Departamento de Defensa y el grupo Desert Alliance for Community Empowerment.
Al Departamento de Defensa le gustaría contar con frutas y verduras frescas de las pequeñas granjas pero necesita de una provisión continua. La Alianza es dueña de un centro de distribución y almacenamiento en frío que no se viene aprovechando demasiado. Un consorcio de agricultores que trabajen juntos y planeen cuidadosamente la siembra de sus cultivos podría proveer las frutas y verduras frescas, en buena cantidad, durante todo el año. El programa Small Farm Initiative viene trabajando para unir a los participantes y dar inicio a este innovador programa de beneficio mutuo.