FRESNO-(UC)—
California es el principal productor de leche en los Estados Unidos. Sin
embargo, muchos de los trabajadores en las 2,125 lecherías del estado desconocen
las técnicas básicas del cuidado de ganado, situación que sirvió de inspiración
para el desarrollo de un exitoso cursillo para trabajadores en
lecherías.
“Las
lecherías en California son cada vez más complejas y los empleados necesitan
capacitación en los métodos más novedosos”, precisa Gerald Higginbotham, asesor
agrícola de Extensión Cooperativa de la Universidad de California especializado
en la industria lechera.
En
respuesta a estas necesidades, un grupo de asesores y especialistas en ganado
lechero estableció el Cursillo para Trabajadores de Lecherías (Dairy Herdsman
Shortcourse). Con una duración de 3 días, el curso consiste de conferencias
y talleres prácticos acerca de la administración de la lechería, técnicas
básicas del cuidado del ganado lechero y los métodos actuales más novedososl. De
interés especial para muchos es el taller acerca de la manera de manipular al
becerro en el útero para que adquiera una posición normal y no se dificulte su
nacimiento.
Las
presentaciones se dan en inglés, con traducción simultánea al español, dado el
porcentaje tan alto de latinos que trabajan en las lecherías. Los participantes
reciben una carpeta con la información compartida en las conferencias y
presentaciones, un equipo para tratamiento de mastitis de acuerdo a los
reglamentos en California, un estetoscopio y un medidor de calostro por
lechería.
Se
ha evaluado la efectividad del curso de dos maneras: más del 70% de los
participantes han obtenido un puntaje más alto en la prueba que toman al final
del curso a comparación del que obtuvieron en la prueba al inicio del curso; y
más del 40% de los integrantes de los tres primeros cursos ya están usando en
las lecherías lo que aprendieron.
Es
tan alta la demanda para tomar este curso que hay una lista de espera. Este
cursillo es de especial beneficio a los condados que han perdido asesores debido
a recortes presupuestales, como en Stanislaus, San Joaquín y Tulare, principal
condado lechero. “Estamos tratando de llenar esos vacíos llevando este programa
de un lugar a otro”, apunta Higginbotham.