RIVERSIDE-(UC)— En hogares de bajos ingresos donde hay niños, el Crédito por Ingresos de Trabajo (EITC, siglas en inglés) puede aumentar el ingreso familiar anual en más de $4,000. Sin embargo, un estudio realizado recientemente por la Universidad de California indica que la mayoría de familias latinas elegibles en zonas rurales de California no recibe este crédito, aparentemente por falta de información y por tener poco acceso al formulario para pedirlo y a programas de ayuda con la preparación de impuestos.
“El Crédito por Ingresos de Trabajo ha sido descrito como el programa federal más extenso y más exitoso de asistencia pública para familias de pocos ingresos”, señala Karen P. Varcoe, especialista en economía del consumidor con la Universidad de California. “Las familias elegibles son aquellas cuyo ingreso anual es menor al doble del nivel federal de pobreza”, explica.
A nivel nacional, un número mayor de estas familias recibe el crédito EITC que las que reciben estampillas para alimentos, Medicaid o ayuda a través del programa de Asistencia Temporal para Familias Necesitadas (siglas TANF en inglés). Sin embargo, ciertos grupos de trabajadores elegibles piden este crédito con menos frecuencia; entre ellos están: familias con ingresos muy bajos, trabajadores que anteriormente recibieron asistencia pública (welfare) y personas que no hablan inglés.
“Según la Encuesta Nacional de Familias Estadounidenses realizada en 1999, las familias latinas de bajos ingresos e todo el país son las que tienen una menor probabilidad de saber acerca del crédito EITC o de haberlo recibido”, precisa Marta López, especialista en nutrición y asuntos de la familia y del consumidor con Extensión Cooperativa de la UC.
El estudio, llevado a cabo en California, encontró que casi tres cuartas partes (74%) de participantes no latinos de pocos ingresos sabían acerca del crédito EITC y aproximadamente 50% lo había recibido en algún momento, mientras que sólo aproximadamente 32% de los padres latinos sabían acerca del crédito y apenas 18% lo habían recibido, a pesar de que más del 66% de los participantes se había graduado de la preparatoria. A nivel nacional, entre 80 al 86 por ciento de las familias elegibles recibe el crédito EITC.
Los requisitos para poder recibir este crédito en 1999, año en que se hizo la encuesta, incluían ser residente legal de los EE.UU.; haber recibido ingresos laborales durante el año; tener uno o más hijos naturales, adoptados legalmente, de crianza temporal (foster children) o hijastros menores de 18 años viviendo en el hogar y tener ingresos menores al doble del nivel nacional de pobreza.
A pesar de la predominancia de familias de ingresos bajos en comunidades rurales, la mayoría de los hogares que reciben el crédito EITC se encuentran en zonas urbanas y suburbanas. Las investigadoras encontraron que una cifra más baja de familias latinas elegibles en comunidades rurales californianas recibe el crédito EITC que el promedio nacional, hallazgos reflejados también en investigaciones a nivel nacional. Por lo general, estas familias no tenían suficiente información fidedigna acerca de la existencia del crédito, requisitos para la elegibilidad y el procedimiento para pedirlo.
“Este problema es mayor cuando hay barreras culturales o de idioma,” indica López. “También influyen los lazos estrechos entre familias latinas, quienes acostumbran buscar ayuda entre familiares en vez de solicitarla a agencias gubernamentales u organizaciones comunitarias”.
Algunos trabajadores de bajos ingresos no reciben este crédito por no presentar una declaración de impuestos ya que creen que no los deben o que no recibirán un reembolso. Sin embargo, para poder recibir el crédito EITC, deben presentarla aunque no deban impuestos e incluir el formulario Schedule EIC.
Otro factor limitante, según las investigadoras, es la frecuencia con que uno de los miembros de una familia prepara las declaraciones de impuestos de familiares. A pesar de lo valiosa que esta ayuda pueda ser, quien llena el formulario de impuestos por lo general no está capacitado para hacerlo y sólo usa el formulario 1040EZ del IRS.
Algunos trabajadores no piden el crédito EITC por creer que no cumplen con los requisitos de edad. En el caso de trabajadores solteros, este crédito está disponible para quienes han cumplido los 25 años de edad; pero en el caso de padres de familia, su edad no es un obstáculo, siempre y cuando sus propios padres no los reporten como dependientes en su declaración de impuestos.
En cuanto a los trabajadores inmigrantes legales, ciertamente no son elegibles para ciertos programas de asistencia pública. Sin embargo, sí pueden recibir el crédito EITC si cumplen con los requisitos antes citados.
Varcoe y López encontraron que las familias en zonas metropolitanas y suburbanas tienen acceso a agencias que brindan información acerca del crédito EITC y ayudan a trabajadores elegibles a pedirlo, incluso ofreciendo servicios gratuitos de preparación de impuestos. Sin embargo, muchas no cuentan con oficinas en comunidades rurales donde hay una concentración de latinos en California. Además, y aunque haya una oficina a unas cuantas millas, muchas familias con ingresos limitados en zonas rurales no cuentan con un vehículo o acceso a transporte público.
Varias agencias, incluso el Servicio de Impuestos Internos (siglas IRS en inglés), reconocen que muchas familias no solicitan el crédito EITC y buscan maneras de mejorar la difusión de información al respecto. Por su parte, las investigadoras han encontrado que un número doble de familias elegibles solicita exitosamente el crédito al año siguiente de haber recibido volantes impresos por el IRS acerca del EITC.
Sin embargo, el monto total recibido puede verse reducido por pagos a terceros de hasta $100 por la preparación de una declaración de impuestos; estas mismas personas animan a sus clientes a sacar un préstamo de reembolso anticipado de impuestos (siglas RAL en inglés) cuyo costo varía desde $90 hasta $300. En el 2002, algunos bancos nacionales afiliados a preparadores comerciales de declaraciones de impuestos obtuvieron aproximadamente $2 mil millones de fondos que debieran haber recibido familias elegibles al crédito EITC.
“El reto es usar muchas de nuestras organizaciones para llegar a familias latinas en zonas rurales”, apunta López. Concluye, junto con sus colegas, que se requieren programas que brinden a las comunidades rurales información adecuada acerca del crédito EITC, los requisitos de elegibilidad, procedimientos para presentar la declaración de impuestos y el formulario necesario; así como servicios de preparación de declaraciones de impuestos sin costo o de costo reducido.
Acualmente, el IRS proporciona información bilingüe, como también lo hace la Universidad de California en su Programa Ampliado de Educación sobre Alimentos y Nutrición y el Programa de Educación sobre Estampillas de Alimentos y Nutrición. Desgraciadamente, estos programas no se encuentran en todo el estado.
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Este artículo se basa en el estudio, Rural Latino families in California are missing earned income tax benefits,” publicada en la revista California Agriculture, Vol. 58, No. 1. edición de enero-marzo, 2002.