Extensión Cooperativa de la UC contribuye a la prosperidad de una comunidad

Mar 15, 2004

YREKA -- (UC) -- Una original idea que genera miles de dólares anualmente para fines caritativos surgió cuando una especialista con Extensión Cooperativa de la Universidad de California combinó la inspiración con la creatividad de su comunidad.

 

Es una situación que la especialista cree podría sacar a la gente de la pobreza, reducir lo que se envía a vertederos, convertir el reciclaje en algo lucrativo, ofrecer un propósito a voluntarios, aumentar el orgullo comunitario y recaudar fondos y aumentar la concientización respecto a objetivos loables.

 

A pesar de que la lista de posibles beneficios pueda parecer poco realista, Yvonne Steinbring, especialista en nutrición y ciencias de la familia y del consumidor en el condado de Siskiyou, ha logrado la mayoría. Durante los dos últimos años, mercancía que no podía venderse ni en tiendas de segunda mano ha sido transformada en artículos de regalo que se venden a precios de “boutique” en una linda tienda en la histórica calle principal de Yreka.

 

La inspiración brotó cuando una voluntaria en la tienda de segunda Madrone Hospice Thrift Store observó que artículos usados en excelente estado que no cabían en la tienda eran sacados por la puerta trasera para llevarlos al vertedero municipal. La voluntaria llamó a Steinbring.

 

“Las tiendas de segunda en ciudades grandes tienen otras opciones”, precisa Steinbring. “El excedente puede ser empacado y exportado para ser usado como ropa o artículos textiles reciclados, tales como materiales para empacado, piezas de tela para limpieza o material aislante. Sin embargo, en comunidades más pequeñas como la nuestra, el excedente se desecha”.

 

Fue así como la idea empezó a germinar. Al ver faldas de lana a cuadros, Steinbring y un grupo de voluntarias se imaginaron bellos tapetes tejidos. Al ver pantalones de mezclilla pasados de moda, se imaginaron hermosas cubrecamas acolchadas. Al ver corbatas de seda de patrones estrafalarios, se imaginaron originales cojines decorativos. Con el paso de los días, el grupo empezó a conocerse como “Artesanas de corazón del hospicio” (Hospice Heartisans) y su visión se convirtió en realidad.

 

La especialidad de Steinbring es el tejido en telar. “Siempre me han fascinado los telares”, dice. Sus tapetes tienen su inicio como artículos de lana de segunda. El grupo de voluntarias desbarata cuidadosamente los sacos, pantalones y faldas, y los encoge lavándolos en agua caliente. Cada pieza se corta en tiras angostas que luego se unen con hilo y se enrollan en bolas. Se les agrupa por colores y texturas, que al combinarlas, resultarán en un producto muy colorido y atractivo. Steinbring teje los tapetes en un telar grande que compró en 1970. Los tapetes se venden muy bien a $1 la pulgada.

 

Jo Ellen Raymaker, una de las voluntarias, usa corbatas viejas de seda y según el estampado y colorido, las cose para convertirlas en fundas para almohadas. Las almohadas de seda dan un toque cautivante a cualquier sala de estar.

 

Las voluntarias también tejen a mano cuidadosamente tiras de franela de camisas y sábanas en un telar pequeño para elaborar cómodos tapetes para gatos. Los tapetes de lana reciclada hechos en un telar más grande son los productos más caros y exquisitos en la tienda. La combinación artística de colores y texturas ha sido reconocida con más de un primer premio para Bonnie Shuttpelz en la Feria del condado de Siskiyou. Al concluir la feria, las artesanas venden sus creaciones por $95 cada una.

 

Las artesanas tuvieron su inicio en un espacio reducido en la parte trasera de la tienda de segunda mano. En el 2001, inaguraron su propio local, “Hospice Heartisans Studio and Boutique”, que se encuentra en el 209 W. Miner Street. El personal voluntario atiende al público de 10 a.m. a 4 p.m., de miércoles a sábado y la tienda es concurrida por gente de la localidad, turistas y viajeros que aprovechan la cercanía de la autopista estatal 5.

 

Las artesanas están convencidas de que su éxito se debe al control de calidad. No venden cualquier artículo hecho a mano sino únicamente las piezas más creativas y de buena clase. Un comité examina cuidadosamente sugerencias de mercancía y donativos y acepta las que atraen por lo artístico de su diseño. Lo ingenioso de este método de negocios ha sido demostrado en Yreka con ventas de $14,000 en el 2003. Ahora Steinbring ha empezado a compartir esta idea con organizaciones fuera del condado de Siskiyou.

 

Steinbring está disfrutando de un año sabático de su puesto con Extensión Cooperativa de la UC para estudiar el flujo de textiles descartados por tiendas de segunda y escribir un programa de estudios de 10 lecciones para enseñar a grupos de voluntarios o pequeños comerciantes cómo obtener ganancias de artículos desechados. En los próximos meses se pondrán a prueba las lecciones en varios lugares, incluso en Texas y en México. Se ofrecerán también mini cursillos a miembros del 4-H y a administradores de tiendas de segunda mano en los condados de Kern y Orange. Steinbring busca otras oportunidades para poner a prueba el programa de lecciones y mejorarlo.

 

Entretanto, Yreka continúa gozando de los beneficios del programa de las Artesanas de Corazón, que también ha aportado un arraigado sentir comunitario.

 

“Hemos entablado amistades, algo muy valioso que no debe menospreciarse”, precisa Mary Ellen Bryan, voluntaria de las artesanas y miembro de la mesa directiva del hospicio Madrone. “La boutique Heartisans nos ha permitido conocer mejor a nuestra comunidad”.

En inglés


By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager