Estudio de la UC busca proteger a pizcadores de árboles frutales

Mar 15, 2004

DAVIS – (UC) - Investigadores de la Universidad de California estudiarán por un período de cuatro años las labores de cosecha de árboles frutales con la meta de establecer pautas para reducir las lesiones típicas de esas actividades.

 

El estudio, subsidiado por el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Laboral (NIOSH, sigla en inglés), estará a cargo de John Miles, director del Centro de Investigación de Ergonomía Agrícola de la UC en Davis. El estudio se enfocará primordialmente en las lesiones que resultan de la cosecha de fruta que requiere el uso de escaleras.

 

Aunque se han documentado ampliamente las lesiones que resultan de caídas de escaleras en la pizca de huertos, el efecto a largo plazo de subir y bajar constantemente, llevando cargas usualmente demasiado pesadas, no ha recibido la atención necesaria para reducir lesiones menos obvias, según Miles.

 

“Particularmente las lesiones acumulativas, las que no aparecen instantáneamente; no una caída o fractura de brazos sino las del tipo que surgen con el tiempo, que suelen manifestarse inicialmente como un músculo adolorido, dolor de espalda pero que conducen quizás a lesiones persistentes”, explicó el catedrático de ingeniería agrícola y biológica.

 

Se calcula que en California anualmente ocurren unas 26,000 lesiones que resultan en incapacidad laboral, la mayoría por lastimaduras musculares, usualmente causadas por la prisa y el cansancio.

Miles y sus colegas han tenido éxito en reducir lesiones entre cosechadores en cultivos de uvas y fresas implementando el uso de bandejas más pequeñas. Con ello evitaron que los trabajadores lleven demasiada carga al sitio de recolección en los campos. Asimismo, demostraron la importancia que los descansos periódicos tienen en reducir accidentes laborales.

 

“Sólo uno o dos minutos de suspender la actividad para estirar y relajar el cuerpo un poco nos da tiempo para que nuestro cuerpo se recupere y podamos seguir trabajando”, sostiene Miles.

 

Miles hizo notar que usualmente el pago de pizcadores depende de la cantidad de fruta que cosechan y por lo tanto muchos son reacios a tomar descansos de manera individual. En el proyecto de cosecha de fresas él implementó el uso de un silbato para marcar el momento de descanso.

 

“Los trabajadores de la cuadrilla realmente no querían parar hasta que todos lo hicieran porque temían que, si lo hacían, los otros iban a tomar ventaja y cosas por el estilo”, señaló el investigador. “Tuvimos que usar un silbato para que todos pararan. Y dos minutos después, hacer sonar el silbato otra vez para reanudar las labores”.

 

Según Miles, esa y otras medidas de seguridad podrían ayudar a proteger a los trabajadores y prolongar su vida laboral en la agricultura.

 

“Las consecuencias a largo plazo son muy claras: incapacidades permanentes. Si va uno a los campos notará que la mayoría de los trabajadores son jóvenes.  Y se pregunta uno: ¿Dónde están los trabajadores viejos? Bueno, pues tuvieron que encontrar otro empleo o andan por ahí con una lesión permanente y muchos de ellos ya no pueden trabajar del todo”, aseveró.

 

Los investigadores estudiarán 12 cultivos de fruta de árbol, especialmente los huertos de cítricos en la parte central y sur del estado. En el primer año, se documentarán y analizarán riesgos específicos de lesiones. En años subsecuentes se desarrollarán e implementarán estrategias para reducir las lesiones, conjuntamente con trabajadores y agricultores. El último año se analizarán las causas y soluciones identificadas en todos los cultivos incluidos en el estudio. 

En el 2001, el año con cifras más recientes en ese ramo industrial, la fruticultura generó más de $1,600 millones para la agricultura de California. La fruticultura californiana tradicionalmente se ha mantenido en los dos primeros sitios en producción a nivel nacional y emplea anualmente a decenas de miles de trabajadores.


By Alberto Hauffen
Author - Sr. Public Information Representative