Aug 1, 2003
Las piscinas pueder ser un buen sitio para escapar de las altas temperaturas del verano. Pero el Centro para el Control de Enfermedades reportó recientemente un aumento en casos de enfermedades parasíticas transmitidas por residuos fecales, usualmente atribuidos a niños pequeños, en esos sitios de recreo. El toxicólogo Art Craigmill, de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, tiene más detalles:
Craigmill: “It only takes a very small amount to contaminate a huge amount of water. And only one or two mouthfuls… Basta una cantidad muy pequeña de bacteria para contaminar una gran cantidad de agua. Y sólo basta uno o dos tragos de agua contaminada con este tipo de microorganismo para enfermarse”.
Se calcula que el ochenta por ciento de los casos de infecciones contraídas en piscinas se deben a que ciertas bacterias se han vuelto resistentes al cloro que se usa para descontaminar el agua. Según Craigmill, entre más pequeña es la piscina, mayor es el riesgo.
Craigmill aconseja no dejar que los niños entren al agua si tienen diarrea. Y la misma medida se aconseja para los adultos, para evitar accidentes.
De la Universidad de California, Myriam Grajales-Hall.