¿Qué significa realmente “comer bien”?

Nov 20, 2013

Hoy en día es casi imposible leer una revista, encender la televisión o meterse a Facebook sin que nos digan cómo debemos comer, qué debemos comer y qué no debemos comer.  

Pero la verdad es que, los consejos sobre la nutrición no son nada nuevo. Algunas de nuestras reglas para comer se remontan a épocas antiguas como parte de las enseñanzas religiosas y las tradiciones alimenticias que son fundamentales para nuestro entendimiento de la cultura. Lo que si es algo nuevo en el último siglo es la aplicación de la ciencia en la nutrición, para que podamos saber con mayor exactitud lo que la ciencia de la nutrición nos dice qué es mejor a la hora de llenar nuestros platos.

Un nuevo libro escrito por un investigador de la Universidad de California en Davis argumenta que los consejos sobre la dieta moderna no son solamente algo científico, sino que siguen teniendo un mensaje cultural, étnico y moral.

Eating Right in America: The Cultural Politics of Food & Health” (Comiendo bien en Estados Unidos: la política cultural de los alimentos y la salud) analiza cómo los movimientos reformistas de la dieta moderna en los Estados Unidos no solo nos dicen cómo comer bien, sino también cómo convertirnos enmejores personas y buenosciudadanos. ¿Puede el comer de cierta manera hacernos diferentes y un tanto mejores personas? ¿Y quién define el tipo de personas por el que debemos luchar por convertirnos, mediante una alimentación mejor?

La autora Charlotte Biltekoff hace un llamado a cambiar la manera como pensamos sobre lo que significa “comer bien”

El libro analiza cuatro movimientos de reformas alimentarias a lo largo del último siglo:

  • el surgimiento de la ciencia doméstica y la economía del hogar,
  • el programa de nutrición nacional durante la Segunda Guerra Mundial,
  • el movimiento alimentario alternativo y
  • el movimiento antiobesidad.

Estos movimientos reformatorios cubren avances nutricionales como la ciencia de cocinar, el descubrimiento de las vitaminas, el cambio en el énfasis de enfermedades contagiosas a crónicas, y la creciente importancia de la dieta y el estilo de vida como parte de la salud. El libro examina cómo los ideales dietéticos han cambiado, cómo los ideales sociales han cambiado a la par de ellos y la relación entre los dos.

Según el autor, los conceptos sobre la identidad de la clase media, una buena ciudadanía y responsabilidad individual han sido mezcladas junto con consejos sobre nutrición antes de ser servidos al público.

Rose Hayden-Smith, líder de la iniciativa de Sistemas Alimentarios Sustentables de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC e historiadora de jardinería, dice que no ve la hora de poder leer este libro.

“La idea de consideraciones empíricas y éticas sobre opciones alimentarias realmente tienen sentido para mí, arraigadas en la Era Progresiva”, señaló. “Todos estos avances científicos no importan si la gente no los adopta. Así que creo que es muy importante que los científicos entiendan el contexto cultural hacia donde se dirige su trabajo”.

Beth Mitcham, especialista de Extensión Cooperativa de la UC en el Departamento de Botánica en UC Davis, estaba intrigada ante una presentación ofrecida recientemente por Biltekoff en UC Davis.  

“Esto expande mi forma de pensar acerca de las dificultades que tenemos para seleccionar alimentos y las probabilidades que existen para complicar mensajes bien intencionados”, manifestó. “No podemos ignorar la evidencia científica que indica la elección de alimentos tiene un enorme impacto en nuestra salud, pero también hay que darse cuenta que las cosas que decimos van cargadas de juicios".

En una entrevista reciente en la radio pública Capital, Biltekoff señaló cómo el hecho de analizar la historia puede aclarar verdades difíciles.

“La historia es una excelente herramienta para aprender a ver las cosas de una manera diferente”, dijo Biltekoff. “La historia que digo en el libro sugiere que nos preocupamos mucho sobre lo que es bueno comer debido a los intereses sociales envueltos en 'comer bien'. Porque no se trata solamente de nuestra salud física, sino también de nuestro sentido de identidad. Hay mucho en juego de lo que puede que no estemos conscientes, pero que realmente es una parte esencial de la conversación sobre la 'buena comida’ ”.