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Dos temas importantes en las nuevas pautas alimentarias federales
Las nuevas Pautas Alimentarias del gobierno de Estados Unidos adoptan una postura audaz para reducir el consume de azúcar, pero deberían hacer más para promover el consumo de agua, según expertos en nutrición de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California (UC ANR).
El Instituto de Políticas sobre Nutrición (NPI, por sus siglas en inglés) de ANR de la UC, ha encabezado un esfuerzo para lograr que el gobierno designe al agua como la bebida de elección en las pautas alimentarias y agregue el símbolo del agua en MiPlato. Las directrices no van tan lejos, pero por lo menos incluyen la información recomendando beber más agua – en letras pequeñitas.
“La recomendación de las pautas para substituir bebidas azucaradas por agua se basa en una ciencia sólida. Estas bebidas son la fuente principal de azúcar agregada entre la niñez de nuestro país – y esta guia es explícita e inequívoca y apoyará nuestro trabajo para continuar promoviendo el consumo de agua como la bebida de cero calorías”, dijo Lorrene Ritchie, directora del NPI. “Sin embargo, la forma en la que esta guia es presentada, le da a pocos estadounidenses la oportunidad de verla: en una lista de consejos que explica cómo usar los componentes de MiPlato para crear sus propias soluciones para comer saludablemente, ‘MyWins'. La comunidad para la salud pública y la nueva Alianza Nacional para el Consumo de Agua, coordinados a través del NPI, aprovechará el potencial de este mensaje escrito en letras pequeñas, para continuar con la educación, promoción y defensa en torno al consumo de agua”.
Las Pautas Alimentarias para los Estadounidenses, las cuales son actualizadas cada cinco años basado en los últimos avances de la ciencia nutricional, sirven como base para la política federal sobre nutrición y ayuda a establecer el tono sobre la forma en la que deben alimentarse los estadounidenses. Las directrices del 2015-2020, publicadas este mes, recomiendan un patrón de alimentación saludable con una cantidad limitada de azúcar agregada y grasa saturada, así como, menos sal y más frutas y verduras y granos integrales.
Por primera vez estas directrices recomiendan un límite claro de azúcares agregados de no más de un 10 por ciento de las calorías diarias.
“La ciencia acerca de los riesgos contra la salud por un dieta de alto contenido de azúcares es fuerte”, indicó Ritchie. “No solo se asocia el azúcar con el riesgo de enfermedades crónicas y obesidad, sino que también desplaza a alimentos conocidos por proteger y promueve la salud”.
Y, ¿cuál es la forma más simple de reducir el consumo de azúcar?
“Reduzca el consumo de bebidas azucaradas en su dieta tomando agua natural en lugar de bebidas azucaradas”, dijo Ritchie. “Este simple cambio de estilo de vida puede ser una respuesta eficaz a la ciencia de la nutrición más reciente en las nueva pautas alimentarias para los Estadounidenses”.
Lea más comentarios de expertos de la UC sobre las nuevas pautas alimentarias
Una iniciativa para mantener y mejorar la salud de las familias y comunidades es parte de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC. Visión Estratégica 2025.
El impacto de las bebidas azucaradas en la salud
Los estadounidenses consumen diariamente casi tres veces más de la cantidad de azúcar recomendada y casi la mitad de la población de Estados Unidos consume bebidas endulzadas en cualquier día dado.
El consumo excesivo de azúcar contribuye a la obesidad, caries dental, menstruación precoz y enfermedades crónicas como la diabetes y del corazón. Para agregarle a todos estos daños, los doctores están atribuyendo a las dietas ricas en azucares enfermedades del hígado no relacionadas con el consume de alcohol, las cuales pueden llevar a una cirrosis.
Esto debería de ser suficiente para hacerlo reaccionar y poner atención a los consejos sobre el consumo excesivo de bebidas azucaradas y productos que contienen mucho azúcar.
¿Qué es una bebida azucarada? Es cualquier bebida, más o menos, con azúcar agregada u otros endulzantes, incluyendo jarabe de maíz alta en fructosa. La larga lista de bebidas incluye refrescos gaseosos, limonadas, ponche de frutas, bebidas de frutas en polvo, bebidas deportivas, café endulzado, bebidas energizantes, tés y muchos de los productos de leche con sabor.
Las personas son cada vez más conscientes de los problemas que existe al consumir demasiadas bebidas azucaradas y están tomando las medidas necesarias para reducir su consumo. Algunos distritos escolares con grados k-12, en toda la nación, están limitando la venta de refrescos gaseosos y la ciudad de Davis requerirá muy pronto que los restaurantes ofrezcan leche y agua como primera opción de bebida en las comidas para niños.
La Extensión Cooperativa de la Universidad de California, la entidad de alcance en el condado de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC se ha asociado con organismos de la salud para llevar a cabo programas de servicio público para jóvenes y familias acerca de las bebidas azucaradas. La Extensión Cooperativa de UC ANR en el condado de San Joaquín presentó recientemente un taller para padres de familia titulado "Rethink Your Drink" (Cambie su bebida) junto con la Oficina de Educación del Condado y la Extensión Cooperativa del condado de Solano están trabajando con el Departamento de Salud Pública de California para lograr la participación de los jóvenes en los programas "Rethink Your Drink".
Lucia Kaiser, especialista en nutrición de Extensión Cooperativa de UC ANR, co redactó un informe de políticas sobre los inmigrantes de zonas rurales de California que tienen agua potable de mala calidad o que perciben el agua potable como mala. Kaiser, quien es también miembro de la facultad de nutrición en UC Davis, se dio cuenta que los estudios han encontrado un vínculo entre la calidad del agua y el consumo de bebidas azucaradas, lo cual representa una preocupación entre las comunidades de bajos ingresos que no cuentan con recursos para purificar el agua.
Este mes, julio 2015, UC San Francisco no vende más bebidas endulzadas en su campus y UCSF ha lanzado una Iniciativa de Bebidas Saludables. UC Berkeley llevó a cabo este año el Sugar Challenge (Reto del Azúcar) y UC Davis está llevando a cabo un estudio sobre bebidas azucaradas entre mujeres.
Los científicos de UC San Francisco, UC Davis y el Instituto de Nutrition Policy Institute de UC ANR y otras universidades están estudiando los efectos del azúcar en la salud e implementando programas de alcance comunitario acerca de la salud. La Global Food Initiative(Iniciativa Alimentaria Global) de la UC empieza a enfocarse en el consumo excesivo de bebidas azucaradas.
¿Cuál es una alternativa saludable de las bebidas azucaradas? El agua por supuesto. Muchas universidades y en los lugares públicos están reemplazando las fuentes de agua potable con estaciones de agua para que los estudiantes y otras personas puedan llenar sus propias botellas. La presidenta de la UC, Janet Napolitano, está trabajando con el Instituto de Políticas sobre Nutrición en una petición audaz y razonable para que el agua sea parte de la guía alimentaria de MiPlato de USDA.
La próxima vez que tenga sed, beba con sabiduría en favor de una buena salud.
Si desea más información:
- Blog de alimentos, “Las bebidas azucaradas se esconden tras un ‘halo' de salud”; UC ANR, agosto del 2014
- Instituto Nutrition Policy Institute, UC ANR
- La UCSF lanza Sugar Science Initiative, (Iniciativa de la Ciencia sobre Azúcar), a nivel nacional
- Conozca la verdad sobre el azúcar: cómo impacta el azúcar a su salud, video de UCTV, mayo del 2015
- El costo oculto del azúcar; comunicado de prensa de UCSF, noviembre del 2014
- ¿Por qué azúcar? ¿Por qué ahora?, blog escrito por Laura Schmidt, UCSF
Ley mejora disponibilidad de bebidas sanas en guarderías de California
Tomando en cuenta que más de la mitad de los niños en edad preescolar reciben cuidado infantil, investigadores del Instituto de Políticas sobre Nutrición de ANR (ANR Nutrition Policy Institute) o NPI, por sus siglas en inglés, decidieron investigar si las normas e estándares sobre bebidas saludables en los centros de cuidado infantil podrían mejorar la alimentación de los pequeños. Otra razón para enfocarse en niños de esta edad fue que los niños pequeños todavía están desarrollando sus hábitos alimenticios. Es muy probable que aquellos que inician una alimentación sana a temprana edad, tengan una mejor salud que los niños que desarrollan el hábito de comer comida chatarra y tomar bebidas endulzadas.
En el 2008 y 2012, los investigadores del NPI llevaron a cabo una encuesta entre más de 400 guarderías de California elegidas al azar, para analizar el tipo de bebidas que servían antes y después de que la Ley de California para Bebidas Saludables en Guarderías (AB 2084) entrara en vigor en enero del 2012. Bajo esta ley, solo se permite servir leche sin grasa o baja en grasa (1 por ciento) y sin endulzantes o saborizantes a niños de dos años o mayores y no más de una porción de 100 por ciento jugo al día. No se permite servir ningún tipo de bebidas azucaradas. Además, se debe tener agua disponible durante todo el día, incluso con todas las comidas, botanas y durante el recreo.
La directora del NPI, Lorrene Ritchie, presentó los resultados de la investigación del instituto el pasado 30 de junio durante la Octava Conferencia Bianual sobre Obesidad Infantil. El estudio de NPI reveló que la norma era eficaz a la hora de mejorar la disponibilidad de bebidas saludables en las guarderías de California. El suministro de leche entera declinó de casi un 30 por ciento en las guarderías en el 2008 a menos del 9 por ciento en el 2012. El suministro de otras bebidas también mejoró. En el 2008, un 27 por ciento de las guarderías ofrecían jugo más de una vez al día, comparado con solo 20 por ciento en el 2012. Las guarderías que no ofrecen ningún tipo de bebida azucarada se redujo de un 7.6 por ciento en el 2008 a un 6.9 por ciento en el 2012.
“Sabemos que las bebidas que los niños consumen pueden ponerlos en riesgo de sufrir de sobrepeso u obesidad”, dijo Ritchie. “Las buenas nuevas es que los estándares sobre bebidas saludables si mejoraron el entorno de bebidas sanas en las guarderías de California. Esta ley impacta potencialmente un millón de pequeños niños pequeños en nuestro estado”.
A pesar de las mejoras en la disponibilidad de bebidas, el NPI reveló que un 60 por ciento de las guarderías son conscientes de la ley, y solo un 23 por ciento cumplía con todos los estatutos.
“Necesitamos hacer más para mejorar la disponibilidad de bebidas sanas”, señaló Ritchie. “Basados en nuestros hallazgos, recomendamos que todos los proveedores de cuidado infantil tengan acceso a un entrenamiento sobre nutrición para que entiendan y puedan cumplir con los estándares sobre las bebidas en guarderías de California.
El estudio del NPI también evaluó los efectos que tiene el servir agua con las comidas y botanas. Aun cuando esto no era parte de las estipulaciones de la ley de California, es la mejor manera de enseñar a los niños a elegir agua primero cuando están sedientos. Colocar el agua en la mesa no tuvo un impacto en el consumo de leche y otros alimentos, lo cual era una preocupación común entre quienes cuidan de los niños pequeños. Sin embargo, el estudio reveló que la ley tampoco tuvo mucho efecto a la hora de incrementar el consumo de agua entre los niños.
“El simple hecho de servir agua con las comidas y bocadillos no tiende a interferir con el consumo de otros alimentos sanos”, señaló Ritchie. “Pero no sabemos qué pasaría si se sirviera agua de tal manera que incrementara substancialmente el consumo de agua”.
La Iniciativa Global de Alimentos de la Universidad de California busca colocar al mundo en una senda que le permita alimentarse de manera sustentable y nutritiva. Avanzando a partir de proyectos actuales y creando nuevas colaboraciones entre los 10 planteles de la UC, laboratorios nacionales afiliados y la División de Agricultura y Recursos Naturales, la iniciativa desarrollará y compartirá soluciones a problemas de seguridad alimentaria, salud y sostenibilidad para beneficio de California, los Estados Unidos y el mundo entero.
Adaptado al español por Leticia Irigoyen.
No hacer cambios en la alimentación es muy arriesgado para EE. UU. y México
"No hacer cambios es riesgoso", dijo Pat Crawford, directora de investigación del Instituto de Políticas sobre Nutrición (NPI) de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California (UC ANR). "Los Estados Unidos –a la par con México– tienen las tasas más altas de obesidad en el mundo industrializado. Con estas tasas de obesidad extraordinariamente altas, nos acercamos a índices de enfermedades en continuo aumento como nunca antes, no solo diabetes, sino también enfermedades cardiacas y algunos cánceres, incrementando los costos del cuidado de la salud y reduciendo la productividad".
"Todavía más alarmante", continuó diciendo Crawford, "es el hecho poco conocido de que un 23 por ciento de los adolescentes en este país padecen en la actualidad de pre diabetes o diabetes, según las pruebas de sangre realizadas durante nuestro estudio nacional de salud más grande (NHANES, por sus siglas en inglés). Algo no está bien en una sociedad como la nuestra en la que muchos niños están creciendo con un alto riesgo de padecer una enfermedad que es prevenible”.
El UC Food Observer publicó una extensa entrevista con Crawford, quien, antes de unirse al Instituto de Políticas sobre Nutrición, fue cofundadora y directora, durante 15 años, del Centro para el Peso y la Salud de UC Berkeley. Ella es también especialista en nutrición de Extensión Cooperativa de UC ANR, así como profesora adjunta de la Facultad de Salud Pública de UC Berkeley.
Crawford dirigió el estudio longitudinal de 10 años denominado Crecimiento y Salud de NHLBI (NHLBI Growth & Health Study), un estudio epidemiológico sobre el desarrollo de la obesidad en niñas afroamericanas y la iniciativa FitWIC, para la prevención de la obesidad que el programa WIC lleva a cabo en cinco estados. En la actualidad, ella encabeza estudios para evaluar una amplia variedad de programas y políticas de nutrición a nivel estatal y nacional. Crawford, una investigadora con reputación internacional, sirvió en la Fuerza Especial de la Legislatura de California sobre Diabetes y Obesidad.
A continuación las preguntas y respuestas que el UC Observer le hizo a Pat Crawford:
P: Usted ha trabajado intensamente durante varias décadas para inspirar un cambio positivo en la salud humana. ¿Podría decirles a nuestros lectores un poco sobre las políticas de nutrición y lo que la motiva a hacer esto? ¿Qué le hace sentir pasión por su trabajo?
R: Desde la década de los 70 a los 90, participé en estudios de investigación midiendo los efectos en la salud de las dietas infantiles y los niveles de actividad física, con una atención particular en las disparidades raciales y étnicas. Durante este periodo vi una clara evidencia del deterioro de las dietas infantiles, con una alarmante y generalizada transición a alimentos precocinados y procesados de tipo botana. Estos alimentos se estaban vendiendo y distribuyendo en las mismas instituciones en las que los niños estaban aprendiendo o siendo cuidados. Los mismos estaban siendo objeto de una extensa publicidad y mercadeo a los niños y estaban reemplazando los alimentos más nutritivos. Los nuevos alimentos estaban con frecuencia fuertemente fortificados, haciéndolos parecer engañosamente como alternativas nutritivas. Mientras observaba estos cambios dietéticos, también empecé a ver el rápido y sorprendente incremento, sin precedentes en los casos de obesidad infantil, con sus implicaciones adherentes a la salud. Aprendimos que las dietas infantiles se caracterizaban por un exceso de calorías provenientes de alimentos con bajo contenido nutritivo que pueden causar efectos negativos a nivel general entre la población durante la niñez y edad adulta. Nuestra dieta rica en alimentos procesados y tipo botana se asoció con la triplicación de las tasas de obesidad infantil y una nueva propagación de diabetes tipo 2 como nunca antes se había visto entre niños. Supe que necesitaba dejar de observar las tendencias y empezar a tratar de revertirlas.
Lo que me mantiene motivada es saber que el cambio es posible cuando se lleva a cabo una investigación de políticas de alto nivel y se comunican sus resultados a quienes toman decisiones y a quienes trabajan con niños. Durante la última década hemos visto señales tempranas de reducción en las crecientes tasas de obesidad infantil. Si esta energía de mejorar la salud de los niños continúa durante 20 años más, puedo esperar que las tasas de obesidad infantil regresen a los niveles de los años previos a la década de los 80, eliminando, de esa manera, los factores de riesgo de sufrir diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón durante la niñez.
P: Su equipo de investigación se ha mudado recientemente a UC ANR, para ser parte del Instituto de Políticas sobre Nutrición y usted se ha convertido en la nueva directora principal de investigación de la unidad. ¿En cuáles oportunidades estratégicas y puntos fuertes espera enfocarse esta unidad de investigación?
R: Esta nueva unidad se encuentra dentro de la División de Agricultura y Recursos Naturales de todo el sistema de la UC, en lugar de localizarse en un campus específico. Esto nos ofrece mayores oportunidades para una colaboración entre varios planteles sobre asuntos de importancia estatal y nacional. Al localizarnos en UC ANR, también esperamos usar un enfoque más amplio de los sistemas alimentarios con una mayor diversidad de colegas y, por supuesto, utilizar el poder de investigación de Extensión Cooperativa de UC ANR para obtener un alcance a través de todo el estado.
P: La gente de color por lo general obtiene los resultados de salud más pobres en los Estados Unidos. ¿Qué tipo de políticas públicas nos pueden ayudar a cambiar eso? Usted dirigió un influyente estudio epidemiológico sobre el desarrollo de obesidad entre niñas afroamericanas. ¿De qué manera influyó este estudio en su forma de pensar respecto a los esfuerzos de educación sobre nutrición y las políticas públicas en esa arena?
R: El estudio de 10 años denominado Crecimiento y Salud NHLBI (NHLBI Growth and Health Study) fue uno de los primeros estudios en desenmarañar los efectos de la raza/etnicidad e ingreso y educación familiar en la obesidad infantil. Descubrimos que la pobreza es un determinante crítico de la obesidad. Este hallazgo guió mi trabajo subsecuente en la conducción de investigación sobre WIC (Women, Infants, and Children), el Programa de Almuerzos Escolares y SNAP-Ed (Supplemental Nutrition Assistance Program Education, conocido previamente como cupones de alimentos), todos los cuales nos ofrecen la oportunidad de abordar a los individuos con mayores riesgos, incluyendo los niños.
Hemos visto mejorar dramáticamente estos programas. Por ejemplo, el programa WIC, el cual sirve a mujeres embarazadas de bajos recursos y a sus hijos, cambió sus paquetes de alimentos para incluir más comidas sanas. De manera similar, las pautas para almuerzos escolares buscan asegurar que se sirvan más alimentos sanos a los niños. La mayoría de los niños que se benefician de esto son estudiantes de bajos recursos que califican para comidas gratis o a precios reducidos. Todavía hay mucho trabajo por hacer para mejorar los programas y asegurarnos que todos los que pueden beneficiarse tengan acceso a ellos y que los beneficios sean financiados adecuadamente. Lo que me anima a seguir adelante es lo mucho que se ha logrado.
P: La persona promedio conoce relativamente poco sobre cómo la investigación puede informar e influir en la política pública. ¿Hay algunas ideas que le gustaría ofrecernos?
R: Los cuerpos legislativos, tanto a nivel estatal como nacional, están ansiosos de recibir información con bases científicas para tomar las mejores decisiones posibles. Los legisladores desean impactar de manera positiva la salud de sus constituyentes. Y cada vez más legisladores están conscientes que nuestro país gasta demasiado en cuidado médico y no goza de la mejor salud. Esto hace que incrementemos nuestro enfoque en la prevención de enfermedades, siendo muy claro que debemos hacer más para promover la salud de la población y lograr que la gente no tenga que consumir servicios del cuidado de la salud. El consumo alimenticios es cada vez más reconocido como el principal factor en la prevención y reducción de las tasas de enfermedades crónicas en este país. Por lo tanto, el ofrecer a los responsables de tomar decisiones una buena evidencia sobre las formas en que se puede mejorar el consumo dietético y por consiguiente la salud de la población, ofrece oportunidades para hacer algo que ayude a los constituyentes — y en resumidas cuentas a mejorar a la nación completa.
P: La Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics) recientemente recibió una gran cantidad de atención negativa cuando su nuevo logo de los Niños Comen Bien (Kids Eat Right) terminó en Kraft Singles. Tuvieron que retractarse de esta decisión, en parte, debido a la presión recibida de su grupo de constituyentes y personas como usted. ¿Tiene algún comentario o idea sobre esta situación? ¿Cree que se ha perjudicado el logo?
R: La Academia de Nutrición y Dietética se embarcó recientemente en una nueva sociedad con la industria alimentaria. Sin embargo, tengo entendido que la membresía de la academia cuestionó los términos de esta sociedad, poniendo de esa manera un signo de interrogación al grado de separación entre los profesionales en nutrición y la influencia de la industria. El patrocinio de oradores por parte de la industria alimentaria en las reuniones anuales de profesionales en dietética es otro ejemplo de las acciones que han empezado a empañar la reputación de la academia. Si la academia no cambia su enfoque, temo que pueda dañar su imagen.
P: Hablemos sobre MiPlato. Recientemente entrevistamos a Alissa Hamilton (Q&A with Alissa Hamilton), quien aboga por que se reemplace la leche como bebida sugerida con agua. ¿Qué opina usted sobre esto? ¿Qué tipo de problemas podría surgir conforme la Guía Alimenticia avanza en el proceso de revisión? ¿Qué le gustaría ver? ¿Qué espera ver?
R: El Comité Asesor de la Guía Alimenticia es un cuerpo científico independiente que evalua la evidencia detrás de las recomendaciones sobre alimentación de toda la nación. La evidencia actual sobre los lácteos apoya su inclusión en las recomendaciones. Sin embargo, en mi mente, el asunto aquí no es la necesidad de reemplazar la leche con el agua, sino reemplazar los refrescos gaseosos, bebidas energéticas y otras bebidas azucaradas, con el agua. Esperamos que el material educativo dirigido al público, incluyendo la guía MiPlato, empiecen a incluir el agua como la bebida número uno para mitigar la sed. Debería haber agua gratis en las escuelas, guarderías, lugares de trabajo, edificios públicos y otros sitios que sirven a niños y adultos.
Espero que la versión final de la Guía Alimenticia, cuando sea emitida, refleje las recomendaciones del Comité Asesor de la Guía Alimenticia de limitar el consumo de azúcares agregados a no más del 10 por ciento de las calorías de una dieta. Contamos con una fuerte evidencia sobre el efecto del azúcar en la diabetes, enfermedades del corazón, obesidad y caries dentales. Por lo tanto, para que los consumidores puedan calcular su consumo de azúcar agregada, sería necesario que la FDA modifique la información sobre nutrición en la etiqueta de los alimentos para incluir el azúcar agregada. Sin esta información, el público estadounidense no cuenta con recursos para determinar la cantidad de azúcar agregada en su alimentación.
También apoyo la recomendación del comité de considerar la sustentabilidad al hacer sus recomendaciones sobre alimentación y de motivar a que se consuma una alimentación a base de plantas. Apenas estamos empezando a entender todas las formas en la que nuestro sistema alimentario está conectado. Asegurar un suministro alimentario apropiado y nutrirlo adecuadamente para la población del futuro exige que sigamos moviéndonos en esta dirección.
P: Usted es una investigadora, pero también ejerce una profunda influencia en la política alimentaria. Una batalla se está gestando en el Congreso sobre la Ley de Comidas Escolares Saludables, la cual caducará a finales de septiembre. Además, el programa SNAP se encuentra amenazados por algunos políticos. ¿Nos podría hablar un poco sobre la dinámica de estas situaciones? Al fin de cuentas, ¿qué piensa que pudiera pasar?
R: Los programas que brindan redes de protección se encuentran amenazados por algunos que buscan reducir o cambiar las prioridades en el presupuesto federal, pero la información existente apoya de manera arrolladora la necesidad de estos programas para los estadounidenses de bajos recursos. Estamos gastando más dinero en programas de redes de seguridad ahora, porque mucha gente los necesita. En California, por ejemplo, más de la mitad de los estudiantes en escuelas públicas califican para comidas gratis o a bajo costo y la mayoría de los bebés recién nacidos, para el programa WIC. Por lo tanto, nuestros programas de alimentos no están sirviendo a un segmento pequeño de nuestra población, sino que son necesarios para sostener a la mayoría de nuestra población. Necesitamos solucionar nuestros retos económicos. Mientras tanto, recortar estos programas de asistencia alimentaria incrementaría el riesgo de dietas inadecuadas y los costos resultantes a largo término por enfermedades crónicas, las cuales, paradójicamente, actualmente representan un incremento en el gasto presupuestario. Así que, recortar estos programas sería un ejemplo de que lo barato cuesta caro.
P: ¿Podría contarles a nuestros lectores un poco sobre sus proyectos de investigación actuales?
R: Uno de nuestros nuevos e interesantes proyectos es el Estudio sobre Salud Infantil de California (California Healthy Kids Study), el cual evalúa los programas escolares y comunitarios y las políticas que podrían ayudar a reducir la obesidad entre los niños de edad escolar. A través del uso de medidas del índice de masa corporal obtenidas en las escuelas durante la última década y el control de factores como ubicación, etnicidad y estatus socioeconómico, podemos identificar a las comunidades donde los índices de obesidad muestran una mejoría durante la pasada década. Identificar esas comunidades nos ayuda a determinar cuáles son los programas y políticas que parecen haber sido los más efectivos en derivar las crecientes tasas de obesidad. Las comunidades buscan orientación acerca de lo que funciona. Esta información puede aportar esa orientación para la creación de políticas y cambio programático.
P: Fomentar cambios es arriesgado. ¿Qué le hace seguir adelante cuando las cosas se tornan difíciles?
R: Lo que me hace seguir adelante es darme cuentan que nosotros, como adultos, no estamos protegiendo adecuadamente a nuestros niños. Durante mucho tiempo, nos creímos el mantra de que los niños tenían la culpa de no elegir opciones saludables a la hora de comer. Ahora contamos con una evidencia apabullante que muestra que los niños hacen elecciones poco saludables solo si se les dan opciones poco saludables; en cambio, los niños hacen elecciones saludables si se les ofrecen opciones saludables de alimentos. Los adultos son responsables por la salud, bienestar y protección de sus hijos, y esto significa darles opciones saludables de alimentos y limitar el acceso a alimentos no saludables. El consumo de alimentos saludables es el principal factor para la prevención del riesgo de sufrir enfermedades crónicas en los niños. Los alimentos saludables para los niños son una inversión en el futuro de nuestra nación, al igual que lo es la educación.
P: Muchos están usando tecnologías sociales para crear movimiento en su profesión (el trabajo del equipo the SugarScience es solo un ejemplo).
R: La investigación académica ha sido tradicionalmente diseminada a través de escritos académicos y canales no muy amplios. Ahora es aparente que deben usarse una variedad de tecnologías informativas. Si no usamos las nuevas herramientas de comunicación, la difusión e impacto de nuestro mensaje se verán reducidos.
P: Su trabajo cuenta con un fuerte aspecto ético. ¿Existen retos únicos a los que los profesionales en nutrición se enfrentan en el entorno del mercado libre?
R: Los profesionales en nutrición tienen que competir con el enorme poder de las corporaciones multinacionales de la industria alimentaria. El poder de las compañías de alimentos para influir en los legisladores no puede ser subestimado, particularmente en lo que se refiere a cambios en las políticas sobre nutrición para los programas alimentarios de nuestra nación o al tratar de establecer nuevas políticas para limitar el consumo de productos que sabemos que están contribuyendo a empeorar la salud. Además, la industria alimentaria cuenta con enormes recursos disponibles para vender y promocionar sus productos y bebidas con poco o cero valor nutritivo para los niños. Esto abruma y mina los esfuerzos de la limitada información sobre nutrición que está disponible para educarlos. El mercado libre falla aquí: los consumidores no pueden obtener la información que necesitan para tomar buenas decisiones y quienes obtienen ganancias al vender una mala salud no son los mismos que pagan por las consecuencias. Es así que, depende de nosotros, los que trabajamos en este campo, compartir una buena información y trabajar para cambiar los sistemas que permiten, en la actualidad, que vender una mala salud sea tan rentable.
P: Muchos consumidores se sienten confundidos con la proliferación de etiquetas. ¿Ayudan las etiquetas a alguien con dudas sobre los aspectos relacionados con la ética y el medioambiente en el campo de la alimentación?
R: Las compañías de alimentos hacen declaraciones que son falsas y engañosas sobre sus productos, tanto en su publicidad como en las etiquetas en sus paquetes. Por ejemplo, un producto puede asegurar que no contiene gluten o colesterol, a pesar de que ese tipo de producto nunca en realidad tuvo ese tipo de componentes. Los productos que dicen “bajo en sal” con frecuencia siguen conteniendo un alto nivel de sodio. Algunos productos aseguran que proveen energía cuando en realidad solo están indicando que el producto aporta calorías. La confusión es algo habitual.
El acceso a información sobre el impacto en el medioambiente de la producción de alimentos está sumamente limitado. Solo hasta hace poco, la selección de una buena dieta tanto para el individuo como para el planeta se ha convertido en parte de nuestro discurso. Para la gente que puede costear el costo de comprar en tiendas de alimentos especializadas o puestos de granjas, existen algunos proveedores en el mercado que tratan de vender mejores opciones en términos del impacto ambiental. Pero estamos apenas empezando a hacer lo que se necesita para apoyar una disponibilidad más amplia de opciones alimenticias que sean óptimas para la salud humana o el medioambiente.
P: ¡Todo mundo está al tanto de la sequía! La sequía de California afecta al mundo y a la nación. ¿Qué cambios podrían surgir de esta situación a nivel nacional en términos de pensar en qué y dónde producimos? ¿Qué es lo que el futuro podría deparar para California y la producción agrícola del estado?
R: Hay mucho que no sabemos. Los científicos en climatología y agricultura están trabajando para identificar y predecir el impacto de varios factores en los cambios climáticos, incluyendo un incremento en las emisiones de CO2, calentamiento global y la sequía, en la producción de cultivos y la composición nutritiva de varios productos básicos. Lo que puedo mencionar es que si la producción de frutas y verduras frescas se reduce considerablemente, como puede suceder, nos enfrentaremos a una grave situación. El consumo de frutas y verduras entre los estadounidenses es ya de por si inadecuada. Comer suficientes frutas y verduras a bajo precio será más difícil que nunca, particularmente para los estadounidenses de bajos recursos. Por eso, esta es otra razón por la que reducir los programas de asistencia alimenticia federales en este momento, como lo están proponiendo algunos, no es algo sensato.
P: ¿Qué le quita el sueño en las noches?
R: Lo que más me preocupa es que parte del progreso que hemos hecho en políticas para mejorar las comidas escolares pueda ser revertido debido a las presiones políticas basadas en el costo de alimentos saludables, comparado con los costos más bajos de alimentos menos saludables y la resistencia de algunos a aceptar el cambio en el mejor interés de los niños, particularmente cuando afecta las ganancias de los adultos. También me preocupa que haya enormes esfuerzos de cabildeo a favor de alimentos menos saludables que han sido excluidos de las nuevas regulaciones. Las comidas escolares deben recibir un mayor apoyo para poder ofrecer a los niños los alimentos que necesitan para estar sanos.
P: ¿Qué se necesita para inspirar a la próxima generación a interesarse sobre políticas de nutrición y alimentos?
R: Realmente me complace que estos asuntos continúen en la mira de la opinión pública y los medios de comunicación. Espero que la educación sobre alimentos y nutrición se vuelva a ofrecer en las escuelas, tomando en cuenta que los conocimientos sobre este tipo de educación pueden ser impartidos de forma en la que no impacte de manera negativa las calificaciones en las principales materias. Actualmente los niños en los Estados Unidos reciben un promedio de cuatro horas al año en educación sobre nutrición, una cantidad similar al tiempo que los estudiantes son expuestos a comerciales sobre comida chatarra en una semana. Aún con incrementos modestos en horas anuales de educación sobre alimentos y nutrición, creo que la nueva generación estará más consciente e interesada en la relación que existe entre la nutrición, enfermedades y políticas alimentarias. Estamos viendo que la generación milenaria está más interesada en temas de alimentos, que las generaciones anteriores, y eso para mi es muy alentador.
P: ¿Qué deben hacer las instituciones y grupos para efectuar un cambio en el sistema alimentario?
R: Me siento muy animada por la creciente atención que se ha venido enfocando en el medioambiente, política y sistemas alimentarios. Un asunto complejo como el sistema alimentario requiere de aportaciones por parte de los interesados en muchos niveles. Un ejemplo del tipo de esfuerzo que se necesita está ya en camino en los plateles de la Universidad de California. El año pasado, la presidenta Janet Napolitano lanzó la Iniciativa Alimentaria Global para aprovechar la experiencia y recursos a lo largo de disciplinas múltiples del sistema de la UC para abordar los sistemas de salud y sistemas alimentarios sustentables.
P: Nos enfrentamos a una serie de retos en una variedad de frentes que cuentan con fuertes factores éticos, como los cambios climáticos, limitaciones medioambientales, inequidad en ingresos y acceso a alimentos. ¿Cómo podemos lograr que grupos actúen en conjunto? ¿Cómo encaja el trabajo de profesionales en nutrición en el movimiento alimentario en general?
R: El movimiento alimentario va por buen camino y es muy diverso en sus intereses y enfoques, incluyendo las consideraciones sobre sustentabilidad ambiental; equidad y justicia económica en el sistema alimentario y en proveer acceso a alimentos saludables para todos. Se está capacitando a la próxima generación para mirar al sistema alimentario a través de una variedad de lentes. Por ejemplo, el Instituto de Alimentos de Berkeley está cambiando la forma en que los estudiantes están siendo capacitados en este campo. El instituto está alentando el uso de nuevos enfoques interdisciplinarios. La Iniciativa Alimentaria Global de la UC está trabajando, a nivel universitario, para incrementar la investigación y colaboración entre todos los campus. El Instituto de Política sobre Nutrición de UC ANR está trabajando para capacitar a la próxima generación de investigadores para que expandan su campo de acción e incluyan ciencias de sistemas en su trabajo. El trabajo de los nutricionistas puede enriquecer e informar nuestro entendimiento del sistema alimentario, proveyendo la evidencia que vincula a los factores dentro del sistema con los resultados en términos de alimentos y salud.
P: Le estoy concediendo un súper poder. Usted puede cambiar una cosa acerca del sistema alimentario con ese súper poder. ¿Qué cambiaría?
R: Crearía igualdad de oportunidades reduciendo la influencia que ejerce el dinero en la reducción del contenido saludable de la alimentación infanti, tanto en la mercadotecnia de la alimentos poco sanos para niños, como en el cabildeo de la industria alimentaria entre los legisladores.
Extensión Cooperativa de la UC: comidas saludables para la Semana del Peso Saludable (enero 18-24)
Fotos de platillos suntuosos son tan numerosas como las de los gatos en las redes sociales. Para concentrar la atención de la gente en la alimentación sana, los expertos de Extensión Cooperativa de la Universidad de California están usando fotografías de alimentos.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por su siglas en inglés) reveló en el 2011 una nueva gráfica de MiPlato, para recordar a los consumidores que elijan alimentos más saludables. El trabajo iniciado antes por Extensión Cooperativa en California influyó en la adopción de MiPlato. Educadores de nutrición de California empezaron a usar una gráfica del plato con la pirámide de la USDA algunos años atrás en un proyecto de investigación con participantes del Programa Ampliado de Educación sobre Alimentos y Nutrición (EFNEP, por sus siglas en inglés) y el Programa de Educación sobre Nutrición CalFresh de la UC. Mientras evaluaban el uso de la su gráfica, la cual era muy similar a la de MiPlato, los asesores de nutrición de la UC se dieron cuenta que la representación de la gráfica como la que la USDA está usando para MiPlato resulta abstracta para muchas familias.
“D
escubrimos que nuestros clientes necesitan ver fotografías que les muestren una combinación de alimentos reales para poder aplicar el mensaje de MiPlato cuando tienen que elegir alimentos reales”, dijo Cathi Lamp, asesora de nutrición de Extensión Cooperativa de la UC. “Ellos prefieren aprender viendo fotografías con alimentos y comidas que comen para ver cómo funciona y cómo pueden implementar esa guía en sus vidas”.Los asesores de nutrición de UCCE aprendieron, durante un proyecto en el que participaron más de 200 consumidores latinos, qué alimentos sirven las mujeres latinas, afroamericanas y de otras razas a sus familias. Lamp y sus colegas desarrollaron materiales con fotografías de sus alimentos favoritos para sus clases de nutrición.
Los expertos evaluaron la conducta de los consumidores que recibieron entrenamiento usando el currículo revisado Planear, Comprar, Ahorrar y Cocinar con fotografías de alimentos y compararon los resultados con los de la versión original de las lecciones.
“Nos dimos cuenta que el grupo que recibió el material del currículo revisado Planear, Comprar, Ahorrar y Cocinar y MiPlato reportó los mayores cambios en la frecuencia en que usaban MiPlato para seleccionar alimentos, después de considerar las diferencias entre los grupos en sus conductas iniciales y características entre los participantes”, señaló Lamp.
Dado el éxito de las fotografías, Extensión Cooperativa de la UC creó los carteles “MiPlatoSaludable”. Las fotografías de los alimentos sanos servidos en platos aparecen en todo el material educativo sobre nutrición de EFNEP y CalFresh de la UC, incluyendo el currículo revisado Planear, Comparar, Ahorrar y Cocinar.
“Todos disfrutan al ver fotografías con comida”, dijo Lamp. “Así que con lo que contamos ahora en nuestras clases de nutrición son muchas fotografías de ejemplos saludables”.
Para escuchar una entrevista en español con Cathi Lamp sobre Mi Plato Saludable, visite Enseñando a comer ‘con sabor latino' con MiPlato en http://ucanr.edu/sites/Spanish/Noticias/radio/?uid=5983&ds=199