University of California
Agricultura y Recursos Naturales

Posts Tagged: Banco de alimentos

Algunos tienen carne y no pueden comerla . . .

"Some hae meat, and canna eat,
and some wad eat that want it . . ."

"Estas palabras son antiguas y un tanto difícil de entender, pero cuentan la historia que es tan cierta ahora como cuando el poeta Robert Burns las pronunció a mediados de 1790. Eran palabras antiguas aún en ese entonces. Siempre, al parecer, habemos aquéllos que somos lo suficientemente afortunados de poder comer bien y aquéllos que padecen hambre, aún en un país tan rico como el nuestro.

Una mañana del pasado mes de mayo conocí a algunas personas que ayudan a mitigar el hambre en la comunidad donde yo vivo. Esa mañana manejaba con mi esposa a una zona industrial localizada en la parte noreste de Woodland, California, donde opera el Banco de Alimentos del Condado de Yolo. Camiones de entrega de diferentes tiendas de abarrotes locales, cadenas de supermercados, granjas y otras fuentes de alimentos llegaban hasta la puerta de la bodega del banco de comida. Llegaban y se iban, mezclándose con las camionetas de compradores y remolques de iglesias y otros grupos caritativos.

Los camiones grandes llegaban allí a entregar lo que muchos minoristas considerarían como productos poco rentables: pan, productos lácteos, carnes y productos enlatados y secos que se venden lentamente y se acercan a su fecha de vencimiento; un cubo de cartón lleno de zanahorias a granel en la entrada, donadas por un granjero que se preparaba para levantar una nueva cosecha; sacos de 50 libras de papas o cebollas que, o rebasaron las necesidades del mercado de servicios alimentarios o fueron reservadas por una mano generosa o una agencia gubernamental con el preciso propósito que estaban por cumplir: alimentar al pobre.

Hoy día, aproximadamente 35 por ciento de las provisiones que se pueden ver en la bodega del Banco de Comida han sido donadas directamente. El resto proviene de agencias gubernamentales o de compras directas de la Asociación de Bancos de Alimentos de California. Hace unos años, los directores del Banco de Alimentos del condado de Yolo cambiaron su enfoque con el fin de proveer a sus clientes alimentos más frescos y nutritivos, y desde entonces han incrementado la venta de frutas y verduras frescas de 50,000 libras al año a un millón en el 2010.

Esa mañana de mayo, mi esposa y yo no unimos a otros grupos de compradores dentro de la bodega, cada uno de nosotros eligiendo de entre los productos a bajo costo en busca de la mejor combinación de alimentos para llenar las alacenas de algún comedor de beneficencia o —como en nuestro caso —un armario de alimentos local. Las barras de pan, una caja de tomates enlatados, una caja de manzanas, mezcla para preparar macarrón con queso y bolsas de harina envueltas en plástico. Cargamos nuestra carretilla de mano tres veces: primero con el pan, el cual fue pesado por un voluntario del banco de alimentos antes de cargarlo en nuestra camioneta; luego las frutas y verduras frescas, de la misma manera pesadas en la carretilla de mano y cargadas en el vehículo; y finalmente, los productos enlatados y secos, los cuales se venden por caja. Colocamos cinco bandejas de huevos en el asiento trasero de la camioneta para que no se fueran a quebrar. Compramos suficientes alimentos como para llenar la camioneta por poco menos de cien dólares.

Un viaje corto nos llevó de regreso a la alacena de nuestra iglesia donde de ocho a diez mujeres y hombres, la mayoría de ellos en edad de jubilación, causaban un gran bullicio alrededor de la mesa de clasificación que llenaba el centro del pequeño cuarto, acomodando las latas en los anaqueles, metiendo el pan, tortillas y huevos en el refrigerador, haciendo bolsas más pequeñas con los costales de 50 libras de papas, cebollas, arroz y frijoles y apuntando hacia mí con firmeza y amabilidad cada vez que colocaba una bolsa en el sitio equivocado. Lo cual sucede muy a menudo. Antes de que pasara una hora, la alacena estaba llena y bajo llave y lista para la distribución de alimentos del siguiente día. Dos entregas de alimentos a la semana, únicamente de nuestra alacena pueden alimentar a hasta 50 familias necesitadas.

Hay mucho que usted también puede hacer para mitigar el hambre en su comunidad. Identifique el banco de alimentos más cercano a usted en el sitio Web de la Asociación de Bancos de Alimentos de California, o pregunte sobre cocinas de beneficencia o alacenas locales.

Y entonces todo lo que necesita es ofrecerles su ayuda. Si usted tiene el tiempo, ellos pueden hacer uso de él.

Posted on Thursday, August 4, 2011 at 12:00 AM
  • Posted By: Lisa M. Rawleigh
  • Written by: Jim Coats. Adaptado al español por Leticia Irigoyen

Compartiendo el sueño americano

Nosotros vivimos en un huerto. Es casi como la promesa en California que Sunkist y los ferrocarriles le hicieron a la gente en el Este y a los refugiados de las zonas semi-desérticas hace muchos años: ¡un naranjal en su propio traspatio!  Y para muchos de nosotros en la región de Sacramento el sueño se hizo realidad.

En este momento los cítricos están maduros. Una vez que comience a mirar, los hallará por doquier –  radiantes naranjas navel, toronjas jugosas colgando en racimos, limones brillantes y mandarinas dulces - algunas tras la barda y otras al frente, dando a la calle.

Con frecuencia, los árboles son grandes y viejos, habiendo sido plantados hace mucho tiempo. Mucha de esta fruta urbana y suburbana no es cosechada: las personas están muy ocupadas, los árboles son demasiado altos o es tanta la fruta que madura al mismo tiempo que resulta imposible cosecharla toda a la vez. Mientras tanto, miles de personas en nuestra propia comunidad no tienen fruta, árboles frutales, traspatios e incluso una casa.

El proyecto Soil Born Farms Urban Agriculture Project  ayuda a los residentes de Sacramento a compartir  con sus vecinos el sueño californiano a través del proyecto Harvest Sacramento. De hecho, el sábado pasado me uní a un grupo de voluntarios para participar en la recolección de cítricos en el vecindario de Oak Park en Sacramento los cuales fueron donados al banco de alimentos Sacramento Food Bank. La pase muy bien y conocí a gente maravillosa. El banco de alimentos distribuye, durante la semana, la fruta a través de alacenas ambulantes.

Mi amiga y yo llegamos al Parque McClatchy a las 9 de la mañana  junto con un par de docenas de voluntarios. Nos dividimos en cuatro o cinco equipos, cargamos nuestras furgonetas y camionetas con escaleras, cubetas y herramientas para la recolección, así como cajas provistas por la organización y nos dirigimos a la primera de las casas donde los dueños habían acordado que recogiéramos la fruta. Nuestro equipo estaba integrado por una madre con dos niños entusiastas, tres miembros jóvenes del grupo Sacramento Green Corps portando camisetas de su grupo, nosotras dos y Shannon, la líder del equipo.

Shannon se puso en contacto con el dueño de la primera casa y, después de darnos instrucciones sobre aspectos de seguridad, comenzamos. Colocamos las escaleras y recolectamos a mano la fruta, ayudados por palos de recolección que tienen en la punta unas canastillas donde cae la fruta. Esta casa tenía un árbol pequeño de naranja y un árbol grande de limón en el patio lateral. Rápidamente llenamos una caja con naranjas, pelamos el árbol y pusimos unas cuantas naranjas al frente de la puerta para que el dueño las disfrutara; luego pasamos casi media hora recogiendo tres cajas de limones de la parte de arriba del limonero, y dejamos la fruta de abajo para que los dueños la cosecharan. Luego nos fuimos a la siguiente casa en nuestra lista.

La segunda casa tenía un impresionante árbol de naranja y un limonero pequeño en el traspatio que nos mantuvieron muy ocupados, rindiendo otras cuatro cajas de fruta. Tan sólo a unas cuantas casas en la misma calle, en nuestra última parada, se encontraba el árbol más grande de toronjas que haya visto. Tuvimos que extender los palos de recolección a todo lo que daban y usar nuestras escaleras para recoger cuatro cajas de toronjas, dejando aquellas que no pudimos alcanzar. Llevamos toda la fruta de regreso al parque y llenamos contenedores grandes que el banco de comida recogió, y dijimos adiós a nuestros nuevos amigos. Y por supuesto que nos llevamos a casa algunas de las sabrosas frutas para disfrutarlas.

El proyecto Soil Born Farms Urban Agriculture. estará recolectando fruta en el vecindario de South Land Park el 19 de febrero y en el vecindario de Curtis Park el 26 de febrero. Voluntarios y donativos de fruta que no puede ser recolectada son bienvenidos. Para más información, visite el sitio en inglés: http://www.soilborn.org/volunteer.html


 

                                                          El equipo de recolección



                                                              Un joven voluntario

Preparado por Penny Leff
Adaptado al español por Norma De la Vega

Posted on Tuesday, February 15, 2011 at 3:17 PM

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