Los científicos que trabajan en el programa de producción de zanahorias de la USDA, integrado a la Universidad de Wisconsin en Madison, se dieron cuenta hace tiempo que las instalaciones de investigación agrícola del desierto del Sur de California cuentan con el clima y tierra ideal para cultivar sus híbridos experimentales durante los meses de invierno.
Cada primavera, los científicos se reúnen para hacer pruebas. Entonces las zanahorias cultivadas en los campos de DREC son enviadas a Wisconsin, donde son plantadas para que produzcan semillas. En el otoño, un nuevo lote de semillas será enviado de regreso a El Centro, para ser plantadas y a su vez ser cosechadas de nuevo en febrero de 2014 para su evaluación.
Más de 1,000 variedades son cultivadas anualmente en una sección de un acre libre de nematodos del centro de investigación con suelo de arcilla limosa. Se planta una variedad de zanahoria cada seis pies en 88 arriates de 120 pies de largo cada uno, bajo la dirección del superintendente del centro Fernando Miramontes.
Con el paso de los años, las preferencias de las industrias de la zanahoria han cambiado. Se cultivan cultivares específicos para crear la ahora ibicua zanahoria bebé.
“Cultivamos alrededor de 100 variedades para el sector de la industria en el que se cortan y pelan zanahorias”, dijo Rob Kane, asociado del personal de investigación de la Universidad de Wisconsin, quien trabaja con el líder del proyecto, Phil Simon, genetista investigador de UW y profesor de horticultura. “Los granjeros quieren una zanahoria que tenga un diámetro de cinco octavos de pulgada y 14 pulgadas de largo, que puedan cortar en cuatro pedazos para hacer las zanahorias bebés”.
Otra parte de la prueba contiene variedades para las zanahorias “chelo”, las cuales tienen características diferentes.
“Las zanahorias chelo son anchas en la parte alta y más reducidas”, indicó. “El tamaño largo no funciona con las zanahorias chelo. Los cajones para verduras de los refrigeradores no son los suficientemente grandes”.
La tercera parte de las pruebas contienen variedades novedosas de zanahorias, con cultivares en tonos morados, amarillos, rojos y blancos.
“Estas zanahorias poseen un gran potencial para la elaboración de jugos”, manifestó Kane. “Pueden ser fuentes de antioxidantes los cuales, se dice, previenen el cáncer. Las zanahorias rojas contienen licopeno, las amarillas, luteína y las moradas, antocianinas”.
El tamaño y el color son importantes, pero la principal característica que los científicos buscan es un buen sabor.
“Buscamos una zanahoria que sea más suave, tenga mejor sabor y sea resistente a las enfermedades. Nunca se puede tener el paquete completo”, señaló recientemente el profesor Simon al Imperial Valley Press. “Es crucial que tenga un sabor rico y pleno. Lo sé cuándo lo pruebo”.
Author - Administrative Assistant III