La investigación científica ha sido la base para la solución a graves problemas de la humanidad. Quizás, el ejemplo más conocido son las vacunas que han ayudado a prevenir enfermedades mortales. Pero las contribuciones de la ciencia se extienden en diferentes áreas, como lo muestra la labor que realiza la Extensión Cooperativa de la Universidad de California en donde un equipo de más de 200 científicos contribuye con sus conocimientos en los siguientes campos: la producción sustentable de alimentos, el control de plagas y especies invasoras, el cuidado y calidad del agua, la nutrición que ayuda a mantener la salud y la creación de comunidades saludables.
Con motivo del Mes Nacional de la Herencia Hispana presentamos a algunos de esos científicos quienes son parte de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California. Ellos explican cómo todas las personas utilizan en la vida diaria los principios de la ciencia como: observar, recopilar información y buscar posibles soluciones.
Todos podríamos ser científicos
La ciencia ha permitido hacer un trabajo asombroso para poder producir alimentos en la tierra semiárida y desértica del estado. California ocupa el primer lugar en producción agrícola y los expertos de la División de Agricultura y Recursos Naturales de UC investigan opciones para resolver los retos.
ENGLISH SUMMARY As we celebrate Hispanic Heritage Month, we would like to mention some of the Latino experts that are part of a team of more than 200 UCANR scientists that help solve different problems of daily life, such as: water quality, nutrition, control of invasive species and more. |
Ese es el caso de la entomóloga mexicana Carmen Gispert quien ha estado analizando qué se puede hacer para producir alimentos en un clima extremoso. Llegó a los Estados Unidos con el propósito de especializarse en el estudio de los insectos y tras terminar sus estudios se le presentó una oportunidad laboral en la producción de uva. Actualmente es parte del equipo de asesores agrícolas de Extensión Cooperativa de UC y en los últimos años ha estado colaborando en una investigación para producir una nueva variedad de uva más resistente a las temperaturas extremosas del desierto en el Valle de Coachella.
“Me siento muy afortunada porque siempre sentí la pasión por la ciencia. Como soy bióloga egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México vine a los Estados Unidos para tener una especialidad en la carrera que se llama entomología y quisiera compartir las grandes oportunidades que hay, principalmente siendo mujer en un campo que es tradicionalmente dominado por varones”, señala Gispert. “En este país hay oportunidades para todos y yo tuve la fortuna, de poder colaborar y participar en una industria muy poderosa que es la uva”.
En California se produce el 98 por ciento de la uva fresca que se consume en el país, siendo el tercer cultivo más importante en el estado, después de la leche y las almendras. En casi todos los condados del estado se produce uva en mayor o menor escala, pero la producción en áreas desérticas presenta mayores retos por el manejo del agua y la salinidad que es muy alta; sin embargo, gracias a la investigación científica se han encontrado alternativas para producir esta y otras frutas y verduras.
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Según el Buró del Censo de los Estados Unidos, la participación de las mujeres y hombres hispanos en el área denominada STEM – ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas - continúa siendo muy baja. “A pesar de que la fuerza laboral de los hispanos aumentó significativamente del 3 por ciento en 1970 al 15 por ciento en 2011, la participación hispana en STEM fue de 7 por ciento”, indica el estudio en inglés denominado Disparities in Stem by Sex, Race and Hispanic Origen.
Las encuestas indican que entre los estudiantes prevalece la idea que el área STEM es difícil, compleja y por ende aburrida. Sin embargo, a decir de los expertos, el secreto para ingresar en las ciencias es mantener viva la curiosidad.
“Muchas veces creemos que los científicos están como en un lugar muy especial, muy aparte de lo que es la vida cotidiana, pero en realidad todos hacemos ciencia”, sostiene Gispert.
“La ciencia es curiosidad, la ciencia está a pedir de boca en el parque que vas a visitar, simplemente hay que observar el color de las plantas, el césped, los insectos que existen o la calidad del aire. Cada uno de esos aspectos que nos rodean pueden ser estudiados y si tenemos curiosidad simplemente demostrar quién trabaja qué aspecto y unirnos a ellos para colaborar y todos podríamos ser científicos realmente”, indica la entomóloga.
Todos tenemos cerebro, todos tenemos curiosidad
Expertos del Colegio Agricultura y Ciencias del Medio Ambiente de UC Davis analizan la cantidad de lluvia y nieve que cae cada invierno en California y saben que, debido al cambio climático, la cantidad de nieve y lluvia recaudada en los últimos años se encuentra en su peor nivel de la historia. California enfrenta una sequía prolongada y los expertos estudian cómo proteger las reservas de agua y qué nuevas medidas pueden ayudar a cuidar la cantidad y calidad de agua disponible.
Uno de ellos es el mexicano Samuel Sandoval Solís, quien es egresado del Instituto Politécnico Nacional y llegó a los Estados Unidos para estudiar su doctorado en ingeniería ambiental y recursos hídricos. Actualmente forma parte de un grupo de expertos que estudian qué hacer para cuidar el recurso natural más importante para la vida: el agua.
“Yo me dedico a hacer cosas relacionadas con la gestión del agua, mi negocio es la lluvia, que es una de nuestras principales fuentes de agua. Y a lo que yo me dedico es ver cómo el agua de lluvia y otros recursos como manantiales y acuíferos llega a las casas y a los cultivos”.
Sandoval Solís indica que los padres pueden cultivar en sus hijos la pasión por las ciencias cuando les ayudan a mantener viva la curiosidad y puede hacerse de una manera divertida. Por ejemplo, él sugiere que en este invierno los papás jueguen con sus hijos a que son científicos solo hay que analizar la cantidad de lluvia que caerá en el patio de su casa.
A los niños les parecerá muy divertido investigar con sus papás y la manera de hacerlo es sacando una cubeta de agua para ver cuánta agua de lluvia se acumula, después habrá que medir y comparar esa información con el año siguiente.
El resultado puede ser asombroso, porque la curiosidad del niño puede ir en aumento y es muy posible que los gratos recuerdos de la interacción padre-hijo influyan en su ánimo para aspirar a ir a la universidad e investigar de manera formal.
“Todos tenemos un cerebro, todos tenemos curiosidad, el qué tanto nos motivemos a llevar esa curiosidad de manera metódica y tener ese tipo de inquietudes por la ciencia, es lo que básicamente nos va ayudar a solucionar problemas y a entender mejor a la naturaleza y a nuestra sociedad”, sostiene Sandoval Solís.
Ciencia es la razón de vida
Investigaciones científicas han encontrado que la obesidad disminuye las expectativas de vida y entre los niños de California, especialmente los latinos, este problema de salud es más acentuado.
Para ayudar a las familias a adoptar hábitos saludables, los expertos han diseñado programas educativos que enseñan a personas de todas las edades en qué consiste una alimentación saludable. También están promoviendo cambios en las escuelas, centros de cuidado infantil y vecindarios de bajos recursos con el fin de hacer cambios para que los alimentos nutritivos sean los más convenientes, sabrosos, accesibles y baratos.
Concepción Mendoza, oriunda de Colombia, tiene estudios en ciencias de los alimentos y nutrición y es parte de este grupo de expertos de Extensión Cooperativa que enseñan hábitos alimenticios saludables y apoyan la labor del programa juvenil 4-H que ayuda a desarrollar habilidades para las ciencias entre niños y adolescentes.
Ella sostiene que la ciencia es importante porque ayuda a resolver los problemas usando los recursos disponibles. “Ciencia es la razón de vida en cualquier situación y aspecto de su propia vida. En la casa todos hacemos ciencia porque todos los humanos somos capaces de definir cuáles son los problemas que tenemos e identificar los recursos de los que disponemos para resolver el problema”, señala la experta.
Por ejemplo, agrega, si nosotros estamos en la cocina y queremos tener una comida saludable, entonces podemos aplicar ciencia y decir bueno, ‘¿qué alimentos saludables tenemos en la nevera’ y luego crear con esos recursos una comida saludable para toda la familia. “Eso es ciencia y todos somos científicos”, concluye Mendoza.
Una iniciativa para mantener y mejorar los ecosistemas naturales es parte de la Visión Estratégica 2025 (Strategic Vision 2025) de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC.