Ante la posibilidad de que California siga sufriendo los estragos de sequías, un experto de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California está proponiendo el cultivo de sorgo, un grano que requiere poca agua y que por varios milenios ha alimentado a poblaciones de África, Asia y más recientemente de Latinoamérica.
“Es uno de los cultivos más tolerantes a la sequía y se cultiva en todo el mundo. Así que puede producirse con menos agua”, anota Jefferey Dahlberg, director del Centro Kearney de Investigación y Extensión en Parlier. Aunque el sorgo se ha cultivado en California desde 1880, su producción se destina principalmente como alimento para ganado.
ENGLISH SUMMARY: Given the possibility that California continues to suffer the ravages of drought, Jeffrey Dahlberg, director of UC's Kearney Agricultural Research and Extension Center in Parlier is proposing the cultivation of sorghum, a grain that requires less water and for several millennia has nourished people in Africa, Asia, and more recently Latin America. |
El experto en genética y cultivo de plantas señala que los productores de sorgo podrían beneficiarse con los cambios en los patrones alimenticios, en los que figura una mayor aceptación de productos comestibles sin gluten, un compuesto que en algunas personas causa la enfermedad celíaca.
El gluten es un complejo de proteínas presentes en el trigo, el centeno y la cebada. Quienes padecen de la enfermedad celíaca, que es una enfermedad auto inmunológica, deben evitar consumirlo porque causa reacciones bastante severas en las vías gastrointestinales. Se calcula que en Estados Unidos por lo menos 3 millones de personas padecen de esta enfermedad, pero solo 150,000 han sido diagnosticadas. A nivel mundial, la enfermedad celíaca afecta al 1% de la población.
“Las personas que padecen de intolerancia al gluten están comenzando a prestar más atención al sorgo y yo pienso que hay un gran potencial para su cultivo”, afirmó el experto quien por los últimos años ha estado trabajando en cultivos de experimentación para mejorar la producción de sorgo.
En algunos países de Latinoamérica está usándose para hacer tortillas, en vez del maíz cuando este grano no puede cultivarse a causa de sequías, según Dahlberg.
“En Honduras y El Salvador se usa una cantidad considerable de sorgo en la producción de tortillas. Puesto que no contienen gluten, no se inflan como las de harina de trigo o de masa de maíz”, explicó. “Pero cuando no hay maíz, usan el sorgo para hacerse muy buenas tortillas”.
El sorgo empezó a cultivarse hace unos 4,000 años en la parte sur de Egipto. Se domesticó en Etiopía y Sudan y pasó a otras regiones del continente africano. Se cree que fue llevado a la India en el primer milenio de la Era Cristiana y probablemente llegó a las Américas a bordo de navíos que transportaban esclavos procedentes de África en el Siglo 19.
A partir de la segunda mitad del siglo pasado, el sorgo se ha convertido en un cultivo importante en Latinoamérica. Entre 1958 y 1980 en México, donde hay grandes extensiones de terreno seco, el número de hectáreas plantadas con sorgo aumentó en más de 1,000 por ciento, debido a que ese cultivo requiere menos agua que el maíz y el trigo.
Según el Concejo de Granos Integrales (Whole Grains Council), el sorgo es el quinto cereal en importancia, luego del trigo, arroz, maíz y la cebada. El sorgo se cultiva en Asia, Micronesia y el continente americano. Por el valor alimenticio de sus granos, que van desde un color blanco pálido hasta rojo oscuro, se utiliza para hacer pan sin levadura, atoles o cremas y bebidas malteadas.
El sorgo es fuente de hierro, calcio y potasio. Según el Concejo de Granos Integrales, antes de que se hiciera común el consumo diario de suplementos vitamínicos, muchos doctores recetaban el sorgo como suplemento nutricional a personas con deficiencias de esos nutrientes.
El sorgo es cultiva en Estados Unidos desde finales del Siglo 18. En la década de 1860 su producción se concentraba en el medio oeste del país, principalmente la variedad de sorgo dulce del que elaboraban sirope. La mayor parte de esos cultivos se encuentran en Alabama, Arkansas, Georgia, Iowa, Kentucky, Misisipi, Carolina del Norte, Tennessee y Texas. En gran parte, se usan como forraje para animales de granja. Doce por ciento de la producción de sorgo se usa en la elaboración de etanol.
Dahlberg anota el potencial del sorgo en California, donde en la década de 1960 se cultivaban 400,000 acres de ese grano.
“Creo que principalmente se destinaba como forraje en la industria avícola o la lechera o para el ganado de engorda”, dijo. “La mayoría de los campos de sorgo en el estado se usan ahora como forraje en la industria láctea. Así que hay ese potencial para cultivar sorgo”.
Además de requerir poca agua para su cultivo, Dahlberg señala el beneficio de plantar sorgo como cultivo de rotación, una práctica agrícola que permite retener las características idóneas del suelo de cultivo. Pero él recalca su confianza en que el renovado interés en las propiedades alimenticias del sorgo lo haga resurgir como un cultivo principal en la agricultura de California.
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“Nutricionalmente, es poco menos que el trigo porque este contiene más proteína. Pero el sorgo tiene más proteína que el maíz”, dijo Dahlberg, quien hace notar que el mercado de alimentos cada vez pone más énfasis en la producción de comestibles elaborados con granos como el sorgo, que no contienen gluten. Actualmente hay disponibles en el mercado más de 2,000 productos sin gluten.
“En los 1800, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos trajo el sorgo al estado porque California atravesaba por una sequía y estaban buscando un cultivo como alimento de animales que fuera capaz de tolerar la sequía”, indicó Dahlberg. “Así que no es un nuevo cultivo en California. Es simplemente lo que yo llamaría un nuevo antiguo cultivo”.
Una iniciativa para mejorar sistemas alimentarios sustentables y competitivos es parte de la Visión Estratégica 2025 (Strategic Vision 2025) de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC.