Reemplazar elementos en las viviendas que las hacen vulnerables a incendios forestales, educar a sus moradores para que tomen las acciones necesarias para protegerlas del fuego y la construcción de barreras cortafuegos son algunas de las medidas que han probado ser efectivas en el pasado contra este tipo de siniestros.
Con la colaboración de los consejos para la seguridad contra incendios que existen en zonas del estado proclives a incendios forestales o de maleza, asesores de Extensión Cooperativa de la Universidad de California (UCCE) han llevado a cabo varias investigaciones en los condados de Plumas, Butte y Yuba, que han permitido elaborar programas de asistencia y educación para las autoridades y residentes afectados por este tipo de siniestros.
Los citados consejos son organizaciones comunitarias integradas por vecinos, representantes locales, estatales y de prevención de incendios que empezaron a formarse a principios de la década de los 90 con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de los vecindarios californianos ante los incendios forestales.
Algunos incendios forestales, incluyendo el de Marysville en el 2006 y el de Yuba en el 2009, fueron reducidos o detenidos gracias a las acciones preventivas tomadas con anticipación, comprobando lo importante que es invertir en la planificación y acciones pre incendios forestales, señalan Glenn A. Nader y Michael De Lasaux, asesores de Extensión Cooperativa de la UC (UCCE), en un artículo en la edición de enero-marzo, 2015 de la revista California Agriculture.
Los expertos de UCCE han ayudado a identificar la necesidad de información con bases científicas en torno a la reducción de riesgos durante un incendio forestal para ofrecerlas a dueños de casas y terratenientes con el fin de alentarlos a adoptar medidas efectivas antes de que ocurra un incendio.
“Muchos propietarios de vivienda no saben qué componentes de su hogar son vulnerables al fuego”, mencionan los expertos de UCCE. “El material de la terraza, el techo y el recubrimiento de paredes actúan de manera diferente cuando son expuestos a las brasas y llamas”.
Algunas acciones preventivas contra incendios pueden ser tan sencillas como colocar mallas de alambre sobre las ventilas externas para evitar que las brasas penetren el interior de las viviendas y prendan fuego. Otras, como remplazar las tejas de madera del techo con material no combustible o metal pueden resultar costosas pero también efectivas.
Realizan demostraciones
El asesor de UCCE Steve Quarles realizó estudios sobre este tema y elaboró información educativa para los propietarios de casas en el 2002 y en el 2005; él y otros asesores y especialistas de UCCE elaboraron una propuesta con la que obtuvieron fondos para demostrar la forma en la que varios elementos estructurales pueden causar que una residencia sea susceptible al fuego y cómo las modificaciones apropiadas pueden mejorar su resistencia al mismo.
Los miembros del equipo de trabajo de UCCE construyeron muros y terrazas para ser usadas como modelos en demostraciones incendiarias con el fin de ilustrar los puntos débiles más comunes de una construcción y sus posibles modificaciones. Con la ayuda de los consejos de seguridad contra incendios locales, UCCE utilizó este modelo durante demostraciones hechas en diferentes talleres comunitarios.
Los asesores de UCCE también prepararon la publicación electrónica de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC titulada Home Survival in Wildfire-Prone Areas (La supervivencia de viviendas en zonas propensas a incendios de maleza), la cual es usada por los consejos para la seguridad contra incendios en sus programas educativos para propietarios de viviendas.
Reducción de combustible en los bosques
En el 2006, durante un esfuerzo colaborativo con el profesor de la UC Berkeley, Scott Stephens, los asesores de UCCE obtuvieron fondos para financiar un estudio sobre la eficacia a largo plazo de tratamientos contra incendios en varios bosques en el pasado. Este estudio utilizó una crono secuencia de 52 sitios en los que se había llevado a cabo una reducción de material combustible y otros doce que se habían dejado intactos en los condados de Plumas, Nevada, Sierra, Lassen y Tehama.
Previo al estudio, los expertos habían calculado que los efectos del tratamiento para reducir el material combustible en los bosques de coníferos mixtos y pinos amarillos era de aproximadamente 10 años. Pero los expertos de la UC determinaron que aun después de 8 o más años de que un bosque haya sido tratado para reducir los riesgos de un incendio, esta medida continua siendo efectiva en comparación con aquellos bosques que nunca han sido tocados.
Otro estudio realizado en el 2012 “sugiere que en los tipos de bosques característicos del norte de la Sierra Nevada y el sur de las Cascades, los tratamientos para reducir los peligros de un incendio retienen su efectividad durante más de 10 o 15 años y posiblemente hasta un cuarto de siglo”, indican Nader y De Lasaux
Esta información fue utilizada en los programas educativos del consejo para la seguridad contra incendios dirigido por UCCE en todos los cinco condados involucrados e incorporada a una publicación electrónica de ocho páginas, titulada Home Landscaping for Fire, en la que se describe lo que un propietario de casa puede hacer con vegetación ubicada a 100 pies de su propiedad para reducir el riesgo de perder su vivienda durante un incendio forestal. Esta misma información ha sido utilizada por los consejos de seguridad contra incendios en sus programas de alcance educativo para propietarios de casas.
Otros de los proyectos que UCCE ha coordinado con la agencias de servicio contra incendios del condado de Plumas es la creación de mapas de las entradas a cocheras de todas las casas en zonas de alto riesgo usando el sistema de posición global o GPS, así como un mapa para la evacuación de las comunidades consideradas de alto riesgo.
Las coordenadas de las entradas a cocheras se usaron para crear libros de mapas, que se colocaron en los camiones de bomberos de las comunidades participantes.
En el 2003, UCCE dirigió una serie de talleres educativos sobre seguridad contra incendios en el que participaron más de 50 miembros comunitarios, incluyendo supervisores del condado, jefes de departamentos de bomberos voluntarios y residentes.
En el 2002 el Consejo de Seguridad contra Incendios del condado de Plumas comenzó la creación de un programa de reducción de material combustible con un proyecto de demostración en una superficie de 63 acres en cinco parcelas.
Desde el 2002, más de 4,200 acres han sido tratados en 25 comunidades del condado de Plumas con la participación de más de 200 dueños de propiedades.
En el condado de Butte, Glenn Nader, asesor de recursos naturales, ayudó a implementar un programa educativo sobre seguridad contra incendios para estudiantes de sexto grado, con el objetivo de que los jóvenes que recibieron la información la transmitieran, ellos mismos, a sus padres.
Este programa, iniciado como piloto en el 2004, tuvo tal éxito entre el primer grupo de 90 estudiantes de sexto grado del Distrito Escolar Unificado de Paradise, que en el 2005 las autoridades escolares lo extendieron a 490 estudiantes más.
Reducción de retamas
Parte de los esfuerzos por reducir la materia vegetal combustible es la campaña para reducir la cantidad de arbustos retama escocés, español y francés, que en el pasado se introdujeron a territorio californiano para el control de la erosión y uso ornamental, pero que hoy día se han extendido a aproximadamente 600 mil acres en California, convirtiéndose en combustible que contribuye a la intensidad de los incendios.
Proyecto “Slapjack”
Después del incendio de Williams en 1997 que destruyó más de 100 casas en el condado de Yuba, los supervisores del condado formaron un consejo para la seguridad contra incendios nombrando a Nader como su director. Bajo su tutela, el consejo obtuvo una partida 2.8 millones de dólares en subsidios para implementar el Proyecto Slapjack, el cual fue clave en evitar que dos incendios pasados se convirtieran en una catástrofe.
Un componente de este proyecto fue la construcción del cortafuegos de Oregon Ridge en el condado de Yuba que contó con la cooperación de terratenientes forestales privados.
El espacio cortafuegos provee a los bomberos un espacio relativamente seguro para realizar su trabajo y muchos de los árboles que se encuentran en esta zona parecen haber sobrevivido.
“En este caso, las actividades coordinadas de prevención contra incendios ayudaron a limitar o prevenir el daño a casas, árboles y cuenca acuíferas” señalan los expertos.
“Por su parte”, concluyen, “UCCE aporta información con bases científicas sobre silvicultura e incendios forestales para ayudar a los consejos a cumplir con su misión educativa; y por su intenso historial en entrenamiento y colaboración, UCCE presenta la información en formatos que incrementan la concientización y facilitan la toma de acciones efectivas antes de que ocurran los incendios”.
Una iniciativa para mantener y mejorar los ecosistemas naturales es parte de la Visión Estratégica 2025 (Strategic Vision 2025) de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC.