Los agricultores de California y el resto de Estados Unidos dependen mucho de la mano de obra de inmigrantes mexicanos. Pero cada vez son menos los mexicanos que vienen con la intención de trabajar en la agricultura. Y lo mismo está pasando en México.
“Nadie, o muy pocas personas quieren venir a California a hacer trabajo agrícola. Ya no quieren”, afirmó Edward Taylor, catedrático de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California en el Departamento de Agricultura y Recursos Económicos en el plantel de UC Davis.
ENGLISH SUMMARY: California farmers will continue finding fewer people willing to work on fields, according to “U.S. Farms and the Dwindling Labor Supply,” by Edward Taylor, UC ANR researcher on agricultural economics and graduate student Diane Charlton at UC Davis. |
La baja en trabajadores agrícolas mexicanos se debe a cambios estructurales en la fuerza laboral en México, más que a la reciente recesión económica en Estados Unidos o el mayor énfasis en el cumplimiento de la ley de migración a lo largo de la frontera.
Eso se hace notar en el reporte, en inglés, U.S. Farms and the Dwindling Labor Supply from Mexico, escrito por Taylor y su alumna de posgrado Diane Charlton. Se basaron en la Encuesta Nacional a Hogares Rurales de México que lleva a cabo el gobierno de ese país y que encontró que cada vez son menos los mexicanos que buscan trabajo agrícola.
Según Taylor, eso se debe a los cambios radicales que están ocurriendo en las comunidades rurales mexicanas.
“Hay un cambio muy, muy grande que está pasando en México. Hay cada vez más escuelas en las comunidades rurales. Así que los niños se están educando. Y por lo tanto, los niños tienen otras expectativas en la vida”, explicó.
Similar a lo que ocurre en California, a medida que los hijos de trabajadores agrícolas mexicanos se educan, buscan un mejor porvenir en otras fuentes de trabajo que no sea la agricultura.
“No se imaginan llegar a ser trabajadores agrícolas pagados. Quizás campesinos, quizás productores agrícolas en algunos casos. Pero cada vez menos se imaginan ser trabajadores agrícolas. Así que, este es un cambio muy grande”, añadió el investigador.
Otro cambio en la sociedad mexicana parece confirmar la reducción en la mano de obra agrícola. En las comunidades rurales también está bajando la tasa de natalidad.
“Cuantos más niños hay en una familia, tantos más trabajadores agrícolas. Pero las mujeres en México están cambiando mucho en cuanto a sus expectativas. Las mujeres jóvenes ya no quieren tener a tantos hijos”, recalcó Taylor. “Esto pasa en todo el mundo, ¿no? A medida que los países llegan a ser más ricos y las mujeres tienen más educación, sus expectativas en la vida también cambian”.
La tasa de natalidad en México “es casi igual a la de los Estados Unidos ahora. El promedio que vemos ahora será de más o menos dos niños por cada mujer”, dijo Taylor, quien es además director del Programa de Economías Rurales de las Américas en UC Davis. “Así que hay muchos menos niños naciendo en México ahora. Y esto no va a cambiar. Va a seguir bajando”.
Según Taylor, eso presenta problemas tanto para los agricultores de California y otros estados como para los de México.
“Lo que está pasando en México es muy bueno para los mexicanos. El hecho de tener más educación es bueno para los niños que están creciendo en el campo de México y que tienen la posibilidad de quizás conseguir trabajo no agrícola”, dijo. “Así que estas son buenas noticias para las zonas rurales de México. Pero crea retos grandes para los productores agrícolas en los dos países”.
Uno de esos retos es la creciente producción agrícola mexicana.
“Cada vez hay más producción agrícola en México. Y como habrá cada vez menos mano de obra agrícola en México, ellos van a tener que pagar más y ofrecer mejores condiciones a sus trabajadores agrícolas”, señaló el investigador. “Así que hay una competencia entre los productores agrícolas mexicanos y los de los Estados Unidos para ganar a los trabajadores agrícolas que van a ser cada vez menos”.
En Estados Unidos, la encuesta nacional de trabajadores agrícolas del Departamento del Trabajo confirma que en años recientes ha habido un marcado declive en el número de trabajadores inmigrantes. El sector agrícola estadounidense, según Taylor, perdió el 38 por ciento de trabajadores agrícolas inmigrantes entre el 2007 y 2010.
Algunos agricultores estadounidenses lo atribuyen al énfasis en controlar la inmigración y la violencia a causa del tráfico de drogas a lo largo de la zona fronteriza con México.
“Nuestro análisis muestra que esto no lo explica” dijo Taylor. “Lo que es más fundamental es que el empleo no agrícola está aumentando en México. Y es empleo favorable porque es más estable. Muchas veces, pagan mejor también".
Taylor y su colega calculan que la fuerza laboral agrícola mexicana está bajando 1 por ciento cada año. ”O sea que, hay más o menos 100,000 trabajadores agrícolas menos saliendo del campo de México cada año”.
Por otro lado, los mexicanos que desean trabajar en la agricultura pueden hacerlo en su país, que sigue avanzando en la producción agrícola.
“Lo podemos ver aquí en los supermercados en los Estados Unidos. Durante el invierno, las fresas vienen de México; mucho viene de México. Los jitomates y lo demás”, indicó el investigador. “Y para producir estas cosas en México, los productores agrícolas mexicanos tienen que encontrar la mano de obra necesaria”.
Taylor también hace ver que la reducción en la fuerza laboral agrícola es un problema global.
“Esto está pasando en todos los países”, dijo. “En la China ahora hay tanta gente saliendo del campo. Hay más de 300 millones de migrantes internos en la China, gente que ha salido del campo buscando trabajo en las ciudades. Son cambios enormes”.
No obstante, Taylor piensa que México seguirá exportando algunos trabajadores agrícolas a Estados Unidos.
“Algunos siguen viniendo a trabajar en los Estados Unidos. Pero, al mismo tiempo, México está importando a trabajadores agrícolas de Guatemala, de la América Central. Y hay nuevos acuerdos entre el gobierno de México y el de Guatemala para facilitar esta inmigración de trabajadores agrícolas de Guatemala”, indicó.
Por su parte, los agricultores californianos siguen pugnando para que el Congreso estadounidense adopte cambios a la ley de migración para facilitar el ingreso a trabajadores agrícolas. Pero Taylor recalca que para eso deben “haber trabajadores en el campo de México para poder traerlos aquí. Así que hay limitaciones en cuanto a esto”.
Taylor señala tres opciones para los agricultores californianos:
“La primera es que pueden dejar de cultivar cultivos que demandan mucha mano de obra. Los cultivos intensivos en mano de obra pueden cambiar para cultivar cosas que exigen menos mano de obra”, dijo. “El problema es que la demanda sigue. La demanda de productos frescos como los duraznos y las manzanas, naranjas, que se tienen que pizcar a mano”.
La segunda opción es depender menos de mano de obra y más en la mecanización.
“Aquí en UC Davis se están desarrollando robots que van a pizcar fresas. Y esto no está visto todavía, pero aquí están pensando que hay que inventar nuevos modos para producir más con menos trabajadores”, anotó Taylor. “En 20, 30 años, no hay duda, vamos a tener a robots en el campo ayudando a los trabajadores a pizcar cultivos, reconociendo cuáles fresas están listas para pizcar y cuáles no”.
La tercera opción para que los agricultores californianos puedan retener los trabajadores que cultivan y cosechan su producción, además de ofrecerles mejores salarios, sería emplearlos de una manera más eficaz.
“En vez de emplear a millares de trabajadores durante muy poco tiempo, habrá que dar empleo a grupos más pequeños pero durante tiempos más extendidos, cambiando los trabajadores de finca en finca”, explicó. “Buscar nuevos modos para que no haya que pizcar todo al mismo tiempo. Que los mismos trabajadores puedan tener más trabajo durante más temporadas”.
Taylor duda que el problema se resuelva mediante una reforma a la ley de migración.
“Realmente la política de la migración se ha visto como la solución al problema de mano de obra en la agricultura de los Estados Unidos. Y nosotros estamos documentando que hay cada vez menos trabajadores agrícolas en las zonas rurales de México”, afirmó Taylor.
La escasez de mano de obra agrícola en California continuará, remarcó el investigador de UC Davis. “Si los niños de México están creciendo con expectativas diferentes, no van a querer hacer trabajo agrícola pagado. Entonces la política migratoria no va a ofrecer una solución al problema de mano de obra agrícola en los Estados Unidos”.
Encuentre más información relacionada en la página de Ed Taylor y en el sitio del Servicio de Información en Español de la Universidad de California (http://espanol.ucanr.edu).
Una iniciativa para mantener y mejorar la salud de comunidades y familias es parte de la Visión Estratégica 2025 (Strategic Vision 2025) de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la UC.