La reforma migratoria y los trabajadores agrícolas en California

Feb 5, 2014

DAVIS (UC) – El futuro de millones de inmigrantes de Estados Unidos depende de dos propuestas de ley para una reforma migratoria. Una de ellas, la S744, fue aprobada en junio del 2013 por el Senado federal, pero la Cámara de Representantes se ha negado a debatirla y en su lugar su comité judicial aprobó, en ese mismo mes, su propia versión en un paquete de cuatro proyectos de ley.

En un artículo en el que analiza las implicaciones de cada propuesta en el sector agrícola de California, Philip L. Martin, profesor del Departamento de Economía y Recursos Agrícolas de la Universidad de California en Davis, asegura que de aprobarse la propuesta del Senado, se espera que la mayoría de los trabajadores agrícolas indocumentados elegibles participen en ella y se conviertan en trabajadores legales. Sin embargo, si es la iniciativa de la cámara baja la que resulta aprobada, habría trabajadores renuentes a inscribirse en el programa de legalización ya que se les requeriría salir de Estados Unidos para poder recibir las visas que les permitirían regresar y trabajar legalmente.

ENGLISH SUMMARY:

Over half of the workers employed on U.S. and California farms are unauthorized. Congress is debating reforms that would increase enforcement against illegal migration, allow unauthorized immigrants in the United States to become legal immigrants and create new guest worker programs. The status quo means uncertainty for farmers worried about labor shortages, uncertainty for workers fearful of removal from the United States and uncertainty for communities with large numbers of mixed families (unauthorized parents with U.S. citizen children). This article summarizes the data and assesses the implications of the major reform proposals for California agriculture.

La iniciativa S744, la cual cuenta con el apoyo del presidente Barack Obama, escribe Martin, propone mayor seguridad a lo largo de la frontera, y la legalización de millones de inmigrantes indocumentados que carecen de antecedentes penales y se encuentran en el país desde antes del 31 de diciembre del 2011. Quienes son elegibles tendrían que pagar una multa de 500 dólares, impuestos no pagados y gastos de solicitud para recibir el estatus de Inmigrante Provisional Inscrito (RPI, por sus siglas en inglés) durante un periodo de seis años, al término del cual podrían renovarlo por otros seis años. Tras una década bajo el estatus RPI y tras demostrar que han trabajado o estudiado y vivido en los Estados Unidos desde su inscripción, los inmigrantes podrían solicitar la residencia permanente y tres años más tarde, la ciudadanía estadounidense.

En el caso de los trabajadores del campo, la S744 les concedería el estatus RPI tras comprobar que trabajaron por lo menos 100 días o 575 horas en el campo en los 24 meses previos al 31 de diciembre del 2012 y pagar una multa de 100 dólares y gastos de solicitud. Los solicitantes bajo esta categoría podrían convertirse en residentes legales trabajando en el campo por lo menos 150 días del año, durante tres años consecutivos, o 100 días por año durante cinco años.

Actualmente los Estados Unidos cuentan con tres programas de trabajadores huéspedes: el H-1B que permite la entrada de 100,000 trabajadores extranjeros al año que tengan una licenciatura; el H-2A que permite el ingreso de 60,000 trabajadores agrícolas extranjeros de temporada; y el H-2B por medio del cual 66,000 trabajadores extranjeros son admitidos al país para satisfacer la demanda de la industria hotelera, reforestación y cuidado de césped y jardines.

La propuesta del senado también incluye un programa para trabajadores del campo huéspedes que reemplazaría al actual H-2A, con los programas W-3 y W-4, los cuales serían administrados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y autorizaría la entrada al país de un máximo de 112,333 trabajadores del campo anualmente, con un salario mínimo de 9.64 dólares la hora para el año 2016. A los empleadores se les requeriría proveer a estos trabajadores un lugar donde vivir o pagarles un subsidio de vivienda de uno a dos dólares adicionales por hora en la mayoría de los condados.

Pero Martin, el experto de la UC, se pregunta de dónde provendría esta mano de obra temporal.

“La inmigración entre México y Estados Unidos ha venido declinando y más mexicanos han regresado a México que los que han ingresado al país en años recientes. Hace un siglo, muchos de los trabajadores del campo en los estados del oeste eran chinos y japoneses. La combinación de periodos de trabajo más largos bajo la S744 y la oportunidad de traer a miembros de sus familias a Estados Unidos, podría volver a traer a más trabajadores asiáticos al sector agrícola estadounidense”, señala Martin en su artículo titulado, La reforma migratoria y la agricultura de California.

En contraste con la S744, el proyecto de ley HR 1772 de la Cámara de Representantes requeriría que todos los empleadores usarán, en un lapso de 2 años, E-Verify, el sistema en internet que verifica si un trabajador está autorizado para trabajar en el país. El proyecto de ley HR 2278 propone reforzar la vigilancia en las fronteras y el interior del país para prevenir la entrada ilegal de extranjeros. Por ejemplo, propone incrementar en 5,000 el número de agentes de inmigración en el interior del país y permite a los estados y municipios promulgar y aplicar leyes migratorias. Bajo esta ley, los inmigrantes indocumentados que sean convictos de pertenecer a pandillas criminales, conducir en estado de embriaguez, homicidio involuntario, violación sexual o de no haberse inscrito como ofensor sexual, podrían ser expulsados más fácilmente del país.

A pesar de todo, según señala Martin, “es muy probable que tanto el proyecto de ley del Senado como el de la Cámara de Representantes le den a la agricultura una fuerza laboral legal integrada quizás por millones de trabajadores actualmente indocumentados que podrían inscribirse y convertirse en inmigrantes legales, y después un número equivalente de trabajadores huéspedes que reemplazarían a los primeros cuando se trasladen a trabajos no agrícolas”.

Por otra parte, asegura Martin, los costos de mano de obra agrícola se mantendrían estables, ya que el promedio del ingreso por hora de los actuales trabajadores del campo ya rebasa el pago mínimo propuesto para los trabajadores huéspedes, aun cuando los granjeros tengan que pagarles un subsidio de vivienda.

“Aún si los granjeros tienen que pagar un subsidio de vivienda de dos dólares la hora, los 9.64 dólares que deben pagar a sus trabajadores huéspedes en 2016 más los dos dólares por hora para vivienda es menos que el salario de 12.56 dólares la hora que recibían los trabajadores del campo en el 2012”, indica Martin en su artículo.

Según el experto, alrededor del 98 por ciento de los trabajadores agrícolas en granjas de California y el 58 por ciento en granjas fuera del estado, son extranjeros; por otra parte, el porcentaje de trabajadores del campo (68%) sin permiso para trabajar legalmente es similar en California y el resto del país.

Martin explica que aunque no hay información confiable respecto a la cifra de empleados agrícolas, el número de empleos equivalente a todo el año en el sector agrícola de Estados Unidos es de 1.2 millones, incluyendo 400 mil en California, Sin embargo, el trabajo de campo es de temporada y se calcula que hay dos trabajadores para cada empleo equivalente a un año completo, lo cual sugiere que hay 2.4 millones de trabajadores del campo en el país, de los cuales 800,000 pertenecen a California.

Las provisiones de la propuesta del Senado fueron negociadas por defensores de los trabajadores agrícolas y granjeros y ambos han dicho que resistirán fuertemente cualquier esfuerzo para cambiar lo que ellos describen como “un compromiso delicadamente equilibrado”. Por su parte, la propuesta de la Cámara de Representantes cuenta con el apoyo de muchos empleadores agrícolas, incluyendo la Federación de Aves de California y la Asociación Norteamericana de Carnes, pero es rechazada por los defensores de los empleados agrícolas, como la Unión de Campesinos.

Martin asegura que “el resultado más probable de la reforma migratoria es la continuación del ‘status quo’. Este ‘sistema migratorio roto’ no es la primera preferencia de ninguna de las partes involucradas, pero es la segunda mejor solución para los productores agrícolas que obtienen mano de obra barata indocumentada y para la gran mayoría de trabajadores agrícolas indocumentados que prefieren vivir en la incertidumbre en los Estados Unidos, a tener que irse”.

“Hasta que no se logre romper el estancamiento en el Congreso, es muy probable que no haya una reforma migratoria integral, y sin una escasez severa de mano de obra agrícola, es poco probable que se haga algo respecto a reforma migratoria específicamente ligada a la agricultura”, concluye el investigador.

El artículo en el que se basa esta nota fue publicado en la revista California Agriculture, edición de Octubre-Noviembre 2013, Volumen 67, Número 4. 

En inglés.


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By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager