DAVIS (UC) – La mayoría de los ganaderos del estado no están preparados para hacer frente a una sequía sin precedentes que mantiene a California en estado de alerta y la cual resultaría en una severa escasez de agua, pasto y forraje para el ganado de campo, señala un estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de California en Davis
Más de una tercera parte de los ganaderos o rancheros del estado entrevistados espera que sus operaciones ganaderas se verán impactadas drásticamente o devastadas si las condiciones de sequía persisten.
English Summary: As California braces for record drought, ranchers are among the most immediately impacted, and most say they are not ready for the severe water shortages and lack of forage that drought would bring, according to a new study by researchers at the University of California, Davis. |
La investigadora de posgrado de la UC Davis Leslie Roche y sus colegas realizaron una encuesta con 511 ganaderos de todo el estado sobre sus decisiones administrativas, inclusive cómo responden a condiciones de sequía. La experta está haciendo un seguimiento de la encuesta a través de entrevistas más detalladas para indagar más a fondo sobre los factores específicos que afectan a cada familia ganadera; hasta ahora se ha entrevistado en persona con más de 60 de ellas en toda California.
“La sequía del año pasado ha estado en la menta de muchas personas”, dijo Roche. “Pero, debido a que la sequía de este invierno nos ha pegado más duro, se ha convertido en una preocupación de extrema importancia entre los ganaderos”.
Roche hizo notar que la ganadería es el sector de la agricultura de California que es más vulnerable a las sequías ya que depende de los sistemas de alimentación que dependen a su vez de la lluvia, en vez de agua almacenada o subterránea.
California experimentó en 2013 el año más seco que se haya registrado en la historia de California, y la actual acumulación de nieve en el estado es de solo 17 por ciento de su promedio. Como resultado, el gobierno del estado y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) han declarado emergencia por sequía en California.
Una sequía a nivel estatal como la que ocurrió entre 1976 y 1977, podría, hoy día, exacerbar los efectos de sequías regionales pasadas, de acuerdo con muchos de los ganaderos que respondieron a la encuesta de UC Davis.
Los ganaderos podrían tener que considerar el sacrificio de cabezas de ganado conforme se incrementa el costo de producción, aunque el número de reses en sus rebaños ya es bastante conservador.
No obstante, los ganaderos de California están acostumbrados a sobrevivir sequías. En un clima mediterráneo como el de California, las condiciones de sequía ocurren alrededor de cuatro meses cada año, en la temporada seca de verano. Sin embargo, en las últimas dos temporadas de lluvia del invierno, la precipitación que se ha registrado ha sido menos de lo normal, forzando a muchos ganaderos a implementar medidas contra la sequía. La mayoría de los ganaderos entrevistados dijo que se han enfrentado a sequías durante tres o cuatro años de los últimos 10 y que la única opción es adaptarse a las circunstancias.
“Las familias de ganaderos multigeneracionales que han podido mantenerse en el estado por largo tiempo, tienen mucho que contarnos de su propia experiencia”, dijo Ken Tate, especialista de Extensión Cooperativa de la UC en el Departamento de Botánica en la UC Davis.
“Tienen que contar con flexibilidad y opciones para poderse adaptar”, manifestó Tate. “Aquellos que tienen menos flexibilidad –menos tipos de forraje, menos lugares para llevar el ganado– tienden a ser los que tienen mayor dificultad para adaptarse a la sequía porque su ‘caja de herramientas’ es más chica”.
El equipo de investigadores de la UC Davis descubrió que un 99 por ciento de los ganaderos encuestados depende de otros ganaderos como su fuente de información confiable. El equipo está tomando ventaja de ese conocimiento y experiencia con el fin de que sigan siendo compartidos para el beneficio de los ganaderos, legisladores e investigadores.
La encuesta ha conectado al campus directamente con los ganaderos, abriendo una basta fuente de oportunidades de investigación que clarificará cuáles prácticas administrativas, bajo cuáles condiciones funcionan mejor para los ganaderos de California. A través de este estudio, las agencias que manejan recursos estatales y federales y programas de asistencia durante sequías están obteniendo un mejor entendimiento de lo que las sequías y otros asuntos importantes significan para la industria ganadera.
La información respecto a cómo los ganaderos están haciendo frente a la sequía les proporciona a otros en la industria agrícola una idea de qué tan intenso será el impacto de la sequía en su propio sector más adelante.
“Otros en el sector agrícola están observando”, indicó Tate, “porque están en espera de que pronto llegue la hora de plantar para los cultivos de verano y no saben con cuánta agua contarán”.
Otros investigadores que participaron en el estudio son Mark Lubell y Tracy Schohr de las UC Davis, Justin Derner del Servicio de Investigación Agrícola del USDA, Bethany Cutts de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y Lynn Huntsinger de la UC Berkeley. El proyecto fue financiado por el Instituto Nacional de Alimentos y Agricultura y la encuesta fue conducida en colaboración con la Asociación de Ganaderos de California y la Oficina de California de la Federación de Granjas.
Para más información sobre la encuesta puede visitar Rangeland Watershed Laboratory.
Extensión Cooperativa de la Universidad de California
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