Junio es el Mes de la Comunicación Efectiva
DAVIS (UC) - La buena comunicación es indispensable para entablar buenas relaciones, resolver conflictos, entender diferencias y lograr acuerdos, según un experto de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.
La comunicación efectiva es una destreza que todos debemos aprender puesto que cuando no logramos entender o hacernos entender, nuestras relaciones pueden verse afectadas; por ejemplo, en el trabajo puede disminuir la productividad y en el hogar se puede lastimar las relaciones afectivas.
Gregorio Billikopf, experto en relaciones laborales y mediación de conflictos señala que para establecer el diálogo efectivo hay que tomar en cuenta dos puntos básicos:
- Aprender a escuchar.
- Ceder a la tentación de querer exponer primero el punto de vista personal antes de permitir hablar a la otra persona.
El experto indica que en todas las relaciones humanas siempre hay situaciones desafiantes que requieren del diálogo para encontrar soluciones positivas. De ahí, que en la vida familiar es muy importante que los padres dediquen más tiempo a conversar con sus hijos ya que cuando lo hacen, los niños se sienten valorados y aumenta su auto estima.
“Cuando los hijos se sienten escuchados, comprendidos por sus padres, el interés en las pandillas, en las drogas y en una multitud de otros problemas disminuye”, enfatiza Billikopf.
Billikopf señala que al iniciar una conversación con miras a resolver algún conflicto, lo primero que hacer es reducir las tensiones; y la manera de lograrlo es desarrollando la capacidad de escuchar con empatía. Esto significa prestar completa atención al hijo o la persona con la que está conversando, tratando de entender sus necesidades.
“Hay que intentar primero comprender y luego ser comprendido, como precisa Steven Covey en su libro “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”, dice Billikopf, reiterando que es muy importante que el padre permita que el hijo hable primero.
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“Es bueno escuchar primero la opinión de la otra persona y no preocuparnos porque queremos hablar y contestar. Realmente escuchar. Realmente tratar de ponernos en el lugar de nuestro hijo cuando hay diferencias de opinión, y si hacemos esto y verdaderamente comprendemos lo que nuestro hijo, hija o cónyuge necesita o añora, entonces será más fácil poder buscar soluciones que cumplan con las necesidades tanto de ellos como las nuestras”, sostiene, Billikopf.
Aprender a escuchar
En su libro “Mediación Interpersonal, Empoderamiento del Individuo”, Billikopf explica que un enemigo natural del diálogo es no saber escuchar o hacerlo ineficientemente. Escuchar requiere mucho más que callar en espera de su turno para hablar; involucra un esfuerzo real por comprender otras perspectivas. “Escuchar, escuchar y en la medida en que vamos escuchando a nuestros hijos nos ganamos el derecho a que ellos también nos escuchen. Si nosotros no escuchamos a los hijos, los hijos no tienen por qué escucharnos a nosotros”, enfatiza el experto, durante una entrevista en su oficina en el condado de Stanislaus.
Billikopf de origen chileno y autor de varios libros sobre este tema, añade que en la relación padre-hijo es un error intentar evitar la conversación y sólo emitir órdenes, tal y como fueron educados los abuelos en algunos países de Latinoamérica; esto solo logrará que el hijo se sienta incomprendido pues se le ha negado la oportunidad de dialogar.
”Los hijos de hoy, simplemente no quieren aceptar un ‘no’ sino que están buscando un motivo. Quieren saber ‘¿por qué?’ No basta simplemente decir ‘no’ y tienes que obedecer porque yo soy el papá. Es mejor dialogar. El diálogo es tan bonito; es excelente poder dialogar y enfocarnos en la necesidad de nuestro hijo. Enfocarnos en comprender qué es lo que el hijo está buscando, qué necesita nuestro hijo ,y ya después, compartir nuestros sentimientos”, enfatiza Billikopf.
El experto cita un ejemplo: el hijo quiere salir de noche y pide permiso. El padre simplemente dice ‘no’. En este caso el papá ha eliminado la posibilidad de escuchar las necesidades de su hijo, y lo más probable es que el hijo hará finalmente lo que quiere.
La recomendación de Billikopf es primero escuchar, expresar su amor al hijo y hablarle de su preocupación por los grandes riesgos que hay en la noche en las calles. “Cuando existe el diálogo y la comunicación, vamos a ver que las diferencias de opinión no son tan grandes como parecían en un principio. Tal vez el hijo también está preocupado de salir a esa hora de la noche, tal vez usted pueda sugerir que vengan los amigos a su casa para que no tengan que estar transitando tan tarde”, añade.
Evitar los gritos
Cuando hay desacuerdos es común levantar la voz, gritar, cerrarse a la comunicación y con ello se destruye la posibilidad de encontrar una solución positiva para ambas partes.
El experto recomienda a los padres que ejerzan su autoridad con amor, sin gritos y estableciendo reglas. “Un padre que realmente ama a sus hijos, de vez en cuando va a tener que poner reglas que los hijos deben seguir y si no las obedecen debe haber una consecuencia. Obviamente la consecuencia debe ser suficiente para que el hijo lamente no haber respetado al papá y en el futuro lo piense dos veces antes de hacer lo que quiera”, concluye Billikopf.
Para más información, visite el sitio Administración Laboral Agrícola donde encontrará artículos e investigaciones, manuales, videos, foros y versiones electrónicas de sus dos libros: Administración Laboral Agrícola: Cultivando la Productividad del Personal, y Mediación Interpersonal: Empoderamiento del Individuo.