VISALIA – (UC) – La celebración de Halloween dura apenas unas horas; sin embargo, causa inquietud entre muchos padres quienes se preocupan por la seguridad de sus hijos pequeños cuando salen a pedir golosinas, así como al pensar que sus hijos vayan a consumir demasiados de los dulces que les obsequian.
Esta celebración es la segunda festividad con más éxito comercial en los Estados Unidos; la venta de disfraces y dulces se dispara, ascendiendo a sumas millonarias. Una encuesta realizada en el 2010, entre 1,200 niños por la organización Kids Health, encontró que la mayoría de los niños recibieron un promedio de 50 golosinas, mientras que otro porcentaje dijo haber recibido más de cien dulces. Y más de la mitad de los menores encuestados admitieron haber comido muchos dulces esa noche.
Cathi Lamp, experta en nutrición y asuntos de la familia y el consumidor de Extensión Cooperativa de la Universidad de California explica que los niños se pueden divertir sin poner en riesgo su seguridad o su salud. Es importante tomar nota porque las estadísticas hablan de los múltiples riesgos a los que están expuestos los niños durante esa celebración.
Datos de los Centros para la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) indican que los niños tienen cuatro veces más probabilidades de ser atropellados por un auto en la noche de Halloween que en cualquier otra noche del año.
“Una de las opciones a las que pueden recurrir los padres es buscar fiestas de Noche de Brujas que se ofrecen en iglesias, escuelas y centros comunitarios y en donde hay juegos muy divertidos. Estas celebraciones son mucho menos peligrosas ya que los niños no van a estar corriendo por la calle en la noche. Son fiestas que brindan juegos y actividades y los niños pueden divertirse, sin peligro y en un ambiente seguro”, enfatiza Lamp.
Además sugiere que si los padres van a llevar a los niños pequeños a recorrer el vecindario pidiendo dulces deben hacerlo durante las primeras horas de la noche y sólo por un corto tiempo.
“¡Un poquito de Trick or Treat es más que suficiente! Además recomiendo a los padres que lleven consigo una linterna y se aseguren que los niños usen disfraces que sean seguros para andar por las calles: que no estén muy flojos ni muy largos para evitar que el niño tropiece y se caiga. También asegúrese que el disfraz esté hecho con materiales no inflamables. Y si lleva máscara, compruebe que el niño puede ver no sólo hacia enfrente sino también a los lados de manera que esté a salvo cuando cruce la calle con su ayuda”, indica Lamp.
La celebración del Halloween se asocia tradicionalmente con el hecho de pedir y recibir dulces, algo que las nutricionistas no ven con muy buenos ojos y tratan de limitar, puesto que el consumo elevado de dulces puede ocasionar problemas de salud como dolores de cabeza, estómago, otros malestares y sobrepeso.
De acuerdo a estadísticas del Censo en el 2009 se consumieron 24.3 libras de dulces per cápita.
“Son muchos dulces y cuando se añade además toda la cantidad de azúcar y calorías que los estadounidense pueden beber en refrescos y otras bebidas azucaradas es demasiado; y esto contribuye a problemas de sobrepeso y obesidad lo cual no es nada saludable para el cuerpo. Nosotros deberíamos consumir la mayor parte de los azúcares de una forma más natural con frutas e incluso con algunas verduras” recomienda Lamp.
La especialista brinda algunas ideas para ayudar a controlar en consumo de golosinas.
- Permita que sus niños consuman cinco o seis golosinas; guarde el resto donde los niños no las vean. Algunos padres les ofrecen a sus hijos intercambiar todos los dulces por algún pequeño juguete que el niño desee.
- Considere regalar a los niños botanas saludables como fruta seca, cajitas de pasas, semillas de girasol, galletas de animalitos, rollitos de fruta, barritas de granola, cajitas de jugo 100%. O también puede obsequiarles útiles escolares como lápices, crayones, borradores, libros para colorear, rompecabezas o calcomanías.
En muy importante que los padres revisen que todos los dulces tengan la envoltura intacta; de no ser así, es mejor que se deshagan de esas golosinas.
Es sencillo hacer algunos cambios a la manera acostumbrada de pasar el Halloween para que los niños se diviertan sin terminar con dolor de estómago y más caries dentales por comer demasiados dulces y golosinas. Anímese y anime a sus hijos a poner a prueba estas divertidas y sanas recomendaciones.