Mayo: Mes nacional del Bienestar Familiar
ALAMEDA – (UC) – El bienestar familiar es una meta muy importante e encomiable puesto que la familia es el eje fundamental de toda sociedad. Cuando todos los miembros de la familia conviven en un entorno que promueve la salud física y mental, las relaciones humanas y laborales y una vida espiritual, la comunidad y sociedad en general salen beneficiadas. Una especialista en ciencias de la familia de Extensión Cooperativa de la Universidad de California ofrece varias pautas para ayudarnos a vivir mejor, más plenamente y en armonía.
“Creo que empezaría por cuidar la salud consumiendo una alimentación saludable y haciendo ejercicio; apagaría el televisor para gozar de más tiempo en familia; jugaría y leería más con los hijos; volvería a los principios básicos como cenar en familia; cuidaría más el empleo pues son tiempos muy competitivos; aprendería a manejar mejor el ingreso familiar y llevaría una vida espiritual pues está comprobado que la gente que la tiene es más feliz”, señala Margaret Johns.
Añade que para disfrutar de bienestar familiar no se necesita tener mucho dinero porque la sensación de “estar bien” no consiste en gastar sino en aprender a tomar decisiones inteligentes en todas las facetas del ser humano: salud física y mental, desarrollo profesional y laboral, finanzas familiares, relaciones personales y vida espiritual.
La salud física
“Hay evidencia que muestra que hay una relación entre una alimentación deficiente y enfermedades como la diabetes y obesidad, y cualquier problema de salud se ve afectado por el tipo de alimentación: entre mejor alimentada esté una persona, mejor podrá combatir enfermedades o infecciones”, señala Johns.
Una alimentación saludable no sólo consiste en tener en la alacena alimentos que comer; hay muchas familias que tienen que comer, pero están desnutridas. Lo que quiero que entiendan es que entre más procesado sea un alimento, es menos recomendable consumirlo.
Para que una alimentación sea sana debe ser una alimentación bien balanceada con frutas, verduras, granos, lácteos y alimentos ricos en proteínas, “y si usted es una de esas personas a la que no le gustan las verduras, puede entrenar el paladar para así obtener las vitaminas que el cuerpo necesita”, explica Johns. “Una investigación reciente demostró que toma treinta día desarrollar el gusto por los alimentos; y todo lo que tiene que hacer es esforzarse por comerlos, probar y probar hasta que los acepte.”
El ejercicio es también sumamente importante. “Sabemos que no somos lo suficientemente activos porque dependemos de nuestros autos. Si bien cierto que algunos segmentos de nuestra sociedad si se mueven bastante: quienes trabajan en los campos hacen bastante actividad física. Pero cuando regresan a casa están muy, pero muy cansados lo cual se justifica”, indica Johns. Pero los niños están en casa, sentados jugando videojuegos y comiendo botanas que no deberían consumir, y así empieza el problema de obesidad. Una encuesta del YMCA, encontró que 42 por ciento de los padres encuestados dijeron que la tecnología -computadoras, videojuegos y teléfonos celulares- distrae demasiado a los niños y les roba tiempo para el ejercicio.
Johns sugiere a los padres que salgan al parque y, si se sienten fatigados que lleven una silla, pero que hagan que sus hijos corran y jueguen al aire libre. Cuando los niños se mantienen activos, duermen mejor.
La especialista reconoce que no tiene una solución al problema de la falta de ejercicio. La clave está en “hacer lo mejor que pueda como padre o madre con los recursos a su alcance.”
Los adultos requieren 30 minutos de actividad física diariamente y los niños una hora.
La salud mental
“Lo problemas relacionados con salud mental están atrayendo más y más atención. El estrés va en aumento. Muchos han perdido sus empleos, el costo de los alimentos y la gasolina sigue aumentando", dice la especialista. “Yo creo que lo que se necesita es que todos los miembros de la familia decidan que es realmente importante para la familia“, aclara Johns. “Todos queremos que nuestros hijos sean felices, pero debemos entender que las cosas materiales no proporcionan felicidad.”
Johns enfatiza que debemos volver a lo básico: buscar pasar más tiempo de calidad con las personas que amamos, y realizar actividades divertidas sin tener que gastar dinero. Podemos ir a las bibliotecas a buscar libros y documentales, leer en familia, hacer que cada día lea una persona diferente en voz alta y los demás comparten la historia. Las bibliotecas tienen recursos muy valiosos que se están desperdiciando”, señala Johns.
Las finanzas familiares
Según la especialista, “hay dos áreas del bienestar familiar donde hay mucho por aprender: la nutrición y finanzas familiares.”
Johns explica que el bienestar económico no consiste en tener mucho dinero sino en gastarlo sensata e inteligentemente, y una manera de hacerlo es anotando los gastos en una libreta o guardando y evaluando los recibos.
“No es una estrategia fácil, pero si lo hace, aprenderá mucho sobre si mismo y encontrará formas de ahorrar. En la década de los 80 cuando dábamos inicio al programa Money Sense, a un piloto de la Base Aérea Edwards nunca le alcanzaba el dinero; entonces se percató que gastaba 100 dólares al mes en refrescos. Él nunca hubiera sabido en qué se iba su dinero si no hubiera hecho esto”, señala Johns, quien también sugiere hablar con los hijos acerca de lo que se puede o no se puede comprar.
La vida social
Es importante salir y distraerse sobre todo cuando se encara una situación económica difícil. Algo tan simple, según recomienda la especialista, como hacer cosas simples pero divertidas, como hacer máscaras y ver quién resulta el más ingenioso.
“A la diversión sólo la limita la imaginación”, enfatiza Johns, e insiste en que hay que volver a lo básico y buscar en el periódico local los eventos comunitarios gratuitos del fin de semana. En familia también se pueden ver programas educativos como el Discovery Channel donde se explora la ciencia, historia, tecnología, la fauna y más.
Siempre supervise los programas qué ven sus hijos; las caricaturas que los niños ven hoy “ya no cuentan con personajes como el conejo Bugs Bunny; ahora tienen personajes extraños que son muy irrespetuosos”, enfatiza Johns.
Desarrollo profesional
“Es muy importante que los padres enseñen a sus hijos, con su ejemplo, a ser buenos empleados porque el mercado laboral es muy competitivo y hay que ser mejor que nadie,” recalca la especialista.
“La integridad es parte de ser buen empleado. Hay que levantarse temprano, para llegar a tiempo, mantener una buena actitud en el empleo y, si no tuvo un buen día en el trabajo, no se desquite con la esposa o hijos; sin embargo, hablar con el cónyuge le ayudará a procesar mejor el problema”, dice Johns.
Relaciones familiares
“Yo pienso que todos descuidamos las relaciones familiares porque muchas veces nos ensimismamos en nuestros problemas personales. Y sucede que no siempre damos el mejor ejemplo a nuestros hijos. Tal vez esto pueda estar pasando menos en las familias latinas, pero entre otras comunidades la tasa de divorcio es muy alta, pareciera que las personas están menos dispuestas a esforzarse por conservar su matrimonio”, observa Johns.
Hay que platicar mucho con los hijos especialmente cuando la familia atraviesa una época difícil y explicarles que todos tenemos obligaciones; ellos deben obtener buenas calificaciones, hacer sus tareas sin enojarse, no meterse en problemas en la escuela. Son asuntos que se deben reforzar todos los días, enseñando con el buen ejemplo”, indica Johns.
“Yo pienso que cuando los padres se pelean y no se hablan en realidad están lastimando a los niños. Un día leí en un boletín en una iglesia que el mejor regalo que un padre puede dar a sus niños es amar a la mamá de sus hijos. ¡Creo que es una idea formidable!”
Vida espiritual
Por muchos años los científicos no han tratado mucho este tema; pero varios estudios han demostrado que la espiritualidad ayuda a entender el significado de la vida, a tener esperanza y paz interna.
“Las personas que tienen una relación con Dios viven más felizmente“, señala Johns. Y sugiere enseñar a los hijos a llevar una vida espiritual ya sea a través de una vida religiosa orando todos en familia o poniendo en práctica la meditación.
Aunque no se sabe a ciencia cierta como se conecta el cuerpo, la mente y el espíritu, está comprobado que cualquiera de estos elementos afecta la salud del otro. Se ha visto que las personas que tienen una vida espiritual saben lidiar mejor con problemas y enfermedades, y por eso es importante fomentarla en los niños.
“La espiritualidad y todos los principios básicos de los que hemos hablado son herramientas importantes que los padres deben enseñar a sus hijos para el futuro porque además pienso que no les va tocar una vida fácil; de hecho va ser más difícil”, concluye Johns.