SAN JOSE - (UC)- Tradicionalmente, la cocina del hogar hispano es un sitio en el que el hombre no debe incursionar. Una especialista de Extensión Cooperativa de la Universidad de California aconseja derribar ese mito lo más pronto posible, por el bienestar de toda la familia.
Atentando aún más contra el legendario machismo que se le atribuye al hombre latino, María Giovanni se atreve a sugerir algo todavía más osado: El hombre no sólo debe ayudar en la cocina, también debe participar en la compra de comestibles para el hogar.
¿Su marido se siente amenazado o intimidado con la idea de cocinar? “La mujer debe invitarlo y decirle: ‘necesito tu ayuda’. Y si él no sabe cocinar del todo, enséñele”, aconseja Giovanni.
¿Su esposo se resiste a tratar de cocinar y aprender a seleccionar y comprar los comestibles? Bueno, pues hágale ver que será para su propio beneficio, según la asesora de nutrición de la UC en el condado de Santa Clara.
Si el hombre llega a quedarse sólo, estará mejor preparado cuando no haya alguna mujer en casa para prepararle sus alimentos, explica Giovanni, haciendo alusión al hecho de que cada vez son más los hombres en Estados Unidos que llegan a la vejez sin su pareja.
“Y si esperan vivir bien cuando se queden solos, me gustaría que aprendieran cómo alimentarse bien y cuidar su salud”, agrega.
Giovanni señala que hay otros motivos más importantes para que el hombre participe en la preparación de alimentos en el hogar:
• Se asegurará de que sus hijos, y él mismo, estén bien alimentados cuando su esposa no pueda hacerlo. Giovanni apunta que esto es algo que ocurre cada vez con mayor frecuencia en hogares en que ambos padres tienen empleos fuera del hogar.
• Dará un buen ejemplo a sus hijos y los motivará también a aprender a preparar alimentos.
Beneficios similares pueden resultar al acompañar a ayudar a la esposa en el supermercado, según Giovanni. El padre de familia debe aprender a seleccionar comestibles nutritivos y a vigilar el presupuesto familiar.
Giovanni ofrece una razón más que podría ayudarle a derribar el último vestigio de machismo en su esposo:
“Cocinar no es muy difícil. Y sobre todo, ayuda a fortalecer las relaciones familiares”, afirma la especialista de la UC.