RIVERSIDE- (UC)- ¿Quiere que sus hijos obtengan un mejor aprovechamiento escolar? Podría ayudarlos a lograrlo siguiendo las recomendaciones de asesoras del hogar de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.
Como primer paso, esmérese en proveerles alimentos sanos y en buen estado que les ayuden a mantenerse alertas y con suficientes energías a lo largo del día escolar.
“Los estudios han demostrado por muchos, muchos años que un niño que esté sano y bien alimentado puede tener un mejor rendimiento escolar”, sostiene la nutricionista Shirley Peterson.
“Esto es particularmente importante en el desayuno. Los niños que tienen un desayuno nutritivo están más alertas y tienen un mejor aprovechamiento en la escuela”, agrega la especialista de Extensión en el condado de San Luis Obispo.
Mucha más atención debe darse al seleccionar los alimentos que los niños llevan de casa para comer en la escuela, aconsejan Peterson y sus colegas.
“Muchos productos que compramos creyendo que son fáciles de empacar, realmente no son las mejores fuentes alimenticias para nuestros hijos”, apunta Margie Álvarez, asesora de nutrición en el condado de Orange.
Evite los alimentos procesados con alto contenido de sal, grasas y azúcar, como donas y galletas y papas fritas, doritos y otras golosinas que los niños prefieren porque los ven anunciados en la televisión.
La mayoría de los productos comestibles que se anuncian en la televisión tienen un alto contenido de azúcar y grasa y no son lo mejor para su niño”, indica Peterson. ”Estos pueden darle un aumento súbito de energía a los niños, pero no les proveen muchos nutrientes que les ayude en la escuela”.
Tampoco dependa de los fiambres como jamón, mortadela y otros embutidos para preparar sándwiches para el almuerzo escolar.
”Son muy altos en sodio; muchos de estos son hechos a base de grasa, como la bolonia; no son más que grasa molida y puesta en forma compacta”, señala Álvarez. El exceso de sodio en estos alimentos se debe a que se usa para preservar los alimentos procesados.
De ser posible, sustituya los fiambres con pollo o carnes cocinadas en casa; no sólo ahorrará dinero sino que tendrá la oportunidad de hacer el almuerzo escolar más sano.
“Así, estamos controlando el nivel de preservativos y de grasa. También, podemos añadir a estos sándwiches frutas y verduras”, aconseja Álvarez. “Les podemos poner tomate o rodajas de pimiento y lechuga. O si hacemos sándwiches de atún, añadir apio, pedacitos de manzana. Y así estamos añadiendo vitaminas y minerales y haciendo este sándwich más nutritivo”.
Las nutricionistas de Extensión Cooperativa aconsejan también incluir en la lonchera escolar yogur, quesos y frutas secas en bolsitas individuales. O frutas frescas enteras como naranjas, bananas o manzanas.
La misma atención debe darse a las bebidas que los niños consumen en la escuela. Las gaseosas y otras bebidas con alto contenido de azúcar son una causa principal de sobrepeso infantil y también se ha ligado a comportamiento hiperactivo que obstaculiza el aprendizaje en la escuela.
Peterson aconseja no comprar bebidas que aparentan ser jugos de frutas o a base de frutas, pero que en la mayoría de los casos son agua con azúcar y colores y sabores artificiales.
“Si quiere poner una bebida dulce en la lonchera de sus hijos, escoja una que sea 100 por ciento jugo y que lo indique claramente la etiqueta”, aclaró.
Por su parte, además de jugos auténticos, Álvarez también aconseja incluir envases de leche baja en grasa. Pero ambas nutricionistas coinciden en que agua simple, sin endulzantes ni colorantes, es la mejor alternativa a las gaseosas y otros refrescos embotellados.
Mantenga seguro el almuerzo escolar
Si empaca fruta cortada en el almuerzo escolar, extreme las precauciones para evitar que se contamine con bacterias, según advierte Peterson. Ella insiste en mantener refrigerados los alimentos perecederos, incluidos productos lácteos y carnes, colocando dentro de la lonchera uno de esos productos empaquetados que se congelan para usarlo como sustituto de hielo.
Y pida a sus niños que no dejen su lonchera expuesta al sol por demasiado tiempo mientras juegan en el área de recreo; los alimentos podrían descomponerse y causarles una intoxicación.
Los gastos preescolares
El comienzo de clases invariablemente involucra también una serie de gastos. Pero hay formas de evitar que éstos estropeen las finanzas familiares.
“Primero que todo, hagamos un inventario de qué es realmente lo que necesitamos. ¿Qué es lo que realmente la escuela está pidiendo? Luego, estudiar las ventas en especial y comparar precios”, enfatiza la consejera Álvarez.
Un gasto principal típico del inicio de clases es la compra de ropa para los niños. Pero Álvarez hace notar que en muchos hogares no es absolutamente necesario.
“¿Qué inventario tenemos en casa de la ropa de los niños? ¿Tenemos ropa de otro de los hermanitos que el que viene atrás puede utilizarla? Tampoco vamos a ir y comprar cantidades excesivas de ropa, porque los niños crecen rápidamente y esta ropa se queda”, recalcó Álvarez refiriéndose a la presión ejercida por la publicidad de las ventas de regreso a clases.
Álvarez aconseja involucrar a los niños en la planificación de las compras del comienzo de clases. Pero advierte que debe explicárseles por qué no pueden tener todo lo que ellos deseen. “No porque el amiguito tenga esto vamos a incurrir en gastos con dinero que no tenemos a mano y que tal vez vamos a necesitar para otros gastos más importantes en casa”.
Sin embargo, ella aconseja aprovechar ciertas ofertas de temporada. “Podemos hacer uso de las ventas en especial de los artículos que vamos a usar en más cantidad durante el año, que después suben de precio. Por ejemplo, lápices, papel, cuadernos, lápices de color”.