Cáspulas informativas con temas relacionados a la celebración del Dia de la Tierra - el 22 de abril.

Apr 14, 2006

(en inglés)

Los jardines urbanos podrían contener sustancias químicas nocivas

 

LOS ANGELES - (UC)— La celebración del Día de la Tierra puede servir de inspiración para plantar una huerta casera o comunitaria. Pero hay que tener en cuenta ciertas precauciones para asegurarse de que el suelo sea salubre para las plantas que se piense cultivar.  

 

“Es probable que cualquier lugar sujeto a las actividades humanas contenga niveles elevados de micro elementos”, precisa Donald Hodel, asesor de horticultura ornamental de Extensión Cooperativa de la Universidad de California. “Aunque generalmente no hay razón para preocuparse, en algunos casos, los micro elementos se pueden acumular y reprendan un riesgo para la salud, especialmente de los niños”.

 

Conocer los antecedentes del terreno donde se piensa sembrar una huerta puede ser útil para determinar si la tierra pudiera estar contaminada. La cercanía a zonas con mucho tráfico, industrias metalúrgicas, talleres de reparación o lotes de autos viejos, y comercios relacionados con el manejo de basura, desecho y reciclaje puede haber causado la contaminación del suelo con plomo, cadmio o arsénico; lo mismo puede ocurrir cuando se desecha inadecuadamente el aceite de motor, baterías automotrices o llantas, o cuando hay edificaciones pintadas hace años.

 

“Es una buena idea hacerle una prueba a una muestra de tierra de una huerta urbana, si se cree que se han desarrollado actividades como las ya mencionadas en el lugar”, apunta Hodel, quien brinda a continuación recomendaciones para reducir la exposición a micro elementos dañinos en el suelo de la huerta.

 

  • Deseche toda la basura que se encuentre en el lugar antes de sembrar cualquier cosa.
  • Are la tierra a profundidad para diluir cualquier contaminante que esté en la superficie.
  • De ser posible, use camas o contenedores elevados a los que les pueda echar tierra sin contaminar para plantar.
  • Use mucho abono o humus para mejorar la tierra y cubra la tierra con hojas, pedacitos de madera, heno, periódico u otros materiales para reducir la cantidad de polvo.
  • Plante las hortalizas lo más lejos posible de calles y carreteras, especialmente las verduras con hojas frondosas como la lechuga. Trate de bloquear la entrada del humo de autos y polvo aprovechando muros, bardas o hileras de arbustos.
  • Lávese bien las manos después de trabajar en la huerta o jardín y asegúrese de que sus niños también lo hagan después de jugar afuera.
  • Lave las verduras y frutas y pele los tubérculos como las zanahorias, betabeles y rábanos antes de comerlos. Deseche las hojas exteriores de las verduras de hojas frondosas.
  • Tenga una muda de ropa y zapatos que pueda usar al trabajar en la huerta y no los no los lleve dentro del hogar. 
  • Asegúrese de que los niños no jueguen en zonas que sospeche o sepa que están contaminadas.  

Una razón más por la cual no dejar basura tirada

 

DAVIS-(UC)— El control de la población de mosquitos, portadores del virus del Nilo Occidental que el año pasado causó la muerte de 18 personas en California e infectó a más de 900, depende de que no encuentren fuentes de agua estancada.  La basura que se deja tirada provee un buen lugar donde los mosquitos hembra pueden depositar sus huevos.

 

“El mosquito hembra puede poner aproximadamente 250 huevos durante el trascurso de su vida, que es en promedio un mes”, apunta Gregory Lanzaro, director del Programa de Investigación de Mosquitos de la Universidad de California.

 

La población puede ayudar a reducir la población de mosquitos y el riesgo que las comunidades corren de contraer este virus, trasmitido principalmente por el mosquito Culex. Además de no tirar desechos fuera del bote para basura, se recomienda vaciar el agua de cualquier recipiente en el jardín donde se haya apozado o voltearlo hacia abajo para que no pueda acumular agua, hacer el mantenimiento necesario a su piscina y jacuzzi, cambiar el agua de fuentes y fuentecillas para pájaros por lo menos una vez a la semana y agregar la especie de pez conocida como mosquitofish a los estanques.

 

Aire limpio y un medioambiente sano son las metas de las nuevas normas para el control de plagas

 

DAVIS-(UC)— Proteger a los niños de edad escolar de pesticidas dañinos es uno de los temas principales de la segunda edición del libro Residential, Industrial, and Institutional Pest Control (Control de plagas en viviendas, industrias e instituciones) del Programa Estatal de Control Integrado de Plagas (IPM) de la Universidad de California. El libro hace hincapié en información nueva acerca de cómo llevar a cabo programas de control integrado de plagas que no afecten el medio ambiente en escuelas y en otros edificios públicos y particulares.

 

El manual cubre maneras de combatir más de 60 plagas, incluso el uso de trampas con gel para cucarachas, cómo quitar colmenas de abejas de edificios, el uso de repelentes contra mosquitos y cómo identificar hormigas caseras comunes. Trata además acerca de la selección adecuada de pesticidas, cómo detectar la presencia de plagas y cómo usar una variedad de técnicas, incluso trampas e higiene, para combatirlas.

 

Por otra parte, los aplicadores de pesticidas interesados en cumplir con los reglamentos establecidos para protegerse y proteger a los demás encontrarán información acerca de la manera adecuada de aplicar pesticidas en el segundo capítulo, “Using Pesticides Safely”.

 

Este libro es el segundo volumen de la colección Pesticide Application Compendium, una serie de seis volúmenes adecuados para quienes usan pesticidas, supervisan su uso o enseñan a otros a usarlos.

 

Puede hallar más información acerca de este libro en el sitio web del IPM de la UC,  www.ipm.ucdavis.edu.

 

Científicos confundidos y complacidos ante la reaparición de la almeja navaja del mar

 

EUREKA-(UC)— La búsqueda de almejas en la playa es para muchos parte del atractivo de una visita a la playa. Clam Beach, la playa de almejas del condado de Humboldt, se encuentra justo al Sur de Trinidad y tuvo fama por muchos años como un buen lugar para buscar almejas. Sin embargo, la población de la especie principal de almeja en esta playa, la tellina o navaja del mar (Pacific razor clam) sufrió una dramática reducción poco después del clima engendrado por el fenómeno de El Niño en 1982 y 1983. Más de veinte años después, esta almeja ha regresado a la zona.

 

“Toda la evidencia indicaba que habían desaparecido”, apunta Pete Nelson, asesor marino del programa California Sea Grant en la región. “Es apenas en los últimos años que han empezado a regresar”.

 

No ha habido estudios acerca de la población de esta especie de almeja, por lo que los científicos se preguntan si su desaparición hace dos décadas podría haber sido el resultado de cambios en el océano por El Niño o bien por la enfermedad Nuclear Inclusion X, la cual arrasó con poblaciones de almejas en los estados de  Washington y Oregon.

 

Esta primavera, Nelson y su colega Jim Waldvogel, asesor marino del condado de Del Norte, empezarán a recolectar información de quienes disfrutan de buscar almejas en la playa. Cada cuando tendrán una estación de muestreo en las playas Clam Beach y South Beach en Crescent City para la medición de las conchas y dar así inicio a una base de datos acerca de estas almejas. La tellina se encuentra desde la playa Pismo en California hasta las Islas Aleutianas en Alaska.

 

Reducir la rapidez del crecimiento del césped y árboles disminuye los desechos orgánicos

 

SAN BERNARDINO-(UC)— La mayoría de comunidades tiene programas para reciclar los recortes del césped y de la poda de árboles. Expertos de Extensión Cooperativa de la Universidad de California recomiendan que se controle el crecimiento de árboles y del césped para generar menos desechos que van a parar a los vertederos municipales.

 

“El uso consciente de técnicas de riego, abono y poda puede reducir el crecimiento el césped y árboles sin sacrificar el atractivo estético”, observa Janet Hartin, asesora de horticultura de Extensión Cooperativa de la Universidad de California en el condado de San Bernardino.

 

Hartin y dos colegas escribieron una publicación de 15 páginas acerca del tema. Sus recomendaciones incluyen medir el agua que fluye de los aspersores de riego con el uso de contenedores pequeños de fondo plano como latas de atún o alimento para gatos y comparar esos datos con las tablas incluidas en la publicación para determinar el tiempo exacto, en minutos, necesario para el riego semanal en cada una de las once zonas climatológicas de California. Los autores explican también cómo evitar el crecimiento demasiado rápido debido al uso excesivo de fertilizantes.

 

Para información detallada sobre el tema, puede bajar gratis el documento titulado Best Management Practices to Reduce Production of Organic Materials in Landscape Plantings del sitio web www.ciwmb.ca.gov/Publications/Organics/44301022.pdf.

 

Cultivos invernales de cobertura mejoran la calidad del agua destinada a la agricultura

 

DAVIS-(UC)— El uso de cultivos de cobertura en invierno reduce la cantidad de nitrato y otros nutrientes que se escurren de los campos de cultivo. Esto, según explican investigadores de la Universidad de California, ayuda a mejorar la calidad del agua que se escurre del riego de las granjas.

 

“Los cultivos de cobertura actúan como filtros”, explica Will Horwath, coordinador del proyecto de agricultura sostenible del Centro de Sistemas Integrados de Granjas (CIFS) de la UC en Davis.

 

Ciertos reglamentos nuevos en California responsabilizan a los agricultores de los contaminantes que se detecten en el agua que escurra de sus terrenos. Esto ha incrementado el interés entre los agricultores, investigadores, agencias gubernamentales y grupos ambientalistas en prácticas alternas de producción de cultivos que protejan al suelo y agua.

 

Los cultivos de cobertura se siembran para mejorar la calidad del suelo y la penetración del agua, y pueden servir como una fuente biológica de nitrógeno. Sin embargo, los datos recabados por Howarth y sus colegas indican que el uso de cultivos de cobertura afecta la cantidad de agua que necesitan los cultivos en distintas épocas del año.

 

 “Sabemos que los cultivos de cobertura de invierno pueden afectar la conservación de agua en el verano y requerir cambios en las prácticas de riego”, precisa Howarth. “Los campos plantados con cultivos de cobertura aparentemente compensan la pérdida de agua en el verano aumentando la filtración del agua en el invierno”. El especialista apunta a la necesidad de investigaciones futuras que determinen si se puede reducir la cantidad de agua que se aplica en el riego.

 


By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager