DAVIS-(UC)— El constante aumento de obesidad como resultado de la abundancia de alimentos a precios relativamente bajos y un estilo de vida cada vez más sedentario amenaza el futuro económico de Estados Unidos.
California, con sus fértiles campos y avances tecnológicos, juega un papel primordial en la producción de alimentos. Pero también ofrece las mejores alternativas para prevenir y reducir la obesidad, según un experto de la Universidad de California en Davis.
“California produce mayormente verduras y frutas, que son precisamente las comidas que deberíamos comer más”, enfatiza el catedrático de economía agrícola Lovell Jarvis.
En su nueva Guía de Nutrición, el Departamento de Servicios de Salud de Estados Unidos recomienda consumir diariamente de 7 a 9 porciones de frutas, verduras y legumbres, alimentos que California produce en mayor volumen que cualquier otro estado. También aconseja consumir menos alimentos ricos en grasas y azúcar y aumentar la actividad física.
En la mayoría de los casos, la obesidad resulta de comer demasiados alimentos poco nutritivos y no realizar la actividad física que el cuerpo necesita para quemar el exceso de calorías consumidas. Es una decisión muy personal; pero sus resultados tienen un alto costo público.
Las muertes atribuidas al exceso de peso aumentaron 21.7 por ciento desde 1990 y el costo en servicios de salud pasa de $117,000 millones; también, la obesidad cuesta $56,000 millones más en pérdida de ingresos.
“Lo que necesitamos es mucha educación”, afirma Jarvis, “para enfatizar los riesgos de seguir comiendo la comida de alto contenido de calorías, de grasa, que nos gusta tanto pero que también produce, a largo plazo, y posiblemente más rápido de lo que pensábamos, un aumento de peso. Y con eso, un problema muy serio en la salud”.
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