SAN JOAQUIN-(UC)— El regreso a clases trae consigo invitaciones frecuentes a fiestas de cumpleaños, así como oportunidades para que los niños participen en deportes, clubes y tomen clases después del horario escolar. Todo esto puede ser divertido, pero en exceso, puede causar mucha tensión en la familia.
“Hay muchas ocasiones en las que hemos programado demasiadas actividades y nos sentimos agobiados”, apunta Anna Martin, consejera en nutrición y asuntos de la familia y del consumidor de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.
La especialista brinda algunas recomendaciones para cuando la familia se prepara para tomar parte en distintas actividades ahora que los niños han regresado a clases. El objetivo es reducir el agobio y aumentar el placer de todos en la familia.
Sea realista. Es mejor tener menos actividades y disfrutarlas plenamente que andar siempre de prisa de una actividad a otra y sufrir de estrés. Haga una lista de todas las actividades en que quieren participar, sea individualmente o en familia. Decida la importancia de cada actividad y considere los beneficios que brinda y lo que costará (no sólo en dinero sino en tiempo y tensión). En familia, escojan unas tres o cuatro actividades y decidan que únicamente participarán en esas. No es necesario que hagan “un poco de todo” y usted no tiene por qué sentirse culpable si dice que no.
Considere el año completo. Los niños disfrutan de participar en actividades especiales en cualquier época del año. Evite programar demasiadas actividades para el otoño y el invierno y considere esperar hasta la primavera y verano para iniciar ciertas actividades. Así los niños tendrán cosas interesantes que hacer todo el año.
Mantenga una rutina. Los niños se sienten más tranquilos cuando tienen una rutina, especialmente durante épocas llenas de actividad y tensión. Mantener la regularidad de la rutina ayudará a que sus hijos lleven a cabo las actividades adicionales con mayor facilidad.
Cuide de las necesidades básicas. Es de importancia extrema que todos duerman lo suficiente, tengan ratos sin actividades y coman alimentos nutritivos. Haber descansado lo suficiente y estar sanos ayuda tanto a niños como adultos a lidiar mejor con la tensión, tener más energía, evitar enfermarse y mantener una actitud positiva.
Limite el tiempo que pasan mirando televisión. Mirar demasiados programas y comerciales llenos de imágenes que cambian rápidamente puede contribuir a que los niños se pongan hiperactivos y sea difícil controlarlos. En lugar de la programación en canales comerciales, anime a sus hijos a que vean estaciones no comerciales o videos para niños, o a que participen en otras actividades como leer, preparar postres o bocadillos, hacer manualidades o participar en algún juego.
Establezca tradiciones familiares. Actividades y rituales familiares para cada día, semana, mes o cada año ayudan a reforzar valores y lazos familiares y dejan gratos recuerdos. Haga de la hora de merendar una oportunidad para compartir ideas, logros y sueños y brindarse apoyo mutuo. Organice “noches en familia”. Trabajen juntos como voluntarios en algún proyecto comunitario. Fomente la fé y espiritualidad familiar. Aprenda a planear y organizar actividades que permitan gozar de más tiempo en familia.
Si tiene niños pequeños, demore el inicio de los preparativos. A los niños pequeños se les hace muy difícil la espera entre los preparativos para alguna celebración y el inicio de la misma. Si ha planeado alguna actividad especial, espere a que falte poco tiempo antes de iniciar los preparativos. Así ayudará a que sus niños pequeños mantengan el interés en los preparativos y no se desesperen al pensar que falta mucho tiempo para el evento.
Es responsabilidad de los padres de familia planear cuidadosamente las actividades familiares. Siendo realista y creativo y permitiendo que sus hijos participen en las pláticas acerca del horario familiar, todos podrán participar en actividades interesantes y variadas durante todo el año sin tener que sobrellevar una rutina llena de tensión.
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