SAN FRANCISCO-(UC)— Los niños pequeños, desde que empiezan a gatear
hasta aproximadamente los cinco años de edad, exploran sus alrededores tocando y
llevándose a la boca todo lo que puedan. Para evitar que en un momento de
descuido puedan ingerir algo que pueda envenenarlos, ponga en práctica esta
sencillas medidas durante el Mes nacional para la Prevención de Envenenamientos
que se celebra en marzo.
Tome en cuenta
que las sustancias tóxicas actúan con rapidez. Especialistas del Centro de
Control de Envenenamientos de la Universidad de California advierten que el
contacto con estas sustancias es una de las principales causas de lesiones entre
niños en EE.UU., situación alarmante e innecesaria, puesto que el envenenamiento
de los pequeños generalmente es algo que se puede prevenir.
Tenga siempre
a mano el número telefónico del Sistema de Control de Sustancias Tóxicas de
California (siglas CPCS en inglés), el 1-800-876-4766. Hay personal disponible
las 24 horas todos los días. Coloque este número en un lugar visible, como en el
refrigerador o junto al teléfono.
He aquí
algunas recomendaciones para evitar el riesgo de exponer a sustancias peligrosas
a los pequeños que vivan con usted o visiten su hogar:
- Compre siempre productos en envases que los niños no puedan abrir, pero
recuerde que no son “a prueba de” deditos curiosos. Los pequeños con mucha
determinación podrían lograr abrir estos
envases.
- Los cosméticos, perfumes, cigarrillos, bebidas alcohólicas, vitaminas
con hierro y muchas medicinas en venta sin receta pueden ser peligrosos para
los niños. A los niños les llama la atención los envases, especialmente si
huelen bien o son de colores vivos o con un diseño llamativo. Mantenga todo
producto que pueda ser nocivo lejos del alcance de los niños y bajo
llave.
- No almacene envases de alimentos junto a productos para la limpieza
para no confundir a un niño cuando busca algo que comer.
- Mantenga todo en su envase original. No pase medicinas o limpiadores a
envases que contenían bebidas o alimentos.
- Recuerde que los niños disfrutan imitando a los adultos; nunca tome
medicina frente a los niños. Tampoco llame “dulces” a las
pastillas.
- Muchos envenenamientos ocurren cuando un adulto está haciendo uso de un
producto tóxico y lo deja fuera por un momento mientras contesta una llamada
telefónica o abre la puerta. Si esto sucede, lleve consigo el
producto.
- Tenga aun más cuidado a la hora de las comidas ya que la mayoría de los
envenenamientos ocurren cuando los niños tienen hambre y buscan algo que comer
cuando el adulto quien los cuida está ocupado o
distraído.
- Conozca el nombre común o botánico de las plantas en su hogar para
poder dárselo al personal del Centro de Control de Envenenamientos si uno de
sus niños se come parte de una planta. Puede incluso escribir el nombre de
cada una en una etiqueta y pegarla debajo de la maceta
correspondiente.
- Esté preparada para este
tipo de emergencia. Tenga el número telefónico del Centro de Control de
Envenenamientos cerca de todos los teléfonos en su hogar. Puede obtener
calcomanías con el mismo llamando gratis al CPCS al 1-800-582-3387. Este
número es únicamente para propósitos educativos. El número al cual debe de
llamar en caso de emergencia es el
1-800-876-4766.
Puede también
pedir que le envíen materiales educativos y calcomanías para el teléfono a
través del sitio en Internet del Sistema de Control de Envenenamientos en
California en www.calpoison.org.
El Sistema de
Control de Envenenamientos en California es una organización estatal que
anualmente recibe aproximadamente 300,000 llamadas con pedidos de información y
de ayuda en emergencias. Consiste de cuatro sucursales: Valley Children’s
Hospital en los condados de Fresno
y Madera, el Centro Médico UC Davis en Sacramento, el Centro Médico UC San Diego
y el Centro Médico del Hospital General de San Francisco, afiliado con la
Universidad de California en esa ciudad. El Sistema de Control de Envenenamientos de California es
administrado por la Escuela de Farmacología de la UC en San
Francisco.