Para que sus árboles produzcan fruta en abundancia

Feb 17, 2004

MODESTO-(UC)— Los cuidados que se tomen con un árbol frutal durante los primeros años determinan su capacidad de dar fruto en años venideros. Tenga esto en mente al podar y cuidar de sus árboles frutales jóvenes.

 

La producción de fruta es poca durante los primeros dos a cuatro años. Sin embargo, estos son los años en los que se desarrolla la estructura básica del árbol. Estos primeros años son también los más importantes para el crecimiento de las raíces. El estrés ocasionado por enfermedades, insectos, maleza y problemas de riego pueden afectar no sólo el desarrollo de las raíces sino del resto del árbol.

 

La mejor época para “entrenar” árboles frutales deciduos y los que dan nueces a desarrollar una estructura fuerte para que den fruta en abundancia es durante los primeros años. Sea que prefiera fomentar una estructura central abierta en el árbol, o con una rama central o como “arbusto frutal”, el entrenamiento para guiar la estructura del árbol debe iniciarse sin demora en el árbol joven si pierde sus hojas una vez al año.

 

Estas recomendaciones no se aplican a los árboles frutales siempreverdes. Por su parte, a los árboles cítricos y al aguacate se les permite un desarrollo más natural en la mayoría de los casos y no requieren de una poda extensa.

 

“Los problemas que las enfermedades, insectos, maleza y agua insuficiente causan en el desarrollo del árbol frutal pueden reducir la rapidez con que se desarrollan las raíces o detener su crecimiento por completo, problemas que afectan también a ramas y frutos”, apunta Ed Perry, asesor agrícola con Extensión Cooperativa de la Universidad de California. Si se limita el crecimiento del árbol al inicio, es poco probable que crezca de manera satisfactoria en los años siguientes. Sin embargo, pasados los primeros años cuando termina el desarrollo principal de las raíces, los árboles quedan menos afectados por estos problemas.

 

“La seriedad de un ataque de insectos perforadores es peor durante los primeros años, ya que causan distorsiones en las ramas y afectan la forma que va tomando el árbol”, precisa Perry. “Revise sus árboles jóvenes cuidadosamente y tenga a la mano lo necesario para el control de plagas si llegan a infestar al árbol u pueden causarle daño.”

 

Los árboles jóvenes presentan la mayor susceptibilidad a enfermedades como el chancro bacterial o marchitez por verticillium. Si sus árboles llegan a los ocho o nueve años de edad sin sufrir daños serios por estas enfermedades, hay buenas probabilidades de que sobrevivan ataques futuros.

 

La influencia de la maleza en el desarrollo de un árbol joven puede ser muy seria durante los primeros dos o tres años; lo mismo ocurre con el impacto que plagas vertebradas como topos, ardillas de tierra o ratones puede tener en los troncos y raíces de árboles jóvenes. Es imprescindible actuar sin demora para controlar la maleza y los roedores en los alrededores de árboles jóvenes. El crecimiento de árboles frutales que se planten donde haya césped o pasto también puede quedar limitado ya que muchas especies de zacate interfieren con el desarrollo de las raíces de árboles jóvenes.

 

“La causa más común y seria del desarrollo deficiente de los árboles radica en problemas de riego”, aclara el especialista. “Mucha agua o muy poca evita el crecimiento vigoroso de los árboles frutales jóvenes y los hace más susceptibles a problemas por plagas, enfermedades y exceso de sol.”

 

Más que cualquier otra práctica de cultivo, el riego es lo que más afectará el crecimiento, desarrollo, salud y productividad a largo plazo de los árboles frutales. Antes de plantar un árbol frutal, asegúrese de tener un buen plan para el riego. Tome en cuenta que las necesidades de agua del césped, plantas de cama, arbustos y árboles son diferentes, por lo que deben regarse por separado y según lo que requieran.

 

Con un poco de planeación y cuidado esmerado, sus árboles frutales pueden crecer y  desarrollarse de tal manera que le brindarán fruta abundante por muchos años.

En inglés


By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager