RIVERSIDE-(UC)— Llega diciembre y empezamos a considerar la
posibilidad de hacer propósitos para el Año Nuevo. Si no hemos cumplido los de
años anteriores, tal vez veamos este ritual como un doloroso proceso que acaba
por mermar nuestra confianza en nosotros mismos. Sin embargo, podemos recobrar
la esperanza en un mejor futuro si ponemos en perspectiva nuestra experiencia y
cobramos ánimo.
“Recuerde,
cuando hay voluntad, se encuentra la manera”, precisa Karen Varcoe, especialista
en asuntos del consumidor con Extensión Cooperativa de la Universidad de
California. “Con cualquier gran reto, la clave del éxito se encuentra en la
perseverancia. Si se rehúsa a darse por vencido y se mantiene flexible y
dispuesto a aprender, alcanzará sus objetivos”, asevera.
Usted está en
compañía de personas admirables si ha intentado lograr algún objetivo en años
anteriores y todavía no obtiene el éxito:
A pesar de
haberse declarado en bancarrota dos veces, Henry Ford estuvo dispuesto a jugarse
todo por el todo para desarrollar el “carruaje sin
caballos”.
Tomás Edison
concluyó cientos de experimentos fallidos antes de lograr inventar la bombilla
eléctrica.
Juana de Arco
se mantuvo persistente en escuchar la guía que sentía interiormente y sobrepasó
obstáculo tras obstáculo por el bienestar de Francia a pesar de ser una
jovencita.
El éxito está
a su alcance. No se desanime. Mantenga una sonrisa a flor de piel y continúe
haciendo lo mejor que pueda. Las recomendaciones que Varcoe da a continuación le
ayudarán.
Es mejor
concentrar sus esfuerzos en un solo objetivo. Asegúrese que sea una meta que
realmente quiere lograr. Divídala en pasos pequeños y fáciles de lograr. Así
empezará a progresar hacia su objetivo sin demora.
Comparta su
objetivo con personas cercanas, pero sólo si tiene la certeza que le brindarán
ánimo y apoyo. Pida que le ayuden a perseverar hasta lograr el éxito. Entre más
personas tenga en su equipo, mayores sus probabilidades de
éxito.
Sea ingenioso
para recordarse la meta que persigue, ya sea con una nota pegada a un espejo en
la recámara o baño, un símbolo de su objetivo colgado en la puerta del
refrigerador o una liga floja en un dedo.
Pare en seco
cualquier pensamiento negativo. Si surge alguno, distráigase para no pensar en
él ni tan sólo un segundo. Escoja en su lugar contemplar pensamientos de
felicidad y éxito.
Busque algún
pensamiento o frase positiva que le inspire. Dígasela a sí mismo, como: “Sé que
en mi interior está la sabiduría y la fuerza para lograr mi objetivo. Puedo
lograr todo lo que decida hacer”. Repítalo una y otra vez con convicción y
optimismo.
Invierta
tiempo de manera regular en imaginarse logrando su objetivo. Véase mentalmente
en movimiento, a todo color, como si viera una película, no una fotografía. Use
los cinco sentidos para sentir plenamente que llega a su
meta.
Si es
creyente, rece para pedir ayuda, fortalecer su fe y grabar bien en su interior
su imagen del éxito.
Recuerde que
su compromiso es hasta cumplir el objetivo. No asuma que desistirá, pero esté
preparado en caso de fallar temporalmente. De ser así, tan pronto pueda,
levántese y ¡siga adelante! No pierda ni un segundo en recriminarse. Tenga la
certeza que ha sido bendecido con el poder de lograr sus objetivos nobles.
Cesar Chávez,
el líder laboral fundador del Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW), afirmó:
“Hablar es fácil...Es la manera en que nos organizamos y lo que hacemos de
nuestras vidas lo que de verdad refleja en lo que
creemos.”
Recuerde que
la perseverancia es madre del éxito. Intente, siempre, una vez
más.