Exito parcial de nuevos programas de asistencia pública

May 16, 2001

DAVIS-(UC)--Han pasado más de tres años desde que el Congreso aprobara la Ley de Responsabilidad Personal y Oportunidad de Trabajo la cual hizo cambios drásticos a los programas de asistencia pública, más comúnmente conocidos en inglés como "welfare". En California, la ley se implementó en Agosto de 1997, bajo el nombre CalWORKS.

 

El Programa de Comunidades en California, con sede en la Universidad de California en Davis, ha venido evaluando el progreso alcanzado en seis condados en California. Los hallazgos muestran que las reformas implementadas han logrado reducir en un 30% el número de personas que reciben asistencia pública gracias a programas establecidos con este fin. Pero para que los cambios sean duraderos deben ir acompañados por la creación de nuevos empleos y estrategias de desarrollo laboral a largo plazo.

 

David Campbell, director del programa, indica que los empleos que han encontrado más de la mitad de los beneficiarios pagan poco, sólo $6.50 por hora, y no incluyen beneficios o prestaciones, lo que hace difícil que puedan solventar sus gastos a pesar de estar trabajando. Para que un trabajador pueda salir de una situación de pobreza y dejar de ser elegible para recibir asistencia económica del gobierno, se calcula que se requiere de un salario de por lo menos $8.36 la hora. Hay otros expertos quienes consideran que, para poder vivir, se tiene que ganar de $10 a $12 la hora.

 

Sorprende a algunos la flexibilidad que han mostrado las agencias de asistencia pública en hacer adaptaciones para servir a sus clientes, tomando en cuenta las características del mercado y fuerza laboral local.

 

"Lo que falta en algunos casos es concordancia entre políticas gubernamentales", precisa Campbell. "En California, el 27% de los niños viven en familias donde por lo menos uno de los hijos es nacido aquí pero la madre o el padre no son ciudadanos norteamericanos. Desgraciadamente, por la complejidad y yuxtaposición de las metas que rigen los programas de asistencia pública e inmigración, se niegan beneficios a muchos niños, hijos de inmigrantes que cumplen con los requisitos para recibirlos".

 

Según la corporación RAND, más del 50 por ciento de lo individuos que ya no reciben asistencia pública no ha encontrado trabajo, y han perdido su derecho a recibir la porción de ayuda para adultos para la cual eran elegibles al no participar en las actividades establecidas para ayudarles en la búsqueda de empleo.

 

Campbell y su grupo, quienes realizaron más de 200 entrevistas e hicieron una extensa revisión de literatura relacionada, encontraron indicios de que parte de la reducción de casos en zonas rurales se debe a migración a otros estados.

 

Se sabe, por ejemplo, que la Oficina de Educación y el Ejército de Salvación (Salvation Army) del condado de Tulare ofrecen programas que incluyen entrenamiento y transporte para obtener empleo fuera del estado, y aprovechar así oportunidades laborales en otros mercados.

 

En general, en los condados rurales y semirurales del estado el promedio de personas que han conseguido empleo es un 5% más bajo que a nivel nacional. Por su parte, los condados urbanos han excedido tal promedio en un 1%. "Al reducirse las listas de beneficiarios, la población con que trabaja CalWORKS incluye un porcentaje cada vez mayor de clientes que cuentan con menos recursos lo que explica las diferencias en el éxito obtenido en condados urbanos y rurales", observa Campbell. "La falta de recursos en las zonas rurales es un impedimento para que éstas sigan el ejemplo de regiones tan ricas en oportunidades laborales como el Valle del Silicón".

 

Sin embargo, la opinión pública es favorable en cuanto a los resultados obtenidos, en parte seguramente gracias a programas como "Hacia una vida mejor" (Gateway to a Better Life), desarrollado por especialistas de Extensión Cooperativa de la UC. Disponible en español y en inglés, el programa ayuda con la transición del sistema de asistencia pública al mercado laboral; entre los temas que se tratan están: cómo conseguir y retener un empleo, cómo prepararse para una entrevista de trabajo, cómo ser buenos padres, economía familiar, y otros temas de mucha utilidad para personas que han estado recibiendo asistencia pública y ahora buscan empleo.

 

En cuanto al futuro, Campbell advierte que de continuar enfocandose solamente en la obtención de empleo y la reducción de beneficiarios de asistencia pública, CalWORKS podría ocasionar injusticias preocupantes dado que los participantes en programas pueden recibir cuidado subsidiado de los niños, entrenamiento laboral, empleo realizando servicios comunitarios y ayuda en el manejo de su caso. El resto de la población que trabaja, pero que no logra salir de la pobreza, no es elegible para recibir tal apoyo.

 

"Para que estos programas rindan el fruto esperado, es necesario tomar en cuenta el desarrollo a largo plazo de la fuerza laboral e incluir estrategias para el desarrollo económico regional, la creación de nuevos empleos y mejoras en indicadores del bienestar de niños y familias. El éxito de estos esfuerzos radica en que las diferentes organizaciones locales estén dispuestas a trabajar en conjunto y con miras a suplir las necesidades particulares de la fuerza laboral de cada localidad. También será necesario conseguir el apoyo de las entidades gubernamentales para que establezcan cambios en el mecanismo de obtención de fondos y reglamentos que permitan trazar metas cooperativas", sostiene Campbell.

 

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By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager