May 1, 2001
Un desastre, como un incendio que obliga a abandonar el hogar, puede
traumatizar a niños pequeños.
Si nota que el temperamento de sus hijos se ha vuelto callado y
triste, o más activo de los normal, pídales que hablen de sus
emociones.
Hágales ver que lo peor, ya pasó. Y que poco a poco, con el apoyo de
todos en la familia, volverán a vivir una vida
normal.
Mensaje de la Universidad de
California.