El riego del césped en el verano

Aug 11, 2003

MODESTO-(UC)— Sin lugar a dudas, el riego adecuado es el factor más importante en el mantenimiento del césped. En la temporada de calor conviene revisar los métodos de riego en uso para asegurar que la cantidad de agua que se aplica reemplaza la que consume el césped, sin malgastar agua, ya sea por deslave o porque penetra más a fondo de las raíces.

“El césped requiere del nivel adecuado de agua para mantener su vigor y apariencia saludable”, precisa Ed Perry, asesor agrícola de Extensión Cooperativa de la Universidad de California. “Las manchas pardas con frecuencia reflejan un riego disparejo, por lo que es importante asegurarse que el sistema de irrigación funcione de una manera uniforme”, apunta.

La apariencia del césped y las condiciones del suelo pueden ayudar a determinar las necesidades de agua. Si el color cambia de verde brillante a verde grisáceo apagado, el césped requiere agua inmediatamente. Igual ocurre cuando se notan las pisadas en el césped y éste se queda aplastado. Si no se riega el césped cuanto antes, el color se tornará pardo, indicando que le falta agua y que hay secciones de césped muerto.

Por otra parte, si alguna zona del zacate recibe demasiada agua, se malgasta este recurso y hace que el césped crezca con mayor rapidez y requiera de podas más frecuentes. Además, cuando el suelo está saturado de agua evita que el aire penetre; la falta de aire hace el césped más vulnerable a enfermedades y a que crezca maleza. Por otra parte, la falta de suficiente agua puede también dejar al césped susceptible a enfermedades y a malas hierbas.

El césped recién plantado debe regarse levemente mientras las raíces comienzan a crecer en la superficie del suelo. Al establecerse, las raíces penetran a mayor profundidad y ya no es adecuado el riego leve pues evita el crecimiento de las raíces. Fomenta también las malezas y enfermedades al mantener muy húmeda la superficie.

Algunos tipos de zacate tienen sistemas de raíces menos extensos que otros. En todo caso, el riego poco frecuente que permita que el agua penetre de 6 a 8 pulgadas del suelo fomenta el buen crecimiento de las raíces. Resulta ser, además, el método de riego más eficiente para tener un césped de la mejor calidad.

Riegue el césped cuando se hayan secado las dos primeras pulgadas de tierra. Para determinarlo, Perry recomienda usar un objeto como un desarmador para meterlo en la tierra y así saber hasta que profundidad está húmeda. Riegue el mínimo número de veces necesario a la semana para mojar el suelo a la profundidad deseada sin que haya demasiado deslave.

“La frecuencia con que debe regar el césped depende de la especie de zacate que tenga, del clima y del tipo de suelo”, precisa el especialista. “Las especies propias de climas cálidos, como el zacate Bermuda o grama (Bermudagrass), o el zacate de San Agustín (St. Augustin grass) echan raíces que penetran profundamente y requieren riego profundo poco frecuente. En el caso de especies de clima cálido, regar una a dos veces semanales suele ser suficiente”, aclara.

Los tipos de césped de clima templado, tales como la cañuela alta (fescue) o el ballico (ryegrass) requieren riego más frecuente porque sus raíces no son tan profundas. Generalmente es necesario regarlos tres veces a la semana a intervalos similares para que se mantengan saludables durante el verano. En épocas de menos calor, el riego debe ser menos frecuente y, como siempre, espaciado a intervalos regulares en la semana.

Al regar, no aplique agua a una velocidad mayor de la que el suelo pueda absorberla y evite el deslave. Para lograrlo, posiblemente tenga que dejar de regar por una a dos horas para permitir que el agua penetre bien. Repita este ciclo hasta que las primeras 6 a 8 pulgadas queden mojadas.

Si desea determinar el tiempo máximo que puede tener prendido el sistema de riego, observe alguna vez desde que lo prende hasta que se inicia el deslave de agua. El tiempo que transcurra es el tiempo máximo que debe dejar prendido el sistema de riego.

En ocasiones existen problemas que impiden que el agua penetre a buena profundidad: la acumulación de paja (tallos, hojas y raíces viejas) o la tierra compacta. La paja evita que penetre el agua, aire y nutrientes a la zona de las raíces. La primavera u otoño son el mejor tiempo para quitarla, sea con un rastrillo de mano o haciendo una poda vertical.

Al igual que la paja acumulada, la tierra compactada evita la penetración del agua, aire y nutrientes. Además, previene el buen desarrollo de las raíces; por esto, las zonas compactadas del césped deben airearse para poder obtener buenos resultados de cualquier programa de riego.

“Las mejores horas para regar el césped son entre las 2 y las 8 de la mañana”, indica Perry. El uso del agua es más eficiente, hay menos evaporación y el agua generalmente queda bien distribuida porque la presión del agua es buena y hay poco viento. “No es recomendable regar por la tarde porque se pierde mucha agua por evaporación, ni por la noche, porque es más factible el desarrollo de enfermedades si el zacate queda mojado durante las horas templadas de la noche”, recomienda el especialista.

En resumen, la frecuencia con que debe regar el césped depende de la apariencia y la humedad del suelo. Evite el riego leve diariamente y ajuste el programa de riego a las características del zacate, de la tierra y del clima. Tenga presente que es común tener que regar de ½ a 1 hora cada vez para que el césped tenga buen aspecto y se mantenga saludable.

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By Myriam Grajales-Hall
Author - Communications Manager