DAVIS (UC) – Por lo general, los niños no comen suficientes frutas y verduras. Con miras a alentarlos, un grupo de investigadores diseñó un programa de educación sobre nutrición en el que los niños aprendieron sobre el tema y cultivaron verduras en una huerta escolar.
Al concluir el programa, los niños se mostraron más dispuestos a probar las verduras, aspecto que se considera esencial en el desarrollo de hábitos alimenticios saludables. Sheri Zidenberg-Cher, nutricionista con Extensión Cooperativa de la Universidad de California y una de las investigadoras, opina que es necesario realizar más estudios y hacer cambios en las asignaturas escolares.
Tres aulas en dos escuelas en California participaron en le programa. Antes de su inicio, se evaluaron los conocimientos y actitudes de los niños sobre los alimentos y su deseo de probar seis verduras diferentes. Se les pidió, además, su opinión de las verduras que probaron.
En una de las escuelas, los niños recibieron instrucción sobre nutrición y cultivaron verduras en un jardín escolar. En vista de que los niños aprenden principalmente por medios visuales y son sensibles a las influencias de su medio ambiente, se consideró que el uso de un jardín les brindaría oportunidades de mejorar sus conocimientos y habilidades relacionadas al consumo de alimentos saludables. Se usaron en clase ejemplos relacionados a la nutrición para la enseñanza de temas de estudio y se invirtió tiempo en aspectos particulares, como la Pirámide de los Alimentos.
El jardín escolar dio también oportunidades para la participación de padres y otros miembros de la comunidad. Los niños colaboraron con sus maestros y personal escolar de servicios alimenticios en la preparación de platillos hechos con las verduras cultivadas.
Zidenberg-Cher notó que cultivar sus propias verduras aumentó en los niños el conocimiento sobre varias verduras y su deseo de probarlas a pesar de que sólo algunas de ellas fueron cultivadas en las huertas escolares. Este cambio no se observó en los niños que no recibieron instrucción sobre nutrición ni trabajaron en una huerta jardín escolar.
Se eligieron estudiantes de primer grado para el programa porque los conocimientos actuales indican que fomentar hábitos alimenticios saludables a edades muy tempranas aumenta la probabilidad de que el niño los mantenga a lo largo de la vida.
La participación en el cultivo de verduras resultó ser un método efectivo para aumentar la buena voluntad de los niños de probar las verduras. Sin embargo, apuntan los investigadores que estudios diversos indican la necesidad de 10 a 15 oportunidades para probar las verduras antes de lograrse cambio alguno en las preferencias de los niños por las mismas. Consideran el programa de almuerzos escolares como un medio ideal para aumentar dichas oportunidades y lograr que los niños prueben más frutas y verduras.
Los investigadores opinan que sería útil desarrollar programas de estudio sobre nutrición para todos los años de la escuela primaria que incluyan el cultivo de verduras en huertas escolares.
NOTA: Este artículo se basa en el estudio, “First-grade gardeners more likely to taste vegetables,” publicado en la revista California Agriculture, Vol. 55, Number 1, edición de enero-febrero 2001.