RIVERSIDE-(UC)— En el 2002, el crédito por
ingresos del trabajo, conocido como EIC, el cual reduce los impuestos de
trabajadores elegibles, ayudó a que 5 millones de niños y sus padres dejaran de
formar parte del grupo que vive en un nivel de pobreza. Sin embargo, muchos
contribuyentes latinos no saben que pueden pedir el crédito, según
investigadoras de la Universidad de California.
“El estudio Rural Families Speak (Las familias
rurales se dejan oir) tiene por objetivo evaluar a largo plazo los cambios en el
bienestar familiar rural a raíz de las reformas a programas de asistencia
pública y a la pérdida de servicios relacionados”, explica Karen P. Varcoe,
especialista en asuntos de la familia y del consumidor con Extensión Cooperativa
de la UC. “En el primer año del estudio, se encontró que sólo un tercio de los
latinos elegibles para aprovechar el crédito EIC lo pidieron”,
apunta.
Las barreras culturales y lingüísticas, así
como falta de información adecuada fueron razones comunes por las que muchas
familias latinas no recibieron este crédito. Para contrarrestar estos
obstáculos, personal de la UC distribuyó materiales en inglés y en español del
Servicio de Impuestos Internos (IRS) que explicaban la manera de obtener el
crédito EIC por ingresos laborales. También se diseminó información a través de
la radio y prensa.
Se informó sobre la situación a consejeros de
Extensión Cooperativa en los condados y ahora se incluyen dichos materiales como
parte del Programa Ampliado de Educación sobre Alimentos y Nutrición y del
Programa de Educación sobre Estampillas para Alimentos.
Gracias a estos esfuerzos, el doble de familias
recibió el crédito EIC al año fiscal siguiente. Se espera que continúe
aumentando el número de hogares de pocos recursos que aprovecha este valioso
ingreso suplemental, contribuyendo así a su seguridad y bienestar
económico.