MODESTO-(UC)— A pesar de su
nombre, es normal en el ciclo de vida anual de muchos árboles perennes que se
les caigan algunas de sus hojas o agujas. Las de árboles de hojas anchas tienden
a caer en la primavera y las de plantas coníferas, hacia el final del verano o
principio del otoño. Para determinar si la caída de hojas o agujas es por causas
naturales, es importante considerar la humedad del suelo y presencia de insectos
o enfermedades.
“Todos los
árboles y arbustos renuevan su follaje cada año con la formación de hojas nuevas
y la caída de las viejas”, explica Ed Perry, asesor de horticultura con
Extensión Cooperativa de la Universidad de California. “Las hojas de los árboles
siempreverdes pueden durar hasta varios años, a diferencia de las de árboles
caducos, cuyas hojas o agujas duran uno solo y caen cada otoño e
invierno”.
En la
primavera, muchas de las hojas más viejas de árboles perennes de hoja ancha,
como el alcornoque, acebo, roble de la costa, el árbol del alcanfor, el
xylosma y el alheña toman un color amarillo uniforme y se caen. Los
brotes de hojas nuevas que aparecen en las puntas de las ramas permanecen sanos
y verdes, y ya no caen más hojas.
Otros árboles
siempreverdes de hoja ancha como la magnolia sureña, el algarrobo y el eucalipto
mudan algo de su follaje viejo durante la primavera y el verano al haber
madurado las hojas nuevas de la estación en curso.
Los árboles coníferos perennes como el pino, cedro y secoya pueden perder sus hojas o agujas más viejas hacia el final del verano o principio del otoño. El follaje viejo en toda la copa del árbol cambia de color amarillo a marrón y luego cae. Las agujas en las puntas de las ramas se mantienen verdes.
“Para determinar si la caída de hojas de árboles perennes es parte del proceso natural, examine con cuidado las hojas y el tronco para determinar si existe una plaga de insectos o alguna enfermedad”, recomienda Perry. Considere también si le falta agua al árbol, o si la tierra está muy húmeda, como cuando llueve más de lo normal durante el invierno, pues con frecuencia provoca una caída copiosa de hojas. Si sus árboles siempreverdes han perdido hojas por causas naturales, no requieren tratamiento alguno.