Al llegar el
invierno, baja la temperatura y usamos calentadores o calefacción central en
nuestros hogares. Los días con frecuencia son nublados y hay menos horas de luz
solar que en otras estaciones. Estos cambios pueden afectar la salud de las
plantas que tenemos dentro del hogar. Sin embargo, si les damos el cuidado que
requieren, lucirán bien a pesar de los días invernales.
Ed Perry,
asesor agrícola de Extensión Cooperativa de la Universidad de California,
explica que las plantas se mantienen sanas cuando la temperatura del hogar está
entre los 60° y 74° F. Es importante tener esto en cuenta al usar calentadores o
calefacción durante el invierno ya que si se la temperatura interior es mayor,
las plantas pierden resistencia a enfermedades y al ataque de los insectos.
Producen también menos hojas y sus flores no tendrán la misma calidad.
Toda planta
necesita que la temperatura diurna sea de 5 a 10 grados F más elevada que la
temperatura nocturna. Esta baja en temperatura permite que las plantas
aprovechen durante la noche los nutrientes que producen durante el día y se
regeneren. Mantener estable la temperatura del hogar impide este proceso y puede
afectar la salud de las plantas. Además, el uso de la calefacción reduce la
humedad a niveles más bajos de lo que necesitan muchas plantas, especialmente
las florecientes. Tenga toda planta lejos de ventilas de calefacción,
calentadores de piso, estufas y aparatos electrodomésticos que produzcan calor.
Puede también poner las macetas sobre charolas con piedrecillas y agua o rociar
agua sobre las hojas con un atomizador.
El mejor sitio
para la mayoría de las plantas de interiores durante el invierno es cerca de una
ventana grande que dé hacia el sur para que reciban más sol, puesto que la
intensidad y duración de la luz solar durante el invierno es menor que en otras
épocas. Las plantas florecientes requieren más luz que las que no producen
flores. Si es necesario, puede suplir con luz artificial parte de las
necesidades de la planta. Si desconoce el número de horas de luz que requiere
una planta en particular, por lo general encontrará la información en alguno de
los muchos libros sobre plantas de interiores.
En el
invierno, el crecimiento de las plantas no es muy vigoroso. Requieren menos agua
que en otras estaciones, por lo que es importante permitir que se seque un poco
la tierra de la maceta antes de regarla. El riego debe dejar la tierra húmeda
mas no saturada. Asegúrese de permitir la salida de agua por abajo de la maceta
y fíjese que no quede agua estancada en el plato o recipiente en que está la
maceta. Algunas personas prefieren permitir que las plantas caseras chupen agua
al ponerlas dentro de un recipiente con agua en vez de regarlas por arriba.
Esta técnica
puede dar resultados muy buenos pero es importante que cada tercera vez se
riegue la planta por arriba para que salga el exceso de sales que haya podido
acumularse en la tierra.
Al crecer con
mayor lentitud las plantas durante el invierno, no necesitan fertilizante.
Muchas incluso dejan de crecer por completo. En la mayoría de los casos, es
mejor evitar fertilizarlas desde noviembre hasta principios de abril. Durante
estos meses, quite el polvo de las hojas y cualquier insecto que encuentre en la
planta, así como hojas y flores secas. Quite también las semillas que produzca
la planta. Al acercarse el final del invierno, pode los tallos largos sin hojas
a un octavo de pulgada por arriba de una hoja o rama
inferior.
Las plantas que tiene dentro de su hogar resistirán muy bien el invierno si cuida que tengan la mejor luz, agua suficiente, temperatura adecuada y las mantiene libres de polvo e insectos. Al llegar la primavera, sus muchos brotes serán una grata compensación por los esfuerzos que haga por adaptar el clima invernal del hogar a las necesidades de sus plantas caseras.