Regresó la Conferencia del Agricultor Latino con más voces en español y nuevos bríos

Regresó la Conferencia del Agricultor Latino con más voces en español y nuevos bríos

El número de agricultores hispanos, dueños de pequeñas granjas crece rápidamente. Estadísticas oficiales , a nivel nacional, indican que de 2012 a 2017, el total de agricultores aumentó 7 por ciento, mientras que el aumento entre productores hispanos fue de 13 por ciento. Asimismo, las granjas operadas por latinos aumentaron en 8 por ciento a 86,278 granjas, en el mismo periodo.  

Después de Texas, California es uno de los estados donde se concentra el mayor número de agricultores hispanos. Resultado de esto es el gran esfuerzo de las autoridades federales y estatales por ampliar sus servicios, entrenamiento y promover las redes de intercambio de información en español.  

Es un afán que lleva varios años y que se ha ido intensificando. Resultado de esto es la Octava Conferencia del Agricultor Latino, 18 y 19 de noviembre en Escondido, California, a la que asistieron alrededor de 250 agricultores y fue organizada por National Center Appropriate Technology y California State Conservationist del Departamento de Agricultura, USDA.  

El evento que inició con la visita a varias granjas en la que los productores latinos de varios condados de California intercambiaron conocimientos sobre los retos de producir alimentos.  Ahí se presentaron decenas de preguntas sobre prácticas culturales, agricultura orgánica, estrategias de mercadotecnia y los valiosos secretos para la adquisición de la tierra y el ahorro del agua. 

La agricultura es un componente importante de la economía local. En el condado de San Diego hay más de 5 mil pequeñas explotaciones, más que ningún otro condado en el país. Entre los agricultores latinos ahí presentes, había varios hijos de padres inmigrantes, que crecieron trabajando en el campo, pero por un lapso se rehusaron a seguir la huella de sus progenitores “por lo duro del trabajo agrícola”.  Son profesionistas, quienes se graduaron de la universidad, trabajaron en diferentes industrias y han vuelto a la agricultura tras descubrir que del amor a la tierra les siguen brotando nuevos sueños. 

“A los 15 años yo no quise tener nada con la agricultura porque siempre nos ven más debajo de toda la gente” dijo Héctor López, dueño de una granja de 12 acres, bautizada como, Tierra Sana Farm, y localizada en Bonsall, el área agrícola del Norte del condado de San Diego. “Hice mi carrera, me jubilé y cuando paso la pandemia nos dimos cuenta de que mucha gente no tenía para los alimentos. Mi familia viene de agricultores y nos nació otra vez esa pasión por la agricultura”. 

López, adquirió un rancho abandonado de árboles de aguacate, Hass y algunos de la variedad Fuerte, y su meta es transformarlo en granja sustentable. Tenía mil árboles aguacateros cuando lo adquirió, pero solo logró salvar la mitad. “El problema es que la granja tiene un sistema de riego anticuado que lo instalaron hace 50 años cuando había mucha agua o el agua era muy barata”. 

Su meta es diversificar su producción, y ya está experimentando con algo de café, tamarindo, guayaba, y tiene un árbol platanero. Además, desea atraer el agroturismo y convertir ese sitio en una agricultura sustentable. “Aquí se da muy bien la guayaba y muchas personas están quitando aguacate y plantando guayaba está muy bien vendida”, dijo López. 

Actualmente está aplicando métodos para una producción sustentable, él mismo ejecuta toda la técnica para hacer un té de compostaje con la ayuda de un contenedor de 50 galones con mangueras que distribuye el agua con nutrientes a todo el sistema de riego. 

La segunda vista fue a Solidarity Farm en Pauma  Valley en donde se opera como cooperativa y se cultiva una diversidad de frutas y verduras de temporada en 10 acres bajo los principios de la agricultura regenerativa y con la idea de que los alimentos deben ser accesibles a todos.  Los voluntarios aprenden sobre los cultivos al tiempo que ayudan a combatir la inseguridad alimentaria.  

Una de ellas es Angie Ryan, con apenas 3 meses cultivando. “Me he convertido en un nuevo agricultor después de haber tenido otras carreras, pero esta se siente tan crucial ahora. Es tan importante para nosotros poder tener una buena comida para nosotros mismos y para llevar a un lugar donde no tienen acceso a buenas verduras frescas ", dijo Ryan, quien ha cultivado tomates, calabacín, sandía, chiles y más. 

“He aprendido que no se trata de forzar a que la tierra nos dé lo que queremos, sino a ser socios de la tierra y trabajar juntos aprendiendo muy buenas habilidades de cómo cultivar bien para obtener alimentos verdaderamente nutritivos” sostuvo Ryan.

La última granja fue Pauma Band of Luiseños Indians, donde se producen 4 tipos de variedades de uva de vino. La granja, de 40 acres, la adquirieron hace 15 años y empezaron a producir uvas hace 2 años en 4.5 acres.  

Edward Calac, miembro de la tribu Luiseños, en Pauma, dijo que esperan obtener los primeros beneficios en 5 años y entre los mayores retos que enfrentan en la producción mencionó las plagas. 

“Le tememos a la enfermedad de Pierce, porque acaba con los cultivos, pero también tenemos tuzas y ardillas”. 

Información de ANR, indica que, a la plaga, se le conoce en español, como la chicharrita de alas cristalinas es un vector invasivo y agresivo o propagador de la enfermedad de Pierce. Es considerada una de las enfermedades más devastadoras de la vid en el mundo. La bacteria que causa la enfermedad, Xylella fastidiosa, mata a las vides dentro de los dos a cinco años después de la infección. No hay cura para la enfermedad de Pierce. 

El combate a las plagas, la sequía, la regulación de los pesticidas fueron temas recurrentes tanto en las pláticas informales como en los talleres. La conferencia se enfocó en prácticas agrícolas ecológicas y mercadotecnia.  

El segundo día de la conferencia se llevó a cabo en las instalaciones de California Center for the Arts en donde se presentaron decenas de talleres con expertos de varias organizaciones. Durante la inauguración del evento, Carlos Suárez, director estatal de Natural Resources Conservation Services agency, NCRS-USDA dijo que la pandemia trajo problemas, pero también oportunidades.  “Muchos agricultores perdieron el eslabón con los cambios abruptos de COVID-19, pero también, hubo la aparición de nuevas tecnologías de comunicación, como Zoom que ayudaron a mostrar que hay un creciente número de agricultores latinos que quieren seguir actualizando sus conocimientos.” 

Suárez añadió que es importante proveer a los agricultores latinos con la información y recursos que requieren para producir. “Hay esa evolución de que yo estoy trabajando en la finca y yo puedo ser dueño, y yo también puedo producir y ese número crece y crece y ustedes se tienen que dar un gran aplauso porque esa es la razón por la que estamos en esta conferencia hoy”, sostuvo Suárez. 

De pronto se escuchó un nutrido aplauso de los agricultores a sí mismos como símbolo de reconocimiento de identidad, alegría y orgullo por sus logros por hacer posible esa conferencia en español.  

En la conferencia participaron 30 patrocinadores y alrededor de 10 personas, educadores y asesores agrícolas de la red de Extensión Cooperativa de la División de Agricultura y Recursos Naturales, UC ANR, quienes hablaron con los productores sobre una diversidad de temas y presentaron talleres educativos como:  Eficiencia del riego, Irrigación y conservación del agua, Salud Mental y Bienestar y más. Otros temas fueron Acceso a Tierra y Capital; Micro-préstamos para agricultores Emergentes, presentados por varias organizaciones. 

Marianna Castiaux, directora del programa de suelos saludables de Extensión Cooperativa en Fresno, dijo que uno de los problemas más serios que enfrentan los agricultores en ese condado Fresno es el agua y parte de su labor consiste ayudar a los pequeños productores a buscar fondos y subsidios para instalar el sistema de riego para usar menos agua, además que imparten clases para enseñarlos a evitar el uso pesticidas y aspectos de la seguridad alimentaria y más. 

“Trabajamos con productores pequeños y la mayoría son de Asia Hmong (en esa área de Fresno) y ellos producen algunas frutas como jujube o (dátil rojo) guayaba y moringa es un tipo de té que cultivan y muchas verduras y se venden mucho en esa área con sus familias y en la costa”, dijo la experta.  

En el salón de exhibición de la conferencia también participaron representantes del Censo de Agricultura 2022,quienesinformaronque elCenso seejecutacada 5 años y se estarállevando a lo largo denoviembre 2022hastafebrero 2023.Participar, esimportante,puesesta es laherramientaparadeterminar elfuturo de laagricultura en el país yayudar aimplementarprogramas deacuerdo alasnecesidades delosagricultores.Todaslasvocescuentan ytodoslosagricultores deberíanparticiparinclusolas pequeñasparcelas,rurales ourbanas, enlasque secultivanfrutas,hortalizas o se crían animales para la alimentación y han vendido 1,000 dólares o más.