Ella adora preparar sopa –especialmente la sopa del ayer.—Milton Berle
De pronto, al ir pedaleando mi bicicleta rumbo a mi trabajo, me doy cuenta que ya no visto mis pantalones capris y mis sandalias. Llevo puestos pantalones, zapatos y una chamarra —¡algunas veces hasta guantes! La bufanda y las orejeras tampoco se quedan atrás—¡definitivamente el otoño ha llegado al norte de California!
Y durante el otoño se me antoja preparar comida reconfortante, y que mejor que una sopa. No sólo es fácil de preparar, sino también nutritiva, deliciosa, llenadora y economica, en la que puede esconder, mejor dicho, usar muchas verduras y hasta sobras. La sopa es muy indulgente. Si le agrega muchos ingredientes se convierte en ¡un guisado!
¿Qué puede ser más elemental que poner un montón de ingredientes en una olla y cubrirlos con algún tipo de líquido? Nada, y por eso es que la sopa ha existido desde los tiempos en que hubo algún tipo de vasija para prepararla. La sopa desarrolló diferencias regionales debido a los ingredientes que estaban disponibles en el lugar de residencia, pero siempre fue una comida abundante y fácil de digerir. Disfrutada en todas las culturas, clases sociales y con variados grados de salud, la sopa sigue siendo una comida clásica.
La sopa es tan accesible y económica, que con frecuencia se le usa con gran éxito en eventos de recaudación de fondos. En todo el país, eventos de recaudación de fondos conocidos como “Bowls for Charity” (tazones para caridad) o “Empty Bowl” (tazones vacíos) se han vuelto muy populares a favor de cocinas comunitarias. El concepto se inició en 1990 cuando un grupo de estudiantes de la preparatoria Michigan hizo tazones de cerámica para llenarlos con sopa para recaudar alimentos. Fue tan popular que se convirtió en un evento de recaudación de fondos a nivel nacional enfocado en terminar con el hambre.
Por lo general, los participantes compran un boleto, eligen un tazón hecho a mano y disfrutan de un sencillo platillo a base de sopa (con frecuencia donada por restaurantes locales), pan y agua. La misión de este tipo de eventos de recaudación de fondos es recordarle a la gente que muchas personas mantienen sus platos vacíos, sin alimentos con que alimentar a sus familias. En el condado de Yolo, contamos con el almuerzo de Tazones Vacíos, presentado por el Centro Yolo Wayfarer durante octubre; aquí en Davis contamos con la Cena Anual del Tazón en febrero, presentada por el Davis Co-op. El dinero recaudado se entrega al Programa de Nutrición para Personas de Edad Avanzada. Así que, ¿cuál será una buena sopa para preparar y compartir? Bueno, puede ser una espesa y abundante como esta altamente calificada la sopa de chícharos del sitio de Internet allrecipes.com:?
1/4 taza de chícharos secos
2 cuartos de agua fría
1 1/2 libras de hueso de jamón
2 cebollas picadas finamente
1/2 cucharadita de sal
1/4 cucharadita de pimienta negra molida
1 pizca de mejorana
3 tallos de apio, picados
3 zanahorias, cortadas en pedacitos
1 papa, cortada en cuadritos
En una olla grande, cubra los chícharos con dos cuartos de agua fría y remoje toda la noche. Si necesita un método más rápido, hierva los chícharos a fuego lento durante dos minutos y luego déjelos remojar durante una hora.
Una vez que los chícharos estén remojados, agregue el hueso de jamón, cebolla, sal, pimienta y mejorana. Tape, deje hervir y baje el fuego y hierva durante una hora y media, revolviendo ocasionalmente.
Retire el hueso, desprenda la carne, córtela en cuadritos y regrésela a la sopa. Agregue el apio, zanahorias y papa. Cocine lentamente sin tapar, durante 30 a 40 minutos o hasta que las verduras se ablanden.
O algo un poco más exótico, pero todavía sencillo de preparar, del sitio epicurious.com, como:
6 cebollines, divididos
2 tazas de agua
1 1/2 tazas de caldo de pollo bajo en sodio
1 (2-inch) pedazo de jengibre, en rebanadas
1 media pechuga de pollo sin pellejo o hueso (de 6 a 8 onzas)
2 huevos grandes, ligeramente batidos
1/4 cucharadita de pimienta blanca (opcional)
Aceite asiático de ajonjolí
Machuque tres cebollines y córtelos en pedazos de dos pulgadas, y colóquelos en un sartén de 2 cuartos con el agua, el caldo y 3/4 de cucharadita de sal. Déjelo hervir y baje el fuego, luego escalfe el pollo a fuego muy bajito, sin tapar, hasta que se cueza bien, entre 12 a 15 minutos. Cambie el pollo a una tabla para cortar y deje el caldo macerar tapado, durante 10 minutes.
Mientras tanto, pique los otros tres cebollines y desmenuce el pollo.
Retire los cebollines y el jengibre del caldo y hágalo hervir a fuego lento. Agregue los huevos batidos poco a poco, revolviendo ocasionalmente. Retire del fuego y agregue los cebollines crudos, el pollo y la pimienta blanca (si decide usarla). Sirva rociado con aceite de semillas de ajonjolí.
O, una de mis sopas favoritas rápida de preparar y saludable para cualquier noche de la semana:
Sopa de pescado
1 cebolla picada en cuadritos
3 papas blancas, rojas o amarillas, en cuadritos
2 tazas de apio picado
3 tazas de agua
1 libra de pescado blanco en cuadros
½ libra de camarones o vieiras (u otra ½ libra de pescado blanco)
2 tazas de brócoli en pedazos
2 tazas de coliflor en pedazos
1 1/2 cucharaditas de sal
1/2 cucharadita de pimienta negra molida
1/2 cucharadita de mejorana seca triturada
1/2 cucharadita de albahaca seca triturada
3 cucharadita de harina de trigo regular
2 tazas de leche (yo uso descremada, y sale bien, pero saldría más espesa si usa la 2%)
En un sartén grande y hondo, hierva la cebolla, apio y papas en agua durante 10 minutes. Agregue el pescado, brócoli, coliflor, sal, mejorana y albahaca.
En un tazón aparte, mezcle la harina con la leche y agréguela mezcla a la sopa lentamente y revolviendo constantemente. Cocine a fuego lento durante más o menos 15 minutos. Agregue los camarones o vieiras; cocine durante otros 3 a 5 minutos.