Investigan qué árboles resistirán mejor las altas temperaturas

Apr 22, 2019

Ramón Serna creció trepándose entre los árboles del zalate para comerse su fruta, un higo silvestre, algo que recuerda como los días más divertidos de su niñez.

“Parecíamos changuitos saltando entre los árboles, pero teníamos la agilidad para hacerlo,” comenta Serna, oriundo de Zalatitán, Jalisco, un poblado cuyo nombre proviene del nahuátl y significa lugar de los zalates.

English Summary

Even though there are 9 million trees in California, one tree for every four inhabitants, street tree density has decreased by 30 percent since 1988, because cities are adding more streets than trees. A team of UC ANR experts is working on research to find out what kind of trees will be more tolerant to climate change.

El zalate (ficus palmeri) es un árbol muy frondoso que crece entre las rocas, tiene una vida larga alrededor de 150 años, es abundante en terrenos áridos y sus raíces son tan fuertes que llegan a romper las piedras que lo sostienen para extenderse por el subsuelo.

Serna, un hombre semi jubilado, ya no brinca más entre los árboles, ahora los cuida tanto en su trabajo como en su casa. Trabaja en el programa de protección de cítricos de la Universidad de California en Riverside , UCR en donde aprendió cómo sembrar y proteger los árboles y en su casa tiene arboles de chabacanos, aguacates y mandarinas  y cuando la fruta está lista para comerse la reparte entre los conocidos. “A los vecinos les gusta porque es una mandarina muy dulce y cuando ven que la fruta ya está lista me dicen voy a tu casa por las mandarinas y que bueno que se la coman en vez de que se eche a perder”, dice Serna quien actualmente vive en la ciudad de Riverside, una ciudad en dónde el termómetro ha roto récord en los últimos tres veranos y en un día de julio de 2018 alcanzó los 118 grados Fahrenheit.

En un mundo que enfrenta cambios ambientales, con temperaturas más altas, los árboles con su refrescante sombra son la protección natural que requieren las ciudades en donde se irradia aún más calor a causa de sus extensas áreas de asfalto y concreto.

“Los árboles son muy importantes cuando se trata de mitigar el cambio climático y, como todos sabemos los árboles proporcionan sombra, también hacen algo llamado retención del  carbono lo que significa que nuestros carbones de combustibles fósiles contaminantes se pueden almacenar en los árboles, reduciendo la contaminación,” sostiene Janet Hartin, especialista de Horticultura Ambiental de UC ANR, quien agrega que la sombra de los árboles puede reducir, significativamente, entre 10 y 15 grados Fahrenheit, las altas temperaturas en áreas urbanas, donde el calor se concentra por el pavimento.

Los árboles ofrecen grandes beneficios a las zonas urbanas: protegen del calor, limpian el aire, ayudan a disminuir el consumo de electricidad, embellecen las calles y hasta elevan el costo de la propiedad, incluso, un árbol colocado en el lugar apropiado puede ayudar a disminuir el costo de aire acondicionado, si se coloca, apropiadamente, cerca de las ventanas para refrescar la vivienda. Sin embargo; el acelerado crecimiento urbano no ha ido a la par con la siembra de nuevos árboles, además, muchos árboles se han debilitado por la sequía y han perdido su follaje, el resultado es que la cobertura arbórea o follaje está disminuyendo en las ciudades.

Una investigación de la División de Agricultura y Recursos Naturales, UC ANR 1, indica que a pesar de que en California hay 9 millones de árboles, esto es un árbol por cada cuatro habitantes, la densidad de árboles ha disminuido en 30 por ciento desde 1988, porque las ciudades están agregando más calles que árboles. En realidad, las ciudades de California tienen la más baja cobertura arbórea per cápita en el país.

“De hecho, solo tenemos alrededor de un tercio de la cobertura arbórea que tuvimos en 1988, por lo que necesitamos plantar hoy para los próximos 20, 30 40, 100 años y dado que los árboles son un recurso natural tan valioso y se llevan años en madurar, debemos empezar a sembrar ahora para los hijos de nuestros hijos,” sostiene la experta.

Hartin es parte de un grupo de científicos de UC ANR que participan en una investigación 2 con el propósito de identificar qué árboles podrán adaptarse mejor al cambio climático, como calor extremoso, sequía vientos intensos, salinidad, plagas y enfermedades.

“La tierra se está calentando y a esto le llamó el efecto zarape, lo que pasa es que hay unos gases de efecto invernadero, es decir todo lo que tienen que ver con dióxido de carbón, esos gases son los que mantienen calientita la tierra y nosotros al encender el auto al hacer esta combustión de fossil fuel le estamos poniendo más cobijas a la tierra, explica Samuel Sandoval especialista en recursos hi´dricos de UC ANR.

El calentamiento global no es algo nuevo ni inesperado para los científicos; en 2002, un grupo de UC ANR escribió, en la revista científica,  California Agriculture 3 sobre cómo el cambio climático afectaría el aire y el agua en California. “Durante el siglo pasado, quizás el tema más controvertido en la ciencia atmosférica ha sido la cuestión de si los humanos están teniendo un impacto significativo en el clima. Cualquiera que compre un periódico está familiarizado con las conjeturas que en este siglo, las temperaturas promedio estarán entre 5 ° F, 10 ° F o 15 ° F por encima de sus valores actuales, los patrones de precipitación disminuirán sustancialmente el agua disponible para la agricultura y un aumento en el nivel del mar inundará las regiones costeras.”

Por años, uno de los criterios principales para la selección de los árboles urbanos se enfocaba en mejorar el aspecto estético y en la necesidad de reducir su mantenimiento, sin embargo, los árboles estarán expuestos a condiciones climáticas hostiles que ya se están presentando con más días muy calientes y secos.

“El cambio climático es algo que realmente está afectando tanto a los ciudadanos, en áreas urbanas como en áreas rurales, y tenemos proyectos en todo el estado para observar los árboles que son eficientes en la sequía y que no tienen la misma vulnerabilidad a enfermedades e insectos que tienen otros árboles y pueden ayudar a detener las altas temperaturas,” asevera Hartin.

La investigación es un proyecto a largo plazo, 20 años o más, inició hace dos años y por lo pronto se están evaluando aquellos árboles que tienen mayor resistencia pero que han sido subutilizados, es decir que son relativamente raros, poco comunes.

Los expertos los llaman “los árboles prometedores” por su resistencia a condiciones hostiles. Son atractivos y no representan peligro alguno para las personas o la infraestructura. A la fecha se han identificado 12 y se plantaron un total de 144 árboles en la Estación Experimental de la Universidad de California en Riverside en donde se mide su desempeño en condiciones similares de suelo, riego y mantenimiento.

Los árboles seleccionados deberán cumplir ciertos requisitos como mínima irrigación, alta capacidad para absorber el dióxido de carbono, crecimiento relativamente rápido, y disponibilidad para que se encuentren con facilidad en los invernaderos locales.  

Durante una visita, reciente, al centro experimental de UCR la experta no ocultó cuáles son sus preferidos, Palo Verde (Parkinsonia, Desert Museum)  “Me gusta, particularmente, el Palo Verde, también llamado museo del desierto, se mantiene por debajo de las líneas de electricidad y también absorbe el dióxido de carbono, es resistente a la sequía y tolerante a altas temperaturas”, dijo Hartin.

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Otro de sus preferidos es llamado Tecate Cypress (Hesperocyparis forbesii) es un árbol frondoso, tupido que crece de 10 a 15 de alto y 20 pies de ancho. “Si consideran los desafíos que tenemos con el viento, este puede cortar la velocidad en un 70 y 80 por ciento, además de proveer la sombra y tolerancia a la sequía y al calor es precisamente lo que buscamos,” sostiene Hartin.

Los resultados de la investigación beneficiarán a los silvicultores urbanos, arquitectos paisajistas, planificadores y a toda la comunidad.

Hartin concluye que el objetivo final de todo el equipo de UC ANR es ayudar a dueños de casas y paisajistas a encontrar el árbol ideal para el lugar correcto, por eso, antes de determinar qué árbol sembrar es necesario conocer varios factores, pues no es suficiente con que un árbol sea tolerante a la sequía. Se deben asegurar si hay suficiente espacio para cuando el árbol crezca, pues algunas raíces de los árboles requieren mucho espacio en el subsuelo y determinar cuáles son las preferencias. ¿Busca un árbol de sombra? ¿Quiere un árbol que no tire basura y atraiga a los polinizadores?  Estas y más preguntas las pueden contestar en su oficina local de Extensión Cooperativa de la Universidad de California con los voluntarios del Programa de Maestros Jardineros.

Para Serna los árboles son su vida, le dan la fruta que tanto le gusta y además también un trabajo para el sustento por eso los ama. “Los árboles son parte esencial del planeta nos dan la oxigenación y para mí la jardinería es terapia que mantienen mi mente ocupada y además sigo activo”, concluye el inmigrante mexicano.

1 Climate-Ready Trees for Southern California Inland Empire Communities – A 20 Year Evaluation
2 Climate-Ready Trees for Southern California Inland Empire Communities – A 20 Year Evaluation
3 California Agriculture, Vol 56, Global Global climate change will affect: air, water in California


By Norma De la Vega
Author - Broadcast Communications Specialist III